CRÓNICAS MARCIANAS
EL TRAYECTO
Parte 2: Conociendo al gusano.
Después de todos los esfuerzos para que el bus esperara a los “pituquitos de surco”, bien bautizados por Elián Karpa, enrumbamos hacia la ciudad de Oxapampa; el bus era muy bonito y espacioso y la distribución de los asientos era: Memín con Paquin, (siempre se repite esta fórmula), ¿Por qué será?; Percy Tena con Octopus, Cesar con Miguel Contreras, Mario Domínguez con Buhito; Riqui con soledad y su servidor Miguel Gazu con Mayito, un gran cambio considerando el viaje anterior que me senté con Velarde el popular “por donde estamos”.
Y empezó la subida y comenzaron a circular los calienta cuerpos que los habíamos preparado en casa de Pulpin. La música de los 80’ a todo volumen de la rockola portátil de Percy nos hacía presagiar un viaje tranquilo y sin novedad, pero, la altura y los efectos alienígenos del trago espectacular que preparamos dieron por resultado la creación de un ente infernal bautizado inmediatamente como el gusano (MIB). Esta nueva aparición en los viajes de Maristas boys sólo pudo ser creada por una mente como la de Spielberg o Tarantino e interpretada por Boris Karlof o Anthony Hopkins.
Nuestro acompañante se paseaba por todo el bus como pedro por su casa, bailando, chupando y creando un ambiente tenso que ni siquiera llegando a Ticlio se pudo calmar. Subía, bajaba, subía otra vez, bajaba de nuevo de los dos niveles del transporte creando el pánico en su paso, salud, salud, que viva la juerga, gritaba, hasta que se metió al baño y como el camino estaba lleno de curvas comenzó a rebotar entre las paredes del pequeño cubículo como pelota de frontón, los pasajeros gritaban “que bajen a ese borracho”, que lo castren, pónganle un enema de sal de andrews.
Por nuestra parte, Cesar lo buscaba para pegarle, Miguel lo buscaba para chupar con él; hasta que bajo otra vez al baño, golpeo la puerta una, dos, tres, diez veces y nadie salía, córtala gritaba el gusano con /*-+=/%$•” abre la puerta, ya no aguanto, patada tras patada hasta que abrieron la puerta, era el chofer auxiliar que exaltado le pregunto porque tocaba la puerta de la cabina del chofer y que si no dejaba de joder lo expulsarían del ómnibus. El gusano se quedo tranquilo, parado en la escalinata, hablando con sus fantasmas y de pronto….
A la media noche y más de 4 mil metros el bus paro y abrió sus puertas, espero unos segundos y cerró la puerta y prosiguió su marcha, esta acción la repitió por cuatro veces pero el gusano muy astuto no cayó en la trampa “estaré zampado pero no soy cojudo” lógica que le salvo el pellejo porque nica lo íbamos a rescatar por que también queríamos desaparecerlo por las cojudeces que estaba haciendo.
Ya iba a amanecer y estábamos llegando a Oxapampa y la gente se empezaba a despertar. Memin se desempiernaba, Pulpin terminaba de recoger una arete que se le cayó entre las piernas de Percy; Yo termine de llenar la segunda bolsa de emergencia del viaje, me pare y me pude a buscar por todo el bus pero no lo encontré, había desaparecido; así como vino se fue.
Dirigiendome hacia el hotel pensaba en esa extraña criatura mezcla del doctor Jekyll y el señor Hyde que no me dejo dormir ni 15 minutos y que tal vez algún día la vuelva a ver.
Continuará..
Su amigo Gazú
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