Pascua de Resurrección: "Cristo ha resucitado!"

Los cristianos vivimos una gran alegría: recordamos un acontecimiento que se dio en el tiempo pero que se actualiza en cada momento de la existencia: Cristo ha resucitado. Su resurrección demuestra que Dios es vida, que la muerte es vencida por la vida. Este acontecimiento es la razón de nuestra fe: como señala Pablo en su Primera carta a los Corintios (15, 14) "Si Cristo no ha resucitado, tanto mi anuncio como la fe de ustedes no tiene sentido" Si nuestra esperanza en Cristo no va más allá de esta vida, somos los más miserables de todos los hombres. Pero no, Cristo ha resucitado de entre los muertos.

María Magdalena, María de Nazaret, los apóstoles, cientos de discípulos vieron al resucitado, y dieron testimonio de esa resurrección, la mayoría a costa de sus vidas. ¡Nosotros también somos testigos de la resurrección de Cristo! Lo somos cada vez que con nuestros hechos celebramos y difundimos la vida. Cuando en nombre de Cristo enseñamos al que no sabe, compartimos de lo nuestro con el que no tiene, corregimos al que yerra, amamos, vamos a Laderas, evitamos abusos, construimos la justicia, curamos a los enfermos, criamos a los hijos, edificamos un ambiente de familia feliz.

No tengamos nunca vergüenza de proclamar nuestra fe. Y que nuestro anuncio vaya siempre precedido por el signo que dará credibilidad a nuestras palabras: celebremos la vida. Termino la editorial con el saludo de los cristianos ortodoxos en el tiempo de Pascua:

¡CRISTO HA RESUCITADO! . ¡EN VERDAD HA RESUCITADO!

Juan Borea Odría