MARISTAS BOYS 78

ENAJENADOS

Uno de los temas que siempre me apasionó y me inclinó hacia el estudio de las ciencias sociales, es el tema de la alienación y enajenación como fenómenos netamente humano, ambos elementos han ido in crescendo en la medida que las sociedades clasistas se han ido desarrollando desde la antigua esclavitud hasta el moderno capitalismo globalizado y neoliberal de la actualidad, y es que muchos de los contrasentidos que a diario vivimos tienen su origen en este mecanismo que según parece ha cobrado “vida propia” y controla los hilos de nuestras vidas a través de los medios publicitarios induciéndonos hacia conductas irracionales y –paradójicamente- deshumanizantes.

El comentario viene a colación de algo que leí hace poco en el diario “El País” de España a cerca de los llamados “hoteles cápsulas” en Japón (mas bien yo los llamaría “hoteles nichos”) como una alternativa a la falta de vivienda y alojamiento en un país donde el hotel mas sencillo y barato cuesta 60 euros la noche y donde se mezcla el conservadurismo atávico de las tradiciones medievales de oriente con las mas increíbles propuestas tecnológicas de la llamada “modernidad”, este es un claro ejemplo de como el negocio y el afán de lucro sacan provecho de una carencia tan vital como es el espacio donde habitar y se vende la “alternativa” de que un ser humano sea literalmente encajonado para pasar la noche y encima tenga que pagar por ello -aunque siempre saldrá mas barato que una habitación de hotel-, me puse a pensar entonces hasta dónde llegará el individualismo y el afán de aislar al ser humano en el cada vez mas estrecho círculo del yo personal y desaparecer la esencia misma del ser humano que es el ser social y su vínculo y relación con sus semejantes y me llevó a reflexionar sobre aquel tema del “fin del mundo” en el 2012 -hasta película hay al respecto- y me convencí que el mundo no se acabará jamás y quien mas bien desaparecerá es la especie humana si se empecina en el sentido de la sinrazón. Anexo al comentario sobre los hoteles cápsulas había una breve, pero jocosa, nota en un estilo bien español que nos da una idea de que sobre temas de enajenación ya nada puede sorprendernos. Ahí les va:

“TARDA UN AÑO EN DARSE CUENTA QUE EN UN ARMARIO DE SU CASA VIVE UNA MUJER

Un japonés, un tanto gilipollas, se ha llevado la sorpresa de su vida al percatarse de que tenía una intrusa viviendo dentro de uno de sus armarios. Y es que, en una vivienda, puede haber polillas, mosquitos, cucarachas, ratones o incluso cucaratones, pero lo que uno no se espera jamás es que haya una mujer viviendo en uno de los armarios de casa durante un año.

El “perspicaz” hombre, un soltero de 57 años de edad residente en Fukuoka, en el oeste de Japón, comenzó a notar que en su casa pasaban cosas extrañas cuando la comida desaparecía extrañamente del frigorífico. Intrigado, instaló una cámara de seguridad descubriendo, para su sorpresa, a una mujer paseándose tranquilamente por el domicilio cuando se encontraba a solas.

La policía entró entonces en acción descubriendo a la mujer instalada en la parte superior de un armario de gran tamaño, donde pernoctó al parecer “por casi un año pero no todo el tiempo”, con lo que las autoridades japonesas sospechan que puedan haber escondrijos similares en otras viviendas de la zona. La mujer, Tatsuko Horikawa de 58 años, había colocado una colchoneta y varias botellas de agua en la parte superior del armario, donde cabe una persona acostada.”

¿No será que la captura de la japonesa invasora de armarios habrá servido de inspiración para algún comerciante de los hoteles cápsulas?.

Mario Domínguez Olaya