UNA CRISIS POLÍTICA QUE TIENE FONDO
A propósito del "Lópezmenesesgate"
Con el caso López Meneses el país ha vivido una crisis política que aparentemente se habría cerrado con la juramentación del Ministro del Interior y la presentación del nuevo gabinete; lamentablemente no es así, pues la crisis tiene un trasfondo mucho más profundo, que se ha ido generando a lo largo de muchos años pero que tuvo su momento de expansión en la dictadura de Fujimori y no ha sido adecuadamente eliminada. Si no se ataca a este trasfondo, en poco tiempo surgirá una nueva crisis que volverá a jaquear a nuestras autoridades como personas y a la democracia como sistema.
En el trasfondo hay muchas causas, de las cuales comentaremos sólo algunas. Una de ellas, qué duda cabe, es la corrupción de muchos funcionarios públicos. Otra es la debilidad de las instituciones en general, de todo tipo, las que al ser débiles no lideran ni contienen a las personas que las integran. Otra es la inexistencia de partidos políticos reales (la mayoría de los que hay son sólo agrupaciones de intereses) que intermedien con la sociedad, y que junto con una nefasta legislación electoral permiten ingresar a la actividad política a individuos que quieren lucrar y no servir al país. Papel preponderante en esta crisis la tienen gran cantidad de las personas que son actores en los poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo, Judicial) pues con su incapacidad y defensa de intereses particulares no ayudan, sino más bien crean los problemas. Juega también un rol una economía sustentada en gran parte en actividades ilegales (lo de informal es ya un eufemismo) como la producción de droga, la extracción de oro, la tala indiscriminada, por señalar algunos, a las que el Estado no tiene capacidad de controlar.
No se trata de lamentarnos; se trata de tomar conciencia que el Perú requiere una acción decidida de los que lo aman y anteponen los intereses de la Patria a los particulares. Gran parte de las causas citadas en el párrafo se desarrollan porque encuentran una ciudadanía desmotivada, desinformada y desmovilizada que deja campo libre para la acción de las fuerzas del mal. Tras la toma de conciencia tiene que venir la decisión de actuar desde ahora en los niveles que estén a nuestro alcance; algunos podrán actuar a nivel nacional, otros regional, local, familiar, colegial, laboral, amical. Toda acción es necesaria antes que el país entre a un despeñadero del que será luego muy difícil salir.
Juan Borea Odría
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