MARISTAS BOYS 78

LA HERMANDAD DE LA PROMOCIÓN PABLO VI

Son tantos años que tocamos puertas y nos abren, que llegamos al corazón de cada uno de los integrantes de la séptima promoción del Maristas San Juan, y encontramos eco. Claro está, "muchos son los llamados, pocos los elegidos..." así como reza el dicho, no siempre las puertas están permanentemente abiertas, como en cada grupo grande. Lo que sí podemos afirmar tajantemente, es que en los últimos siete años, "la hermandad" se ha visto fortalecida. Sin llegar a ser una logia, clan, club, secta o lo que se parezca, LOS MARISTAS BOYS 78 han comprendido su rol dentro del grupo y su papel en relación al universo de los exalumnos del Manuel Ramírez Barinaga, participando activamente en cada convocatoria o evento que se programa.

Han transcurrido trentiún años que dejamos las aulas y parece mentira que la gente se siga viendo con ese optimismo de siempre, más aún, ahora embebidos de sabiduría, madurez y compromiso con la sociedad. Si bien es cierto que algunos de nosotros no nos hemos perdido el rastro desde 1978, desde el 2002 el grupo se consolida y desde entonces está haciendo historia no solo entre nosotros y nuestras familias, sino que ha trascendido de nuestro círculo, que era lo que buscábamos en un principio. Actividades de toda magnitud, clase y envergadura hemos experimentado como promoción y donde hemos estado, también, se ha dejado huella. Al escribir esto, recogemos el sentir de los nuestros y de otras personas que ven de cerca nuestro accionar. Como saben, no es todo diversión y entretenimiento en lo que se proyecta; cuando se ha tenido que convocar para la realización de alguna actividad social, la gente siempre se "puso de pie" y es que el corazón de sus miembros siempre será más grande que solo el recuerdo de haber estudiado juntos alguna vez.

En este último encuentro en casa de Ricky Fernández, se puso bien en claro quienes somos, que queremos y hacia donde vamos. El grupo al que pertecemos es sólido, pero más que hacer un balance de todo lo realizado hasta ahora, el motivo de esta nota es motivar y exhortar a los pocos compañeros que todavía no encuentran la vía, el camino y la forma de integrarse al grupo. No nos quedemos con lo vivido, con las experiencias del pasado, con las "chapas", los complejos y miedos, con los "traumas" de los profesores. Las cosas han cambiado, somos hombres que revivimos al "niño" cada vez que nos encontramos; la relación entre nosotros es otra, y es por eso que no pueden permanecer ajenos a lo que hacemos.

Vamos rumbo hacia la celebración de nuestras Bodas de Coral, cuando celebremos los treinticinco años de egresados, nos encontraremos con una mejor predisposición gracias a que el vínculo que nos une como maristas, crecerá año tras año si nos proponemos. Este 17 de octubre un grupo de nosotros estará representándonos en la celebración de la Presencia Marista en el Perú. Seremos testigos -junto con otros colegios maristas- de una Cena de Gala por el Centenario de la venida de los Maristas al Perú. Hacemos votos para que ese día toda la Familia Marista esté de fiesta en torno a ese espíritu inquebrantable que existe en cada marista.

Paco Cárdenas Linares