LA PETICIÓN DE LOS HIJOS DE ZEBEDEO
«El que quiera ser grande, sea vuestro servidor»
Por el P. Clemente Sobrado
San Marcos 10, 35 - 45:
Se acercan a él Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dicen: "Maestro, queremos, nos concedas lo que te pidamos." Él les dijo: "¿Qué queréis que os conceda?" Ellos le respondieron: "Concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda." Jesús les dijo: "No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado?" Ellos le dijeron: "Sí, podemos." Jesús les dijo: "La copa que yo voy a beber, sí la beberéis y también seréis bautizados con el bautismo conque yo voy a ser bautizado; pero, sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado." Al oír esto los otros diez, empezaron a indignarse contra Santiago y Juan. Jesús, llamándoles, les dice: "Sabéis que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y sus grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo de todos, que tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos."
Reflexión
Hola amigos, hoy nos vamos a salir de nuestro libreto de cada domingo, no porque no sea interesante el Evangelio de hoy, sino porque hoy la Iglesia universal celebra el Domingo del DOMUND, o Domingo de las Misiones.
Un domingo que este año, como dice Benedicto XVI en su mensaje para este día, "la Jornada Misionera mundial se carga e un significado especial. la celebración del 50 aniversario del Decreto Conciliar "Ad Gentes", la apertura del año de la fe y del Sínodo de los Obispos sobre el tema de la nueva evangelización". Además, como él mismo añade han de "reafirmar el deseo de la Iglesia a comprometerse con más valentía y entusiasmo en la misión a las gentes, para que el Evangelio llegue hasta los confines de la tierra".
El Concilio Vaticano II en el que participaron Obispos de todo el mundo, muchos de ellos del Tercer Mundo, "ha contribuido significativamente a reafirmar la necesidad y la urgencia de la evangelización a las gente y de esta forma poner en el centro de la eclesiología la naturaleza misma de la Iglesia".
Ya veis, el DOMUND de este año tiene una connotación especial, yo diría una urgencia especial. Primero, para preguntarnos si realmente hemos reafirmado este deseo y conciencia de la evangelización. En segundo lugar, para sincerarnos hasta donde hemos sentido ese entusiasmo misionero. En tercer lugar, hasta donde nos hemos comprometido con más valentía y entusiasmo con ese espíritu misionero. Finalmente, un cuarto factor, hasta dónde la Iglesia ha puesto en centro de la eclesiología la naturaleza misma de la Iglesia.
Es un día de autocrítica de nosotros mismos los creyentes, de autocrítica de la Iglesia, por tanto, de renovación del espíritu misionero como esencia íntima de la Iglesia. ¿No os parece interesante todo esto?
Fuente
La Iglesia que camina
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