La gente que suele estar feliz y entusiasta es menos propensa a desarrollar una enfermedad cardíaca que aquellos que tienden a la tristeza, dijeron expertos el jueves, que indicaron que fomentar las emociones positivas podría ayudar a reducir los riesgos cardíacos. Investigadores estadounidenses dijeron que su estudio observacional era el primero en demostrar una relación independiente entre las emociones positivas y las enfermedades coronarias cardíacas, pero subrayaron que se necesitaban más trabajos antes de emitir recomendaciones para un tratamiento.
"Necesitamos desesperadamente ensayos clínicos rigurosos en este área", escribió Karina Davidson, del Centro Médico de la Columbia University, en el estudio publicado en el European Heart Journal. "Si los ensayos respaldan nuestros descubrimientos, entonces estos resultados serán increíblemente importantes para describir específicamente qué pueden hacer los médicos y/o pacientes para mejorar la salud", agregó.
La enfermedad cardíaca es la principal causa de muerte de hombres y mujeres en Europa, Estados Unidos y la mayoría de los países industrializados. Junto con la diabetes, la enfermedad cardíaca representó el 32 por ciento de todas las muertes alrededor del mundo en el 2005, según la Organización Mundial de la Salud.
Durante 10 años, Davidson y su equipo observaron a 1.739 hombres y mujeres que participaban en un amplio estudio de salud en Canadá. Enfermeras especializadas evaluaron el riesgo de enfermedad cardíaca en los participantes y midieron emociones negativas como depresión, hostilidad y ansiedad, así como emociones positivas como alegría, felicidad, emoción, entusiasmo y satisfacción, conocidas colectivamente como "afecto positivo".
Los investigadores clasificaron el "afecto positivo" en cinco niveles que iban desde "ninguno" hasta "extremo" y encontraron que en cada nivel el riesgo de enfermedad cardíaca caía un 22 por ciento. Davidson, quien lideró la investigación, dijo que sus descubrimientos sugirieron que sería posible ayudar a prevenir la enfermedad cardíaca incrementando las emociones positivas.
"Los participantes sin afecto positivo tenían un 22 por ciento de riesgo más alto de (...) ataque cardíaco o angina (...) que aquellos que tenían poco afecto positivo, que por su parte tenían un riesgo un 22 por ciento más alto que aquellos que tenían un afecto positivo moderado", escribió."También descubrimos que si alguien que era habitualmente positivo tenía síntomas depresivos en el momento del estudio, esto no afectaba su riesgo general de enfermedad cardíaca", agregó.
Fumar, tener sobrepeso, antecedentes de problemas cardíacos en la familia y la presión alta son tradicionalmente considerados importantes factores para la enfermedad cardíaca, pero algunos estudios también han vinculado cosas como la inteligencia y los niveles de ingresos con esta dolencia.
Una investigación publicada la semana pasada halló que la inteligencia se ubica en segundo lugar detrás del hábito de fumar como un vaticinador de enfermedad cardíaca. El equipo de Davidson dijo que una razón posible para la relación entre la felicidad y el riesgo cardíaco podría ser que las personas que están más felices tienden a tener períodos más largos de descanso o relajación y podrían recuperarse más rápidamente de eventos estresantes y no pasar mucho tiempo "reviviéndolos".
Lic. Carmela Fernandini Artola
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