Creo que el viaje que tuvimos los integrantes de la promoción Pablo VI al departamento de Ica en 1976, ha significado la mejor experiencia que los Maristas Boys recuerdan del tiempo de colegio hasta la fecha. Nuestras edades bordeaban los 14 y 15 años en la gran mayoría y significó la mejor puerta de entrada a la tutoría del profesor Felix Sumari.
Sin temor a equivocarme significó también una de las pocas veces que nuestros padres de familia del salón trabajaron de manera coordinada con el tutor y con el colegio para la realización de este paseo que implicaría muchos aspectos en nuestra formación, entre ellos, el deportivo, cultural, social y de entretenimiento.
Este artículo no pretende ser un relato cronológico de lo acontecido durante el paseo, ni entrar en muchos detalles, tan solo describirlo. Ya existirán en el futuro oportunidades para detallar algunos pasajes del mismo.
Fueron muchas semanas de planeamiento de la comisión de padres con nuestro profe Sumari. Se tenían que hacer pagos en armadas para solventar los gastos del viaje y la mesada que recibiríamos en los tres días que duraría la experiencia. Nos acompañarían en aquella vez, el Hno. Mariano (Mr. Lacoste, en alusión a su preferencia en vestir polos de esta marca francesa. También conocido como El Hermano Cormofitas, por la manera de pronunciar esa palabra), representando a los padres de familia el Sr. Victor Uribe (Mr. Condor, por razones obvias) y por supuesto nuestro tutor Felix Sumari (apodado como el Verdugo, dada su afición por "rebanar cabezas" en los exámenes) Este trio muy peculiar serían los que den las pautas durante todo el viaje.
Como olvidar la sacada de madre que nos dieron al jugar un partidito de fulbito en Pisco contra un colegio de la zona de nombre "Don Jose de San Martín", nuestras "mejores armas", un combinado de lo mejor de "Las Estrellas" y los "Tigres de Bengala" hicieron el ridículo en la goleada que nos propinaron, por ahí alguien iluso se atrevió a decir que era por la altura -jajajaja- Pero no todo fueron malas noticias, también están en mi mente grabadas las escenas en el oasis conocido con el nombre de "La Huacachina", enclavada entre enormes dunas de fina arena. La Huacachina fue en antaño (1920 a 1950) un balneario de alcurnia, al que acudían los iqueños en procura de los beneficios curativos de sus aguas sulfurosas, lugar donde Sumari se lavó la cabeza argumentando que la laguna tenía propiedades curativas y detenía la caída del cabello, el tiempo le dió la razón al profe, actualmente posee mas pelo que yo. Otra anécdota de aquel encuentro con la naturaleza del desierto fue la apuesta que hicieran Carlos Orderique y Pepe Candiotti. El gordo Candiotti le apostó al "caballo loco" que no podría subir cuesta arriba corriendo la colina adyacente al lago. Carlitos ni corto ni perezoso aceptó el reto de subir y bajar en 5 minutos por 100 soles -eran 100 de los de antes- practicamente la mesada de un día de viaje. Para la sorpresa de Pepito Candiotti, el loco Orderique llegó a cumplir el desafío en 4 minutos y medio. Sin inmutarse Pepe alegremente le hizo entrega del premio y el vencedor hasta besó el billete de alegría.
En Paracas tuvimos contacto con la cultura. Visitamos el Museo de sitio, en donde Walter tuvo una experiencia muy singular con su pasado, que casi decide quedarse a vivir allí. Mantos Paracas, necrópolis, craneos trepanados, algunos huaquitos fueron las imágenes que recuerdo hasta hoy de aquel lugar. En el restaurante nos sirvieron comida fría y con arena que a muchos nos llevó al baño muy seguido horas después. Durante el regreso en el bus contratado el profesor Sumari nos explicaba sobre la llamada "Paraca viajera" que no viene a ser sino vientos fuertes del litoral frente a Pisco con velocidades máximas de 32 kms/hora, "son vientos muy pocas veces vistos a menudo y somos muy afortunados de experimentar este fenómeno", nos decía "el verdugo" en aquel entonces.
En la ciudad de Ica, nos establecimos en el Colegio Nacional San Luis Gonzaga, donde pernoctamos muy alegremente por la noche. Recorrimos la ciudad por grupos, muy lejos de la mirada de los "tutores". Me acuerdo que fuimos a ver la película titulada "Carambola" en donde los actores Terence Hill y Bud Spencer nos hicieron reir por casi dos horas con sus ocurrencias, esto sucedió en el antiguo cine REX, que actualmente es templo evangélico. Situaciones anecdóticas también pasaron, como por ejemplo la "desaparición" del chino López y el sapo Pinedo por unas horas, cuando camino al cine por la avenida Manzanilla se evaporaron de aquel gran grupo de nosotros que se dirigía hacia el cine. Ellos iban siempre al final y cuando nos dimos cuenta, ya no estaban con nosotros ¿? Las chicas de la zona sabían que no éramos del lugar y nos lanzaban algunas miraditas invitadoras, situación que el "maestro" Santillán aprovechó para seguir a alguna de ella -en ese tiempo Luchito Sayán todavía no había iniciado su profesión de cirio- Otros sin embargo aprovechaban por comprar algunos dulces y golosinas propias de la zona como las deliciosas "revoluciones calientes"; machacados de membrillo; exquisitas tejas -ojos y oídos Julián- postre entrañable con limón seco, higos o pecanas, rellenos con manjar blanco y cubiertos de azúcar; el frijol colado, a base de esta menestra, azúcar, leche, ajonjolí y canela molida; o las modestas pero apetitosas chapanas, elaboradas con harina de yuca y chancaca.
Uno de los lugares que visitaríamos en nuestra travesía por el sur eran bodegas de vino propias del lugar, aquellas que albergaban tradición y calidad en los productos que producían a base de la vid, fruto de los dioses. Recuerdo con cariño a Don José Malatesta, propietario en aquellos tiempos de La Bodega San José. Realmente ahora se habla de un auge en el llamado "Enoturismo", sin embargo antes no existía sino muy pocas bodegas de prestigio como la mencionada además de Tacama, Ocucaje, Vista Alegre -ojo Hugo- y algunas bodegas artesanales. Al anciano señor Malatesta le apodamos como el "abuelito de Pepe Candiotti" por el parecido, éste muy amablemente nos llevó a recorrer las instalaciones de su Hacienda-bodega y nos dió a probar de los productos que vendía. Pude ver al hermano Mariano empujarse más de una vez copas de rico Pisco Italia, al profe Sumari casi "enuvado" con el vino moscatel y al señor Uribe deleitado con la dulce e inmadura "cachina". No se nos permitió mucho la degustación, pero si que compraramos botellas de lo que producían. Creo que me llevé a Lima algunas botellas de vino de misa, vino moscato y pisco quebranta. Al final ninguna botella llegó a mi casa, todo se quedó en el camino de regreso. No me olvidé las botellas en algun lugar, lo que pasa que las consumí con los amigos camino de regreso a Lima. Como olvidar el delicioso vino de misa para mí en aquel entonces lo mejor tomado, ahora no lo es tanto. Fue tanta la tranca que me dí que solo recuerdo que bajé del bus en el puente Alipio Ponce -puente ubicado en la entrada sur de San Juan- y caminé en zigzag hasta la casa, me abrieron la puerta y caí de bruces en el sofá, fue mi primera vez de borracho.
Una de las cosas que también recuerdo y que siempre evoco fue a la hora de dormir en el colegio. "Los socios de la conquista" como llamamos a Sumari, Gaite y Uribe no se quedaron durante la noche en el colegio. Nos dijeron que se iban a la dirección y que allí iban a descansar. Los muy pendencieros se habían ido a un hostal para dormir mas cómodos. Nos enteramos de eso cuando a mitad de la noche César Lizano, el popular "Mayito" cae enfermo y volaba en fiebre. Walter, el chino López, Gustavo y yo revisábamos todos los ambientes del colegio llamando al inísono "Sumarí...Mayito está mal...Mayito se muere...!", nunca obtuvimos respuesta. Con vela en mano y alguna linterna caminábamos por los oscuros y lúgubres pasillos del colegio, con algo de temor a la oscuridad de la noche, ya que nos habían cortado el fluído eléctrico. López estuvo aquella noche de socorrista y muy dispuesto a ayudar. Luego de acomodar las cobijas a Carlitos Rodríguez para que pueda dormir -Carlos tenía el brazo enyesado por un accidente anterior- veló toda la noche el sueño de Mayito colocándole paños de agua fría encima de la frente y dándole de beber agua cuando era necesario. También como olvidar las ocurrencias de Luis "Ricky" Fernández a la hora de dormir. Éste caminaba a lo largo del gran cuarto que nos habían dado, con frazada en mano nos decía: "Callense carajo y dejen dormir...!" se ubicó en medio de la habitación y a manera de fardo funerario, sentado en el centro del cuarto se quedó dormido después de muchas horas de "gramputear" a medio mundo. El pleno se durmió gracias a la "colaboración cultural" de Walter Palomino y su radiograbadora National-Panasonic -aparato que era lo último en tecnología en aquellos años y con mucho esfuerzo su abuelita Inés le había regalado- me acuerdo que fue el primer modelo en tener la bondad de retroceder la cinta cassette automáticamente sin mover ningún botón, otra característica era el buscado automático de canciones, pero lo que más sorprendía era la ventaja de programar su apagado en función "sleep" nunca antes experimentada. Nadie podía dormir tranquilo y le pedimos todos a Palomino que ponga música clasica -esa que Walter gustaba hasta el extremo de "llegar al climax"- "Walter...pon tu música clásica..!!!!...esa huevada nos va hacer dormir...!!" Y así fue, hasta el mismo loco Palomino se quedó dormido de corrido hasta el día siguiente.
Muchas cosas más sucedieron en aquel viaje que quizás en un futuro se relaten con mayor detalle, como la anécdota de "Arena blanca mar azul", "La historia de Los Carpenters y el Chino López", "Perdidos en Ica: Mr. Sapo y su acompañante", "El miembro duro de Carlitos Rodríguez", "Se muere Mayito..!", etc. A falta de un viaje tradicional de promoción creo que Los Maristas Boys 78 no les quedó que conformarse con este viaje por el sur que significó mucho para nosotros y que recordamos como una grata experiencia.
P.D: Lamentablemente no existen documentos fílmicos ni imágenes originales de aquel paseo en nuestros archivos, sin embargo haremos lo posible para rescatar algunas fotografías que fueron tomadas por la comisión que nos llevó a Ica. Quizás en el futuro y en el espacio la Máquina del Tiempo sean publicadas.
Paco Cárdenas Linares
Qué gran historia, algunas cosas ya me había olvidado. Vuelvo a entrar despues de meses al Maristas Boys 78 y está mejor que nunca.
ResponderEliminarwow, cuantos años de eso, tienes muy buena memoria, Ese viajecito estuve muy bueno.
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