Son muchas las cosas que pasé durante el tiempo en que me inicié como marista. Siempre quise serlo desde años atrás antes de 1978. Se dió la oportunidad dada a la relación de amistad con el hermano Manuel García. Desde 1976 yo corría alrededor de la cancha de grass todas las tardes, "el colorao" creía que era alumno del colegio y me dijo de que sección era, un día en que se me acercó. Le dije que era del Centro Base Mixto San Juan. Como el colegio estaba compitiendo en ADECORE en atletismo, él me propuso representar al Ramírez Barinaga y yo acepté gustosamente.
Más adelante durante el tiempo de la huelga del SUTEP en 1978, fue a buscarlo para que facilitara mi ingreso a mitad del año dada la enorme pérdida de tiempo que ocasionaba a los alumnos dicha huelga magisterial. No vaciló para nada en otorgarme el pase y el traslado se efectuó al toque. Ni corto ni perezoso le pasé el dato a otros de mis compañeros del mixto y a partir de ese entonces nos volvimos maristas hasta el hueso.
Los meses en el Maristas San Juan durante 1978 fueron alegremente vividos, hice muy buenas amistades y la pasé muy bien, felizmente mi integración dentro de la promoción fue muy satisfactoria y de un balance positivo. Inclusive me atreví a proponer mi casa como local para una fiesta de integración y camaradería. Las promociones Pablo VI y Rosa de Santa María (chicos y chicas) se interrelacionaron en un encuentro que marcó un hito en el colegio a partir de entonces, ya que las promociones que egresaban eran solo de varones. Si bien es cierto las chicas integraron su promoción muy aparte de la nuestra, fueron las primeras mujeres en ingresar de un colegio marista en gran parte del continente.
Recuerdo bien que después de la fiesta de confraternidad que realizamos con las chicas, la amistad fue en ascenso y ya nos juntabamos en el recreo, por allí ya habian parejas, pero todo con sano sentimiento, realizamos varias actividades con ellas en conjunto. Aún recuerdo que una de ellas dió su domicilio para una actividad y salió también rebuena, no como lo "caligulezca" que salió en la que se organizó en mi casa, que pór poco mi madre me crucifica.
Asi pasó el tiempo y fuimos afianzando una gran amistad y confraternidad que a pesar de los años somos sin duda alguna la promoción del colegio MANUEL RAMIREZ BARINAGA que más actividad tiene con sus integrantes, ya lo he conversado con propios y extraños y no lo pueden creer que hasta ahora a pesar de tantos años sigamos cultivando esta deliciosa amistad. Hasta ahora compartimos algunas reuniones con nuestras familias o solos en grupo y la gran familia de Pablo VI crece, ojalá que en los próximos años esto aumente y que la integración sea total. Y es que aún podemos sentir al niño que llevamos todos en el corazón...
Humberto Barreto García
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