David Browne * denuncia las atrocidades de las que son víctimas los pescadores birmanos
Me siento muy indignado con la historia, como hombre de mar repudio categóricamente estos crímenes y lamento que muy poco o nada se haga al respecto. Muchas vidas se apagan facilmente lejos de la costa y sin dejar rastro. "El hombre extermina al hombre", cuando por Dios acabará esto..?
"Aung Thu Ya, presidente de la organización sindical en el exilio afiliada a la ITF (Federación Internacional de los trabajadores del transporte), Unión de marinos de Birmania (SUB), con sede en Bangkok, nos acompañó en nuestra visita a la isla de Tual. Nos explicó que los capitanes y patrones tailandeses están cometiendo atrocidades contra los marineros birmanos. Y que esta crueldad se dirige no sólo contra personas concretas, sino contra todo un pueblo.
'La economía de nuestro país es, en la actualidad, mucho más pobre que la de Tailandia. Ésa es la razón de que la población birmana esté siendo degradada y explotada. Están tratando a nuestro marineros de forma injusta y abusiva. Les torturan, aunque gracias a nuestro esfuerzo consiguen su riquez y properidad.'
(...) Recibimos información tambien del director del puerto y pudimos contactarnos con los propietarios de los barcos y con los empleadores, y les decimos que dejen de intimidar, de apalear y de perpretar crímenes en alta mar. No se pueden estar matando entre marineros. Sin embargo no obtuvimos respuesta concreta ya que no se daban por aludidos.
Los marineros no quieren volver a la mar porque allí han sido víctimas de violencia a manos de los patrones. Así que se bajan en Tual. Aquí dan problemas y los habitantes les denuncian a Inmigración, se les arresta y se les deporta. Es una lástima ya que algunos malviven en la selva; otros conviven con isleños. Es dificil para ellos conseguir alimentos y ha veces es mejor que sean deportados a su país de origen.
Entrevistamos en las dependencias de Inmigración de Tual a Phyoe Maung, de 24 años de edad, que saltó del barco en el que trabajaba y se escondió en Tual durante cuatro meses de ser arrestado.
Nos llevarán de vuelta en un barco tailandés. No quiero ni imaginar los problemas que allí nos esperan', declaró.
Uno de sus compañeros birmanos de celda, Ko Yasha, estaba destrozado ante la perspectiva de separarse de su esposa, natural de la isla, y de sus dos hijitas.
'Una tiene apenas dos años y la otra uno. Tienen que ir a la escuela y mi esposa no tiene trabajo. Soy el único que mantiene a mi familia. Me siento tan triste por mis hijas. Volveré, si no me arrestan de nuevo. No sé si apalearán, si nos darán patadas o si nos asesinarán en alta mar. Tendremos suerte si llegamos en una pieza'."
(*) Periodista autónomo y reportero de investigación.
Fuente
Boletín de marinos ITF
Humberto Barreto García
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