domingo, 27 de octubre de 2013

 
EL FARISEO Y EL PUBLICANO
"Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.”
Por el P. Clemente Sobrado
 
San Lucas  18,  9 - 14:

Dijo también a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás, esta parábola: “Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro publicano. El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: "¡Oh Dios! Te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como este publicano. Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias." En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!" Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.”

Reflexión:

Hola amigos, ¿vamos a la Iglesia a rezar? ¿Pero sabíais que hay oraciones que, por las justas, nos llegan al orgullo y vanidad de nuestros corazones? ¿Y sabíais que hay oraciones que llegan a conmover el corazón de Dios?

Jesús tiene una gran intuición para descubrir la verdad del corazón humano. Lo conoce de ida y de vuelta. Conoce la verdad y la mentira que llevamos dentro. Por eso conoce tan bien al hombre.

Se daba cuenta de que siempre hay de esos que yo llamaría “chulillos del espíritu” de los que se ríe y a los que no da importancia alguna, incluso hasta se atreve a ponerlos en ridículo. De ahí que les lanza una parábola muy sencilla, pero que daba en el blanco y que a más de uno dejó en ridículo.

Dos hombres orando. Dios hombres delante de Dios. El uno, muy inflado de sí mismo. El otro hecho un calamidad detrás de una columna. El primero, ¿sabéis cómo ora? Parecía un contar que le pasaba las cuentas a Dios. Él no necesitaba de Dios, sencillamente le contaba lo bueno que era. Y peor todavía, su oración consistía en contarle a Dios lo bueno que era él, mucho más buenos que los demás que eran todos unos pecadores. ¿Bonita oración, verdad? Ponerse a orar despreciando a al resto. Él era el único ayuna dos veces por semana, pagaba el diezmo de todo lo que tenía. Además no era ladrón como los demás, adúltero como los demás, injusto como los demás, por ejemplo, como ese pobre publicano, que consciente de su condición de pecador, escondía el rostro entre sus manos y clamaba misericordia, comprensión y perdón.

El creerse lo que uno es está bien, el creerse superior al resto ya no está según Dios, y menos todavía compararse con los demás y despreciarlos.

Este buenazo, que se pasaba de bueno, volvió a casa, lejos de Dios. En cambio, el pobre publicano volvió a casa justificado, perdonado, amado y llevado de la mano de Dios.
 
Fuente
La Iglesia que camina

martes, 22 de octubre de 2013

 
TRANSTORNOS DEL METABOLISMO
Dormir menos: comer más

Las personas de peso normal comen más si duermen menos, según encuentra un pequeño estudio reciente. Investigadores de la Universidad de Columbia descubrieron que los adultos privados de sueño comían unas trescientas calorías más por día en promedio que los que dormían lo suficiente. Y las calorías adicionales provenían sobre todo de grasa saturada, lo que puede poner a las cinturas en aprietos.

Las dietas de las mujeres parecían recibir el mayor impacto de la falta de sueño. Comían en promedio 329 calorías más por día si no descansaban bien, mientras que los hombres comían 263 calorías más en promedio. Los investigadores llegaron a sus conclusiones tras seguir a trece hombres y trece mujeres de peso normal. Observaron los hábitos alimentarios de los participantes mientras pasaban seis días durmiendo cuatro horas por noche, y luego seis días durmiendo nueve horas por noche (o viceversa).

Se planifica presentar los hallazgos este miércoles en las sesiones científicas de la American Heart Association, en Atlanta. "Si se sostienen, las opciones dietéticas realizadas por personas que duermen poco podría predisponerlas a la obesidad y a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular", escribieron los investigadores en un comunicado de prensa de la American Heart Association.

Los expertos señalan que la investigación presentada en reuniones no ha sido sometida al mismo tipo de escrutinio riguroso dado a las que se publican en revistas médicas revisadas por colegas.
 
Lic. Carmela Fernandini Artola

Fuente
American Heart Association

domingo, 20 de octubre de 2013

 
LA PARÁBOLA DEL JUEZ INSENSIBLE
Cuando le hacemos "oídos sordos" a nuestro prójimo
Por el P. José Antonio Pagola
 
 
San Lucas 18, 1-8:
En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: "Hazme justicia frente a mi adversario." Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: "Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara."» Y el Señor añadió: «Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?»
 
¿SEGUIMOS CREYENDO EN LA JUSTICIA? EL CLAMOR DE LOS QUE SUFREN
Lucas narra una breve parábola indicándonos que Jesús la contó para explicar a sus discípulos “cómo tenían que orar siempre sin desanimarse”. Este tema es muy querido al evangelista que, en varias ocasiones, repite la misma idea. Como es natural, la parábola ha sido leída casi siempre como una invitación a cuidar la perseverancia de nuestra oración a Dios.

Sin embargo, si observamos el contenido del relato y la conclusión del mismo Jesús, vemos que la clave de la parábola es la sed de justicia. Hasta cuatro veces se repite la expresión “hacer justicia”. Más que modelo de oración, la viuda del relato es ejemplo admirable de lucha por la justicia en medio de una sociedad corrupta que abusa de los más débiles.

El primer personaje de la parábola es un juez que “ni teme a Dios ni le importan los hombres”. Es la encarnación exacta de la corrupción que denuncian repetidamente los profetas: los poderosos no temen la justicia de Dios y no respetan la dignidad ni los derechos de los pobres. No son casos aislados. Los profetas denuncian la corrupción del sistema judicial en Israel y la estructura machista de aquella sociedad patriarcal.

El segundo personaje es una viuda indefensa en medio de una sociedad injusta. Por una parte, vive sufriendo los atropellos de un “adversario” más poderoso que ella. Por otra, es víctima de un juez al que no le importa en absoluto su persona ni su sufrimiento. Así viven millones de mujeres de todos los tiempos en la mayoría de los pueblos.

En la conclusión de la parábola, Jesús no habla de la oración. Antes que nada, pide confianza en la justicia de Dios: “¿No hará Dios justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?”. Estos elegidos no son “los miembros de la Iglesia” sino los pobres de todos los pueblos que claman pidiendo justicia. De ellos es el reino de Dios.

Luego, Jesús hace una pregunta que es todo un desafío para sus discípulos: “Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?”. No está pensando en la fe como adhesión doctrinal, sino en la fe que alienta la actuación de la viuda, modelo de indignación, resistencia activa y coraje para reclamar justicia a los corruptos.

¿Es esta la fe y la oración de los cristianos satisfechos de las sociedades del bienestar? Seguramente, tiene razón J. B. Metz cuando denuncia que en la espiritualidad cristiana hay demasiados cánticos y pocos gritos de indignación, demasiada complacencia y poca nostalgia de un mundo más humano, demasiado consuelo y poca hambre de justicia.

EL CLAMOR DE LOS QUE SUFREN
La parábola de la viuda y el juez sin escrúpulos es, como tantos otros, un relato abierto que puede suscitar en los oyentes diferentes resonancias. Según Lucas, es una llamada a orar sin desanimarse, pero es también una invitación a confiar que Dios hará justicia a quienes le gritan día y noche. ¿Qué resonancia puede tener hoy en nosotros este relato dramático que nos recuerda a tantas víctimas abandonadas injustamente a su suerte?

En la tradición bíblica la viuda es símbolo por excelencia de la persona que vive sola y desamparada. Esta mujer no tiene marido ni hijos que la defiendan. No cuenta con apoyos ni recomendaciones. Sólo tiene adversarios que abusan de ella, y un juez sin religión ni conciencia al que no le importa el sufrimiento de nadie.

Lo que pide la mujer no es un capricho. Sólo reclama justicia. Ésta es su protesta repetida con firmeza ante el juez: «Hazme justicia». Su petición es la de todos los oprimidos injustamente. Un grito que está en la línea de lo que decía Jesús a los suyos: "Buscad el reino de Dios y su justicia".

Es cierto que Dios tiene la última palabra y hará justicia a quienes le gritan día y noche. Ésta es la esperanza que ha encendido en nosotros Cristo, resucitado por el Padre de una muerte injusta. Pero, mientras llega esa hora, el clamor de quienes viven gritando sin que nadie escuche su grito, no cesa.

Para una gran mayoría de la humanidad la vida es una interminable noche de espera. Las religiones predican salvación. El cristianismo proclama la victoria del Amor de Dios encarnado en Jesús crucificado. Mientras tanto, millones de seres humanos sólo experimentan la dureza de sus hermanos y el silencio de Dios. Y, muchas veces, somos los mismos creyentes quienes ocultamos su rostro de Padre velándolo con nuestro egoísmo religioso.

¿Por qué nuestra comunicación con Dios no nos hace escuchar por fin el clamor de los que sufren injustamente y nos gritan de mil formas: "Hacednos justicia"? Si, al orar, nos encontramos de verdad con Dios, ¿cómo no somos capaces de escuchar con más fuerza las exigencias de justicia que llegan hasta su corazón de Padre?

La parábola nos interpela a todos los creyentes. ¿Seguiremos alimentando nuestras devociones privadas olvidando a quienes viven sufriendo? ¿Continuaremos orando a Dios para ponerlo al servicio de nuestros intereses, sin que nos importen mucho las injusticias que hay en el mundo? ¿Y si orar fuese precisamente olvidarnos de nosotros y buscar con Dios un mundo más justo para todos?
 
Fuente
Odres Nuevos

sábado, 19 de octubre de 2013

 
RECORDANDO LOS “DIARIOS CHICHA”
Y LA DECISIÓN DE ENVILECER AL PUEBLO

El reciente juicio a Fujimori sobre los “diarios chicha” alude a la compra de la línea y titulares de algunos diarios con el fin de asegurar las sucesivas reelecciones del grupo delincuencial en el poder. Pero no era algo aislado; había el objetivo de envilecer a la población a través de diversos medios. Por ello comparto un artículo que publiqué hace trece años que ilustra y hace memoria de un proceso del cual todavía seguimos sufriendo las taras.

ENVILECIMIENTO PROGRAMADO
Juan Borea, 21 de agosto de 2000, diario Liberación

 
Una de las peores lacras que ha sufrido el país los últimos diez años es el progresivo envilecimiento de la conciencia ciudadana. Ha habido personas viles antes del 80, pero nunca la vileza se exhibió con tanto descaro, nunca se convirtió en criterio para el "rating", ni se consideró mérito en el currículum político.

No se trata aquí de escandalizarnos farisaicamente por una falta individual, un defecto personal, o un pecado. Ninguno de nosotros es perfecto: comprendemos y aceptamos faltas y defectos nuestros y de quienes nos rodean porque somos humanos y sabemos de nuestra debilidad; pedimos perdón a Dios por nuestros pecados confiados en su infinito amor. Pero cuando la inmoralidad y el desprecio por la verdad inundan la globalidad de la persona y la sociedad, tenemos que alarmarnos. Porque ese envilecimiento nos lleva a la imposibilidad de la mejora o la reconciliación; nos convierte en cínicos, que hacemos de la falta de valores y de conciencia un instrumento para el "éxito en la vida".

Probablemente el repugnante espectáculo de congresistas y ministros de alquiler haya sido lo más llamativo en los últimos días. Pero esto no es sino la punta del gigantesco iceberg que amenaza con hundirnos como país. Hay muchos otros elementos que por su cantidad y por su dirección nos permiten sospechar que hay un proceso de degradación moral programado desde el poder para hacer de los peruanos una masa de individuos desprovistos de conciencia moral, y dispuestos a aceptar cualquier situación y justificar cualquier inmoralidad con tal de mantener el status privilegiado, evitar la inseguridad o por lo menos sobrevivir con limosnas.

Algunos de los operadores más conspicuos del proceso de degradación moral son los medios de comunicación masiva financiados con la publicidad estatal: programas televisivos como la mayoría de los "talk shows", chismes de espectáculos, cómicos ambulantes y similares, telenovelas, noticieros tendenciosos; diarios basura cuyos titulares denigrantes se exhiben en todos los kioscos. Otros operadores de este proceso son un conjunto de políticos cínicos justificando lo injustificable, distorsionando el sentido de las palabras y mintiendo con total desfachatez de tal manera que la gente ya no cree en nada. Un factor es la miseria tan atroz de nuestro pueblo, que obliga a la mendicidad, a la delincuencia, a aceptar el chantaje cotidiano a cambio de alimentos. Otro factor principal y al cual no prestamos la importancia que tiene es la práctica cancelación de los derechos laborales, que han convertido el trabajo de un derecho humano y constitucional en una dádiva. Dádiva que somete cotidianamente al trabajador a abusos del patrón, extensión de horarios, recorte de sueldos, inseguridad permanente, sin posibilidad de alegar por miedo al despido. Fomenta esta degradación la pésima calidad del sistema educativo, con una cultura autoritaria y donde niños y niñas no reciben ni el afecto necesario, ni la capacitación que requieren para ser ciudadanos de verdad.

Todos estos factores no se juntan por casualidad. El círculo gobernante del imperio romano impuso su dominio corrompiendo las instituciones como el Senado a las que mantuvo con su anterior apariencia de honorabilidad, pero inundándola con senadores a la vez sobornados y atemorizados; y con un populacho manipulado al que mantenían en la inmoralidad con los repartos gratuitos de trigo y dinero y los espectáculos circenses (la conocida consigna de "pan y circo").

Los ciudadanos de buena voluntad nos enfrentamos a un reto en el que está en juego la viabilidad del Perú. Tenemos que tomar conciencia del peligro en que estamos. ¿Cómo hacer un Perú que valga la pena si no existe la reserva moral que es la base de una vida humana de calidad? Tenemos que actuar YA, con todos los medios a nuestro alcance, antes que el deterioro sea irreparable.

martes, 15 de octubre de 2013

 
LA ACUPUNTURA COMBATE LA DEPRESIÓN
Un tratamiento complementario para este mal de los últimos tiempos

 
Las personas con depresión podrían beneficiarse de la acupuntura tanto como de la terapia psicológica, según sugiere un nuevo estudio. Los autores observaron que uno de cada tres pacientes se había recuperado después de tres meses de un tratamiento con acupuntura u orientación psicológica profesional, comparado con uno de cada cinco sin esas intervenciones.

"Las personas con depresión que utilizaron varias opciones médicas y aún no logran el efecto que desean, deberían probar la acupuntura o la terapia, dos opciones que, ahora sabemos, son clínicamente efectivas", dijo el autor principal, Hugh MacPherson, de la Universidad de York, Reino Unido.

Con su equipo reunió a 755 pacientes con depresión moderada o grave y los dividió en tres grupos: 302 concurrieron a 12 sesiones de acupuntura, otros 302 asistieron a sesiones semanales de terapia psicológica y 151 recibieron la atención habitual únicamente. El 70 por ciento había utilizado antidepresivos los tres meses anteriores al estudio y la mitad estaba tomando analgésicos. Los participantes no tuvieron que suspender sus medicamentos para participar del estudio. Todos comenzaron con un nivel de depresión de 16 puntos en una escala de cero a 27 (a mayor valor, mayor gravedad; 16 puntos describen una depresión moderadamente grave).

A los tres meses, el grupo tratado con acupuntura tenía un nivel de depresión de 9 puntos, lo que equivale al extremo más alto de la categoría de depresión leve. Los valores cayeron a 11 puntos en el grupo tratado con terapia y a 13 puntos con el tratamiento habitual. Ambos valores indican depresión moderada. Los participantes tratados con acupuntura o terapia fueron los grupos que más se beneficiaron en esos tres meses. Los efectos se mantuvieron durante otros tres meses después del estudio.

El equipo atribuyó cualquier diferencia entre el efecto de la acupuntura y la terapia al azar, según publica en PLOS Medicine. Estimó que los médicos tendrían que tratar a siete pacientes con acupuntura y a 10 con terapia para curar a uno solo. "Esto nos dice que si un paciente no mejora, existen otras opciones", dijo el doctor Philip Muskin, psiquiatra del Centro Médico de Columbia University, Nueva York. Pero aclaró que la terapia y la acupuntura no reemplazan a los fármacos. De hecho, la mayoría de los participantes seguía tomando antidepresivos al final del estudio. Muskin destacó también que el estudio no describe qué pacientes respondieron mejor a la acupuntura o la terapia. "No puedo decir qué es mejor para quién. No todos mejoraron", sostuvo.
 
Lic. Carmela Fernandini

domingo, 13 de octubre de 2013

 
 LOS DIEZ LEPROSOS
"Tu Fé te ha salvado"
Por el P. José Antonio Pagola
 
San Lucas  17,  11 - 19:

Y sucedió que, de camino a Jerusalén, pasaba por los confines entre Samaría y Galilea, y, al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y, a gritos, decían: “¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!” Al verlos, les dijo: “Id y presentaos a los sacerdotes.” Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos; y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano. Tomó la palabra Jesús y dijo: “¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?” Y le dijo: “Levántate y vete; tu fe te ha salvado.”

Reflexión

PRIMER ACERCAMIENTO

Este relato de la curación inicial de 10 leprosos y final de uno sólo, a quien Jesús dice .tú fe te ha salvado., tiene una historia compleja que puede condensarse como sigue:

1. Jesús estuvo en compañía de leprosos (como estará Francisco de Asís), y así le recuerda la tradición, ofreciéndoles presencia, abriendo para ellos un camino solidario de salud y salvación.

2. El relato clave de la curación de un leproso es el de Mc 1, 40-45 (que Lucas ha recogido en su evangelio: Lc 5, 12-16). Es un relato fuerte: La iniciativa parte del leproso; Jesús le cura y le dice que se presenta para certificar su curación, pero él se niega, no quiere someterse más a los sacerdotes (que controlan y someten, no curan). y se pone a pregonar lo que ha hecho Jesús.

3. Lucas (que recoge como he dicho el relato de Marco, en Lc 5, 12-16) ha sentido la necesidad de reelaborarlo, de un modo también poderoso, en el pasaje de este domingo.

Reelaboración de Lc 17, 11-19

1. Lucas sitúa el relato en el camino de ascenso a Jerusalén, en el límite entre Galilea y Samaría, lugar clave de disputas religiosas.

2. Los leprosos que salen al encuentro y le invocan de lejos (para no contaminarle), pidiendo a Jesús que les cure, son diez. Significativamente, la lepra no distingue entre judíos y gentiles, galileos y samaritanos. Todos son hermanos en la miseria.

3. Jesús les manda .a los sacerdotes.. No dice .al sacerdote., para no presuponer que hay uno sólo (el judío). Cada puede ir a su sacerdote de turno, Jerusalén o a Samaría, a Tiro o a Damasco. Jesús les manda .al sistema sagrado., como queriendo que se integran de nuevo en el orden oficial.

4. Pero uno vuelve. Se ve .limpio. (katharos) y no quiere acudir ya al sacerdote de turno, para que firme su ficha .¡curado!.; no quiere someterse nuevo a la ley del sistema que crea leprosos para decir después que puede (a veces) curarlos. Desobedece en un sentido a Jesús, pero en otro más alto le obedece.

6. Éste es samaritano. quizá es más libre que los otros. Pero aún así se arriesga, dejando a un lado el .sistema. de las curaciones y volviendo a Jesús, que le pregunta con tristeza por los otros (¡les ha curado y se olvidan de él, se olvidan de la verdadera salud!), y le dice al fin: ¡Tú fe te ha salvado! (hê pistis sou sesôken se).

5. Ésta es la fe del samaritano que confía en Jesús, por encima del sistema, que cree en el agradecimiento por encima de las leyes. Los otros nueve pueden haber quedado externamente limpios, pero no se han salvado. Siguen apegados a las leyes del poder del mundo, no creen en la gracia del Dios de Jesús, no creen en el poder de la fe sanadora que Jesús he la transmitido.

UNA REFLEXIÓN MÁS DETALLADA:
Milagros de Jesús, un acto de Fe

Desde ese fondo puedo condensar algunos rasgos de la fe y las curaciones de Jesús, tal como han sido reasumidas y entendidas por la tradición cristiana...

Estos diez leprosos son todo el mundo, la humanidad excluida y sucia que Jesús quiere curar, con fe, es decir, con honda humanidad. Allí donde otros piensan que la vida de los hombres sigue condenada a la lepra (¡lepra de esos diez, lepra del Vaticano, como dice el Papa Francisco.!), Jesús cree que es posible no sólo la curación, sino incluso la salvación.

Varios son los elementos que actúan en las curaciones de Jesús, que aparecen de un modo de un modo ejemplar en este caso de los diez leprosos:

a) Jesús actúa como mediador de fe, y así penetra en el dolor de los enfermos que le dicen ¡ten misericordia de nosotros! Penetra en el lugar de su dolor, en la raíz de su misma enfermedad o su locura, como un amigo que ama, como psicólogo que discierne, como un creyente que irradia fe.

b) Jesús pone a los enfermos ante el poder de Dios que definimos con todo el evangelio como "reino", es decir, como principio de nuevo humanidad. Pero, en un primer momento, no les dice: ¡Creed en el Reino, sed curados!, sino que les pide que vayan a los sacerdotes, a los gurus del sistema religioso, para que encuentren allí la curación.

c) El primer milagro, la curación (limpieza externa) sucede antes de que los leprosos hayan llegado a la .oficina. de los sacerdotes. Jesús les ha dicho que vayan, cada uno a su iglesia. y ellos empiezan a creer, y por eso, en el mismo camino, se descubren curados (limpios).

d) Aquí empieza el tema: Te descubres curado ¿qué haces? Hasta ahora los diez enfermos eran iguales, judíos, griegos o samaritanos, paganos o cristianos. Ahora empieza la diferencia.

e) Nueve de los diez .se olvidan de Jesús.; les basta la limpieza externa y siguen, van donde su sacerdotes, para recibir el sello de limpieza, para integrarse de nuevo en el sistema de las seguridad y las imposiciones, cada uno con su .dios. particular

f) Pero uno se olvida del sistema. Jesús le ha dicho que vaya. y ha creído. Pero ahora que se descubre sano y capaz no necesita ya de sacerdotes, ni sistemas. Quiere a Jesús y vuelve, para darles gracias. Aquí empieza el auténtico milagro.

UNA FE COMPLETA, LA FE DEL SAMARITANO

Los otros nueve. han tenido un comienzo de fe, pero no lo han cultivado. Han vuelto a recaer en el sistema de los sacerdotes y gurús de turno. La fe de Jesús no les ha transformado por dentro.

Este samaritano en cambio ha cambiado. No le basta la limpieza externa del sistema, quiere la salvación total, que sólo Jesús puede ofrecerle. Éste es el único que tiene fe completa. El único que se ha salvado de verdad..

SEGUNDO MILAGRO, UNA FE QUE CURA, LA FE DE JESÚS

Jesús actúa en este relato como hombre de fe. Por eso no resuelve los problemas de los hombres ofreciéndoles un tipo de ayuda desde fuera. No les lleva a la evasión o al olvido de la tierra sino todo lo contrario: desde el centro de la enfermedad les manda a los sacerdotes, a .lidiar. con el sistema. Así actúa como promotor de vida en medio de la muerte, como signo de esperanza en medio de una sociedad que parece condenada a la desesperanza.

a) Jesús comienza .confiando. en los sacerdotes de Jerusalén, de Babilonia o Roma. Por eso dice a cada uno de los diez leprosos que vaya al lugar donde se mantiene y cultiva su religión, dentro del propio sistema de creencias.

b) Pero en el camino que lleva al lugar de los sacerdotes acontece el primer cambio, el cambio de la salud externa, la limpieza de la carne leprosa. Este es el milagro que se descubre y despliega en el camino

c) Hay una primera fe de los diez. que creen en lo que Jesús les dice y se ponen en marcha hacia la casa de los sacerdote. Esa fe termina poniéndonos en manos del sistema, para perpetuar al fin sus normas y rutinas, con enfermos y sanos, con opresores y oprimidos.

d) Pero hay también una segunda fe, que la propia de este samaritano, pariente sin duda de la parábola de .buen. samaritano de Lc 10, 25-37. Éste es un hombre que no se ajusta al sistema, que manda al .diablo. a sus propios sacerdotes (aunque Jesús le haya dicho que se presente ante ellos). y que viene a dar gracias a Jesús, para iniciar así el camino de la salvación completa.

e) Éste es el milagro de la libertad. La fe en Jesús (de Jesús) libera al samaritano, de manera que le capacita para superar el nivel de los sacerdotes, haciéndose dueño de sí mismo, en gratuidad. .

MILAGRO, UNA FE QUE SE HACE AMOR

Nos gustaría saber cómo sigue la historia de este samaritano al que Jesús he ha dicho que .su fe le ha salvado., que vaya en paz. Nos gustaría saber cómo ha ido, cómo le ha ido, que ha hecho, con la nueva libertad del amor. En esa línea me atrevo a ofrecer unas consideraciones generales:

a) El milagro es un gesto de amor, más allá de la pura curación externa. Este samaritano ha descubierto que hay algo mayor que esa salud externa (que la limpieza de la piel). Hay una salud interior, hecha de gratuidad, de agradecimiento. Por eso vuelve donde Jesús.

b) En esa línea, el milagro es una invitación a la libertad: Jesús quiere que los curados, liberados de la enfermedad, los que superan el abismo de su locura o de la lepra, puedan hacerse responsables de su vida, en libertad creadora. En fórmula paradójica, podríamos decir que Jesús cura a los hombres para hacerles capaces de asumir en libertad su propia muerte como gesto de entrega por los otros. Este samaritano curado tiene que iniciar ahora una nueva travesía de libertad, por encima de los ritos anteriores (a los que vuelven los judíos, que no han entendido a Jesús, a pesar de cumplir externamente la palabra de Jesús (ir donde los sacerdotes)

EXCURSO. JESÚS, CREYENTE Y SANADOR

Jesús ha curado a muchos enfermos, viniendo a presentarse como profeta poderoso en obras y palabras", pero luego es "impotente" en el Calvario. Por eso le acusan los contrarios diciendo que es un mago fracasado. Al obrar de esta manera desconocen su mensaje más profundo, el sentido de su fidelidad en el amor.

El auténtico milagro consiste en aprender a amar, pudiendo así entregarse hasta la muerte. Un hombre inmortal no podría amar nunca del todo, ni podría dar su vida por el otro, como han destacado algunas de las versiones modernas del "superman": un héroe inmortal, que realiza series de prodigios exteriores, viene a estar al fin como cautivo de su propia "grandeza". No puede enamorarse de verdad: no puede dar su vida por los otros. El milagro de Jesús consiste en que se hace humano hasta el final y así actualiza el don total de reino en forma de entrega humana. El milagro de Jesús consiste en que ha vivido el amor de una manera total, hasta la misma frontera de la muerte.

Jesús ama dando su propia vida; hace milagros comprometiéndose al hacerlos. De esa forma, su amor a los necesitados no es un tipo de juego superficial, algo que resbala por su entraña. No es mago que actúa mirando las cosas desde fuera, como un visitador que permanece siempre alejado de los verdaderos problemas de los hombres. Es todo lo contrario: en cada gesto de amor, en cada uno de los milagros, Jesús entrega su propia vida y de esa forma va "muriendo".

Significativamente, a Jesús le han condenado a muerte porque ha hecho milagros en favor de la libertad de los más pobres del pueblo, como mostraremos en el capítulo final de este libro. Le condenan porque sus milagros desestabilizan el orden social que había forjado Israel. Jesús no cura a unos pocos. . . , poniendo sus curaciones al servicio del sistema, como sucede en Epidauro o en los sitios donde actúan los exorcistas judíos. Jesús cura ofreciendo a los curados y a todos los pobres de la tierra un ideal nuevo de vida liberada, de amor hasta la muerte. Cura mostrando con sus curaciones la llegada de un nuevo orden de gracia donde todos los hombres son hermanos, todos libres, todos responsables de su propia vida.

De esta forma, los milagros de Jesús se convierten en principio de ruptura dentro de aquella sociedad establecida en la que había sitio para cojos, mancos, ciegos y posesos. . . pero dentro un sistema sacral que justifica el orden existente. Pues bien, Jesús ha roto ese sistema. Ha curado a los enfermos y a los locos para abrir su corazón y su existencia hacia una forma de existencia liberada, de plena gratuidad. Por eso le persiguen como peligroso, por eso le acusan de "poseso" y le acaban condenando como a un hombre que destruye el orden de la ley israelita.

He dicho que las curaciones de Jesús, siendo gesto de amor a los pequeños son, al mismo tiempo, una expresión de libertad. Jesús quiere liberar a los pobres y enfermos, haciéndoles capaces de vivir en gratuidad, en apertura al reino, haciéndoles capaces de gozar y de morir por ese reino. Por eso, cuando le entregan a la muerte y le clavan en cruz, Jesús sigue fiel a su ideal de reino y se mantiene (sufre) en la cruz precisamente por amor al reino. Ha confiado en Dios y esa confianza ha sido base de todos sus milagros; en Dios sigue confiando desde el mismo abismo de la muerte.

El valor de los milagros de Jesús viene a condensarse, de esta forma, en el fin de su vida: acepta la muerte porque cree en el Dios de sus milagros, porque sigue confiando en la vida del amor desde el abismo del odio y de la muerte. Está en juego lo que ha sido su camino. Si fracasa ahora su gesto acaba todo: Jesús no habría sido más que un simple mago fracasado; si Dios responde es que Jesús ha sido profeta verdadero, aquel supermago del amor que hace posible que la vida se convierte en gracia y esperanza desde el mismo abismo de la muerte de este mundo.
 
Fuente
Camino misionero

viernes, 11 de octubre de 2013

 
COMEMOS VENENO
"El cáncer, la infertilidad y la diabetes son por la comida"

 
“El aumento de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y el cáncer está directamente relacionado con los alimentos que comemos. Las hormonas sintéticas presentes en los fertilizantes y pesticidas que entran en contacto con la comida son muy peligrosas para la salud y no suelen detectarse en los análisis toxicológicos, por lo que se invalida el principio de que la ‘dosis hace el veneno’”. Con esta advertencia a modo de carta de presentación, la galardonada documentalista y periodista Marie-Monique Robin nos introduce en el mundo de la agroindustria, su campo de investigación desde hace más de una década, y sobre el que versa su último ensayo: Las cosechas del futuro. Cómo la agroecología puede alimentar al mundo (Península).

Una obra fruto del análisis comparativo de diversos sistemas de producción alimentaria que, en sintonía con otras anteriores como Nuestro veneno cotidiano y El mundo según Monsanto, cuestiona el mito de que la bajada del precio de los alimentos o de que el fin del hambre en el mundo solo son posibles mediante la producción industrial de alimentos. La principal novedad que aporta la autora gala con este último libro es que existe una alternativa demostrable, “más sobresaliente de lo que creía antes de iniciar la investigación”, y que se llama agroecología.

La transición de la agroindustria a la agroecología todavía es posible, explica Robin, pero aun existiendo la voluntad política necesaria para propiciar los cambios legislativos que la permitan, “llevará muchos años descontaminar las tierras y las aguas subterráneas hasta poder producir alimentos sanos”. Es por ello que urge, en primer lugar, limitar el uso de pesticidas y transgénicos. “España es el país más permisivo de la UE con el cultivo de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y la comercialización de otras sustancias tóxicas, como el bisfenol A que en otros lugares como Francia está prohibido”.

Una permisividad, alerta la autora gala, con unas consecuencias más que visibles: “Las parejas españolas son las que más problemas tienen de infertilidad en toda Europa, al afectar a una de cada cuatro”. Al mismo tiempo, los cánceres de cerebro y la leucemia están creciendo a un ritmo anual del uno al tres por ciento entre los niños, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ponen también de relieve el auge del origen fetal de las enfermedades en la edad adulta (presuntamente por el tipo de alimentación de la gestante). “La propia Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ya se está dando cuenta de estas consecuencias y reconociendo las deficiencias del principio toxicológico de que 'la dosis hace el veneno’ debido a las indetectables hormonas sintéticas, como demuestra la mayoría de literatura científica sobre esta cuestión”, apunta Robin.

El cenit del petróleo lo será también de la comida barata

Tradicionalmente se ha relacionado el bajo coste de los alimentos con los monocultivos, el uso de pesticidas y fertilizantes para reducir las plagas, así como otras técnicas modernas de producción a gran escala. Sin embargo, Robin afirma que “los precios de los alimentos que compramos en el supermercado son completamente falsos porque no incluyen los costes directos ni los indirectos”.

Los gastos derivados del tratamiento de las aguas contaminadas, del pago de las tasas por los gases de efecto invernadero, de las subvenciones (para el gasóleo, para exportar o directamente de la Política Agraria Común de la UE), así como de los sistemas públicos de salud, por el aumento de enfermos crónicos, son algunos de los costes asociados a la agroindustria que no se incluyen el precio de origen. “Si sumamos todos estos costes a los productos en origen, su precio subiría y serían más caros que los ecológicos”. Además, añade Robin, más de la mitad del precio está engordado por los intermediarios y finalistas.

Una realidad de la que no estamos muy lejos, según la autora gala, para quien antes o después tendrá que dispararse el precio de la comida, ya sea por el fin de las subvenciones (como se prevé con la PAC), por la creciente especulación bursátil con las materias primas en los mercados de futuro, o por el no menos inminente encarecimiento de los combustibles fósiles como el petróleo y el gas, debido a su cenit.

Los productos químicos utilizados en la agroindustria se elaboran a partir de petróleo y gas, por lo que un aumento en el precio de estos recursos, junto a la escasez de agua, pondría a la agroindustria en la encrucijada. “Esta es la gran debilidad de las industrias alimentarias. Se sustentan sobre un modelo que depende de los combustibles fósiles, y está claro que el precio de éstos será cada vez mayor, por lo que el de los alimentos será parejo. No tiene sentido que la alimentación en el mundo dependa de la producción de petróleo en una región tan convulsa como es Oriente Medio”, lamenta Robin.

Alimentos saludables en un mundo sostenible

Las perniciosas consecuencias para la salud y el medio ambiente de la agricultura industrial, así como la crónica de una muerte anunciada que Robin comenzó a describir antes incluso de que se produjesen las primeras crisis alimentarias en Latinoamérica (relacionadas con los biocarburantes) han llevado a la francesa a recorrerse el mundo en busca de alternativas ecológicas. Después de estudiar diferentes técnicas agroecológicas pudo comprobar que su rendimiento puede ser mayor que con técnicas propias de la agroindustria.

“Muchas veces, cuando hablamos de agroecología pensamos que se trata de volver a las técnicas empleadas por nuestros abuelos. No es así, se trata de prácticas mucho más complejas que dependerán de la zona geográfica donde se desarrollen, del tipo de cultivo o del tipo de tierra”, explica la autora. Sin embargo, Robin sí pudo comprobar que todos ellos coincidían en un principio básico: la complementariedad. “Se trata de un principio común mediante el que se busca complementar la biodiversidad del medio, mediante rotación de cultivos o interfiriendo en los ciclos biológicos de los insectos, para prevenir plagas y aumentar la producción”.

La demanda de productos ecológicos por parte de los consumidores ha aumentado proporcionalmente al deterioro de la cadena alimentaria, “pero la oferta todavía no llega para abastecerlos a todos”, apunta Robin. Para hacerla extensiva a todo el mundo no llega con la concienciación del consumidor, que al fin y al cabo es el que más poder detenta con sus decisiones de compra, sino que se necesitan medidas políticas concretas.

Entre las propuestas más urgentes para facilitar el cambio, la periodista cita “la prohibición de la especulación con alimentos, el fomento de la soberanía alimentaria mediante una férrea protección de los mercados y agricultores locales, y el acortamiento de las cadenas de distribución buscando conexiones directas entre consumidores y productores”. Solo mediante la eliminación de los intermediarios y finalistas, explica la francesa, el precio de los alimentos orgánicos se reduciría hasta en un 90%.

Las bases para posibilitar un cambio de modelo están puestas “desde hace muchos años”, pero de no iniciarse una pronta transición, advierte Robin, “no podremos anticiparnos a las crisis alimentarias que resurgirán en cualquier momento”.
 
Julia Escalante
 
Fuente
El Confidencial

domingo, 6 de octubre de 2013

 
¿SOMOS CREYENTES?
Señor, aumenta nuestra fe
Por el P. José Antonio Pagola 

Lucas 17, 5-10:

Dijeron los apóstoles al Señor; “Auméntanos la fe.” El Señor dijo: “Si tuvierais fe como un grano de mostaza, habríais dicho a este sicómoro: "Arráncate y plántate en el mar", y os habría obedecido.”
“¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: "Pasa al momento y ponte a la mesa?" ¿No le dirá más bien: "Prepárame algo para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú?" ¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue mandado? De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os fue mandado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer.”

Reflexión
 
Jesús les había repetido en diversas ocasiones: “¡Qué pequeña es vuestra fe!”. Los discípulos no protestan. Saben que tiene razón. Llevan bastante tiempo junto a él. Lo ven entregado totalmente al Proyecto de Dios; solo piensa en hacer el bien; solo vive para hacer la vida de todos más digna y más humana. ¿Lo podrán seguir hasta el final?

Según Lucas, en un momento determinado, los discípulos le dicen a Jesús: "Auméntanos la fe”. Sienten que su fe es pequeña y débil. Necesitan confiar más en Dios y creer más en Jesús. No le entienden muy bien, pero no le discuten. Hacen
justamente lo más importante: pedirle ayuda para que haga crecer su fe.

La crisis religiosa de nuestros días no respeta ni si quiera a los practicantes. Nosotros hablamos de creyentes y no creyentes, como si fueran dos grupos bien definidos: unos tienen fe, otros no. En realidad, no es así. Casi siempre, en el corazón humano hay, a la vez, un creyente y un no creyente. Por eso, también los que nos llamamos “cristianos” nos hemos de preguntar: ¿Somos realmente creyentes? ¿Quién es Dios para nosotros? ¿Lo amamos? ¿Es él quien dirige nuestra vida?

La fe puede debilitarse en nosotros sin que nunca nos haya asaltado una duda. Si no la cuidamos, puede irse diluyendo poco a poco en nuestro interior para quedar reducida sencillamente a una costumbre que no nos atrevemos a abandonar por si acaso. Distraídos por mil cosas, ya no acertamos a comunicarnos con Dios. Vivimos prácticamente sin él.

¿Qué podemos hacer? En realidad, no se necesitan grandes cosas. Es inútil que nos hagamos propósitos extraordinarios pues seguramente no los vamos a cumplir. Lo primero es rezar como aquel desconocido que un día se acercó a Jesús y le
dijo: “Creo, Señor, pero ven en ayuda de mi incredulidad”. Es bueno repetirlas con corazón sencillo.

Dios nos entiende. El despertará nuestra fe. No hemos de hablar con Dios como si estuviera fuera de nosotros. Está dentro. Lo mejor es cerrar los ojos y quedarnos
en silencio para sentir y acoger su Presencia. Tampoco nos hemos de entretener en pensar en él, como si estuviera solo en nuestra cabeza. Está en lo íntimo de nuestro ser. Lo hemos de buscar en nuestro corazón.

Lo importante es insistir hasta tener una primera experiencia, aunque sea pobre, aunque solo dure unos instantes. Si un día percibimos que no estamos solos en la vida, si captamos que somos amados por Dios sin merecerlo, todo cambiará. No
importa que hayamos vivido olvidados de él. Creer en Dios, es, antes que nada, confiar en el amor que nos tiene.

ORAR DESDE LA DUDA
En el creyente pueden surgir dudas sobre un punto u otro del mensaje cristiano. La persona se pregunta cómo ha de entender una determinada afirmación bíblica o un aspecto concreto del dogma cristiano. Son cuestiones que están pidiendo una mayor clarificación.

Pero hay personas que experimentan una duda más radical, que afecta a la totalidad. Por una parte sienten que no pueden o no deben abandonar su religión, pero por otra no son capaces de pronunciar con sinceridad ese «sí» total que implica la fe.

El que se encuentra así suele experimentar, por lo general, un malestar interior que le impide abordar con paz y serenidad su situación. Puede sentirse también culpable. ¿Qué me ha podido pasar para llegar a esto? ¿Qué puedo hacer en estos momentos? Tal vez lo primero es abordar positivamente esta situación ante Dios.

La duda nos hace experimentar que no somos capaces de «poseer» la verdad. Ningún ser humano «posee» la verdad última de Dios. Aquí no sirven las certezas que manejamos en otros órdenes de la vida. Ante el misterio último de la existencia hemos de caminar con humildad y sinceridad.

La duda, por otra parte, pone a prueba mi libertad. Nadie puede responder en mi lugar. Soy yo el que me encuentro enfrentado a mi propia libertad y el que tengo que pronunciar un «sí» o un «no».

Por eso, la duda puede ser el mejor revulsivo para despertar de una fe infantil y superar un cristianismo convencional. Lo primero no es encontrar respuestas a mis interrogantes concretos, sino preguntarme qué orientación quiero dar a mi vida. ¿Deseo realmente encontrar la verdad? ¿Estoy dispuesto a dejarme interpelar por la verdad del Evangelio? ¿Prefiero vivir sin buscar verdad alguna?

La fe brota del corazón sincero que se detiene a escuchar a Dios. Como dice el teólogo catalán E. Vilanova, «la fe no está en nuestras afirmaciones o en nuestras dudas. Está más allá: en el corazón... que nadie, excepto Dios, conoce».

Lo importante es ver si nuestro corazón busca a Dios o más bien lo rehúye. A pesar de toda clase de interrogantes e incertidumbres, si de verdad buscamos a Dios, siempre podemos decir desde el fondo de nuestro corazón esa oración de los discípulos: «Señor, auméntanos la fe». El que ora así es ya creyente.

Fuente
Odres nuevos

jueves, 3 de octubre de 2013


VENENOS BLANCOS
Los 5 que comes todos los dias

 
En nuestra dieta existen alimentos que deberían ser llamados “veneno”, porque tienen poco valor nutricional y hasta pueden ser perjudiciales para nuestra salud. Conocidos como “venenos blancos”, el azúcar refinado, la sal y las harinas refinadas, entre otros, son causantes de diferentes enfermedades que son consideradas graves, pues son degenerativas, como la diabetes, la hipertensión arterial y hasta el cáncer.

1.- La Sal de mesa refinada.

La industria decidió un día convertir la sal cristalina natural en simple cloruro sódico (la sal refinada de hoy), porque los científicos de la época afirmaron que los demás elementos que contenía (minerales esenciales y otros oligoelementos) eran innecesarios y bastaba el cloruro sódico para salar los alimentos. Desde entonces cualquier parecido entre la sal que ahora consumimos y la sal natural es inexistente. De un alimento que era “oro puro” porque proporcionaba al ser humano todos los elementos necesarios para su subsistencia en la proporción exacta que el organismo necesita se pasó a consumir un producto que es “veneno puro”, como bien saben los investigadores y médicos.
 
A la toxicidad del cloruro sódico hay que añadir la del yodo y el flúor, minerales que hoy se agregan artificialmente a la sal. El yodo (tóxico cuando se sobrepasa el mínimo necesario) se añade porque se supone que mejora la función de la tiroides; y el flúor (uno de los elementos más radioactivos que existen) porque afirman que este veneno evita la caries. Un sarcasmo. La sal cristalina natural, tanto la que procede del mar (sal marina), como de las montañas, contiene los 84 elementos que compone el cuerpo humano en su proporción exacta. Poca gente sabe que la composición de la sangre humana es prácticamente idéntica al agua salina del “mar primario”, es decir, una solución con la misma concentración de elementos que tenía el mar hace millones de años.
 
La comida chatarra se encuentra llena de sal refinada, que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, consumir este tipo de sal equivale entre 8 y 20 veces más que la que debiera comer. Pues con la finalidad de que el sodio y el potasio encuentren un equilibrio, se debe consumir de 1,500 miligramos por día, pero si no se respeta, es cuando aparecen enfermedades referentes al corazón.


2.- Azúcar refinada.

El azúcar blanca no se puede considerar como un alimento, ya que es una sustancia química pura, extraída de fuentes vegetales como la caña de azúcar o la remolacha, a las cuales se les extrae el jugo eliminando toda la fibra y las proteínas que forman el 90% de dichas plantas.

Para dejar limpio el líquido que contiene el azúcar, se añade cal viva y es ahí donde esa reacción alcalina mata casi todas las vitaminas, luego se añade dióxido de carbono para acelerar la cal, este líquido azucarado pasa por tubos que lo separan de las impurezas. Luego viene otro tratamiento con sulfato de calcio y ácido sulfúrico para decolorar y dejar casi blanco.

El azúcar refinada no tiene proteínas, ni vitaminas, no tiene minerales no tiene enzimas, no tiene micro elementos, no tiene fibra, no tiene grasas y no es de ningún beneficio en la alimentación humana.

No es buena porque no aporta ningún nutriente, aporta energía, pero nada más. Esta se conforma de glucosa y fructuosa. El problema es la manera en que la consumimos, porque las frutas y verduras, por sí mismas, ya contienen azúcar. Las azúcares refinadas son causantes de obesidad, de un desequilibrio nutritivo, caries y más. Los edulcorantes químicos también son dañinos, pues aumentan el riesgo de cáncer, como el aspartame, la sacarina y ciclamatos, que podemos encontrar en productos como el refresco light.


3) Harina refinada.

Como se ilustra en The Daily Mail, con los años la calidad del pan se ha vuelto mucho peor en lugar de mejorar. En 1911, la sal, las grasas baratas, el alumbre, la cal en polvo y el blanqueador eran los ingredientes “malos” del pan. Actualmente, hay que lidiar con ingredientes nuevos que dañan la salud y que se pueden encontrar en la tienda en donde compra el pan. La harina blanca producida es casi puro almidón, y ahora contiene una pequeña fracción de los nutrientes del grano original. Además, los tratamientos químicos en el grano dan como resultado la formación de un subproducto llamado aloxano –un veneno utilizado en la industria de la investigación médica para producir diabetes en ratones sanos. El aloxano causa diabetes al hacer girar enormes cantidades de radicales libres en la células pancreáticas beta, destruyéndolas. Las células beta son las células primarias de las zonas del páncreas llamadas islotes de Langerhans y producen insulina; así que si son destruidas, se desarrolla la diabetes.

Teniendo en cuenta el rango epidémico de la diabetes y otras enfermedades crónicas, no es buena idea tener una toxina como esta en su pan, incluso si es en pequeñas cantidades.
Cuando más fina y blanca es la harina, menos fibra, vitaminas y minerales contiene. El pan blanco, el pan de salvado, los panes de bollería, no contienen vitaminas ni minerales, mientras que favorecen las caries, el cáncer, el colesterol y la diabetes. Los panes más recomendables son el pan de centeno y el pan integral.


4) Arroz refinado.

Según los investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, el arroz blanco causa aumentos bruscos en los niveles de glucosa en la sangre, lo cual es un riesgo de diabetes.Aunque el arroz se ha consumido durante siglos en muchos países, fue sólo en el siglo 20 que comenzó a refinarse y consumirse como arroz blanco.
 
Para producir el arroz blanco el grano integral es sometido a un proceso de refinado con el cual se le retira la capa exterior y el germen. Y básicamente lo que queda es el endospermo, que consiste principalmente de almidón. El estudio analizó los datos de tres grandes estudios llevados a cabo con cerca de 40.000 hombres y 157.500 mujeres sobre el consumo de arroz y el riesgo de diabetes. Los científicos descubrieron que quienes consumían cinco o más porciones de arroz blanco a la semana tenían 17% más riesgo de diabetes que quienes consumían menos de una porción al mes.

Desde el punto de vista de la salud pública, debería recomendarse el reemplazo de granos refinados como el arroz blanco por granos integrales, incluido el arroz integral para facilitar la prevención de la diabetes tipo 2

5) Leche de vaca pasteurizada.

La pasteurización de la leche destruye las bacterias beneficiosas, junto con las malas y destruye las enzimas esenciales para la absorción de nutrientes. La Pasteurización de la leche destruye toda su fosfatasa, lo que es esencial para la absorción del calcio y el calcio trabaja con la vitamina D, no sólo está disponible a través del sol, pero es un nutriente esencial en la nata cruda. Calentar cualquier alimento crudo destruye las enzimas activas, por lo que la lipasa (una enzima única de la leche y se necesita para completar la digestión de las grasas) es lanzada junto con muchos otros nutrientes esenciales que la pasteurización destruye.
 
Se considera que es la principal causa de alergias en los niños, según la Academia de Alergia, Asma e Inmunología de Estados Unidos. Y es que la leche, además es rica en grasas saturadas y colesterol. Algunos estudios, incluso la relacionan con la diabetes y hasta con la osteoporosis, porque debido a ser baja en magnesio, no deja que los huesos absorban el calcio.

Espero que les sirva
Julia Escalante

martes, 1 de octubre de 2013

 
EL CALCIO Y LOS CÁLCULOS RENALES
Sepa la relación que hay entre ellos
 
Un nuevo estudio sugiere que consumir niveles adecuados de calcio reduciría la absorción excesiva del mineral en las mujeres que padecieron nefrolitiasis y hasta ayudaría a prevenir la formación de cálculos renales. Por lo tanto, los médicos de esas pacientes deberían recomendarles que no consuman menos calcio, según opinó el doctor Mathew D. Sorensen, profesor asistente de urología de la University of Washington, en Seattle, y autor principal del estudio.

Muchos pacientes disminuyen el consumo de calcio después de tener cálculos renales. "Es algo muy natural: los pacientes tienen cálculos; los cálculos son de calcio", agregó Sorensen. Estudios publicados en los años 90 habían demostrado que las personas que consumen poco calcio tenían alto riesgo de desarrollar cálculos.

Aun así, el equipo de Sorensen explica en Journal of Urology que la asociación nunca se había investigado de manera directa. Entonces, los autores analizaron los datos del Estudio de Fracturas Osteoporóticas sobre unas 10.000 mujeres posmenopáusicas controladas cada dos años durante más de dos décadas.

Finalmente, el análisis incluyó información de 5.452 participantes a las que se les había realizado una evaluación oral radioactiva de los niveles de calcio. En los controles número 2, 3 y 4, 490 mujeres mencionaron que habían tenido nefrolitiasis.

El equipo comprobó que la absorción del calcio en el organismo de esas mujeres disminuía a medida que aumentaba el consumo del mineral, ya sea a través de alimentos o suplementos. Las mujeres que más calcio consumían eran un 45 a un 54 por ciento menos propensas a haber tenido cálculos renales, mientras que las participantes que habían consumido suplementos con calcio eran un 21 a un 44 por ciento menos propensas a haber padecido nefrolitiasis que las que nunca habían utilizado esos productos.

El análisis de variables múltiples demostró que la absorción del calcio, el índice de masa corporal (IMC) y el uso de suplementos con calcio estuvieron independientemente asociados con la nefrolitiasis.

El organismo puede absorber entre el 10 y 70 por ciento del calcio, aunque Sorensen precisó que la mayoría de las mujeres absorbe alrededor del 30 por ciento del calcio que consumen. Las mujeres que consumen menos calcio, absorben más calcio y viceversa. "A menudo recibimos pacientes en la clínica que disminuyen el consumo de calcio (...) después de haber tenido un cálculo renal", agregó el autor. "Y eso puede ser muy peligroso para las mujeres, por lo menos en términos del riesgo de desarrollar cálculos renales, y probablemente también lo sea para los hombres", precisó.

Además de aumentar el consumo de líquidos después de haber tenido cálculos renales, los médicos deberían aconsejar reducir el consumo de sal, ingerir menos proteína animal y consumir los niveles adecuados de calcio, según precisó Sorensen. "Esas son buenas recomendaciones para cualquier persona con cálculos", dijo. También consideró importante que los pacientes consuman calcio con las comidas.

"Tomar un suplemento con calcio (fuera de las comidas) aporta una carga de calcio, pero sin el beneficio de unir otras sustancias como el oxalato", que también promueve la formación de cálculos, indicó Sorensen. "En la práctica, a algunos pacientes con cálculos les indicamos el uso de suplementos con calcio para promover ese proceso de unión, pero siempre deben ingerirlo con la comida", añadió.

Para los autores, una característica única del estudio es que es el primero que incluyó miles de mujeres a las que se les realizó una evaluación oral completa de la absorción de calcio. "Nos explica los mecanismos de acción del calcio para la prevención de los cálculos en las mujeres, en este estudio, pero también quizás en todos los pacientes", finalizó Sorensen.

Fuente
Journal of Urology
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