Los hombres de mediana edad que presentan factores de riesgo para la enfermedad cardiaca como tabaquismo, presión arterial alta y colesterol alto se roban de diez a quince años de la vida frente a hombres que no presentan esos problemas, señalan investigadores británicos. Aunque la muerte por enfermedad cardiaca ha estado en declive, en parte gracias a un mejor control de los factores cardiovasculares de riesgo y una mejor atención, este es el primer estudio que evalúa la muerte por enfermedad cardiaca en términos de esperanza de vida, informaron los investigadores.
"La buena noticia es que todos podemos realizar cambios para vivir de manera sana", dijo el investigador principal, el Dr. Robert Clarke, profesor de epidemiología de la Universidad de Oxford. "Ahora sabemos que esos cambios pueden traducirse a una diferencia de diez a quince años en la esperanza de vida".
Aunque no son el tema de este estudio, Clarke sospecha que las mismas lecciones aplicarían a las mujeres. El informe aparece en la edición en línea del 18 de septiembre de la revista British Medical Journal.
Aunque no son el tema de este estudio, Clarke sospecha que las mismas lecciones aplicarían a las mujeres. El informe aparece en la edición en línea del 18 de septiembre de la revista British Medical Journal.
Para el estudio, el equipo dirigido por Clarke, catedrático en epidemiología de la Universidad de Oxford, recolectó datos sobre casi 19,000 hombres entre los 49 a 69 de edad. Todos los hombres participaron en lo que se conoce como el Estudio de Whitehall, y fueron evaluados por primera vez entre 1967 y 1970.
Al inicio del estudio, los hombres completaron un cuestionario que incluía preguntas sobre sus antecedentes médicos, tabaquismo, empleo y estado civil. Además, también se midieron la estatura, el peso, la presión arterial, la función pulmonar, el colesterol y los niveles de azúcar en sangre.
Tras 28 años de seguimiento, 7,044 hombres supervivientes fueron examinados de nuevo en 1997. Cuando el estudio comenzó, el 42 por ciento de los hombres fumaban, el 39 por ciento tenía presión arterial alta, y 51 por ciento tenía colesterol alto. Para 1997, alrededor de dos tercios había dejado de fumar y sus niveles de presión arterial y colesterol también se habían reducido, señalaron los investigadores.
A pesar de estos cambios en los factores de riesgo de la enfermedad cardiaca, los hombres que habían tenido tres factores de riesgo en la mediana edad tenían el triple de riesgo de morir por enfermedad cardiaca y el doble de riesgo de morir por otras causas, frente a los hombres que no presentaban ninguno de estos factores de riesgo, encontró el equipo de Clarke.
De hecho, los hombres que tenían todos los tres factores de riesgo en el momento en que ingresaron en el estudio vivían diez años menos que los que no tenían ninguno de los factores. La esperanza de vida tras los 50 era de 23.7 años más de vida para los hombres con tres factores de riesgo, frente a 33.3 años para los hombres sin los factores de riesgo, halló el equipo.
El grupo de Clarke evaluó a los hombres mediante el uso de una escala de riesgo que tomaba en cuenta el tabaquismo, la diabetes, el estatus laboral, la presión arterial, el colesterol y el índice de masa corporal. Los hombres en el cinco por ciento superior (el peor) de esta escala de riesgo reducían su esperanza de vida en quince años a partir de los cincuenta, frente a los hombres que tenían la puntuación más baja (20.2 frente a 35.4 años).
"Está bien documentado que los factores de riesgo cardiovascular resultan en eventos y muertes cardiovasculares prematuras", advirtió el Dr. Gregg C. Fonarow, profesor de cardiología en la Universidad de California, en Los Ángeles. "Este estudio cuantifica cómo la presencia o ausencia de ciertos factores de riesgo cardiovasculares en la mediana edad influencia la longevidad".Tres factores de riesgo modificables, el tabaquismo, la presión arterial alta y el colesterol alto, parecieron ser los más peligrosos, señaló Fonarow.
"Los individuos que eligen no tratar ni controlar estos importantes factores de riesgo cardiovasculares deben reconocer que al vez estén renunciando, en promedio, a hasta diez a quince años de vida al hacerlo", señaló. "Hay que hacer más por identificar, tratar y controlar a los factores de riesgo cardiovascular importantes para reducir la carga global de eventos cardiovasculares y muertes cardiovasculares prematuras".
Aunque este estudio se llevó a cabo en Inglaterra, el problema tiene una igual prevalencia en EE. UU. Por ejemplo, un estudio reciente que aparece en la edición en línea del 14 de septiembre de la revista Circulationencontró que tras décadas de avance constante contra la enfermedad cardiaca, la afección parece lista para resurgir. El estudio encontró que apenas 7.5 por ciento de los estadounidenses están ahora en zona segura cuando se trata de los factores de riesgo de la enfermedad cardiaca.
Le epidemia actual de obesidad en EE. UU. podría tener gran parte de la culpa de este empeoramiento, añadieron los investigadores. "Nuestros resultados plantean la inquietud de que un perfil de riesgo cardiovascular que empeora en la población podría potencialmente llevar a aumentos en la incidencia y prevalencia de la enfermedad cardiovascular", advirtió el investigador principal, el Dr. Earl S. Ford, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. "Los aumentos potenciales en la enfermedad cardiovascular y la diabetes podrían afectar a los costos médicos del país".
Fuentes
Robert Clarke, M.D., reader in epidemiology, University of Oxford, UK; Gregg C. Fonarow, M.D., professor, cardiology, University of California, Los Angeles; Sept. 18, 2009, British Medical Journal.
Lic. Carmela Fernandini Artola
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