domingo, 24 de marzo de 2013

 
LA SANTA PASIÓN DE JESUCRISTO
"Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen"
Por el P. Clemente Sobrado



San Lucas  23,  1 - 49. Hacemos lectura abreviada:

Cuando Herodes vio a Jesús se alegró mucho, pues hacía largo tiempo que deseaba verle, por las cosas que oía de Él y esperaba presenciar alguna señal que Él hiciera. Le preguntó con mucha palabrería, pero Él no respondió nada. Estaban allí los sumos sacerdotes y los escribas acusándole con insistencia. Pero Herodes, con su guardia, después de despreciarle y burlarse de Él, le puso un espléndido vestido y le remitió a Pilato. Aquel día Herodes y Pilato se hicieron amigos, pues antes estaban enemistados. Pilato convocó a los sumos sacerdotes, a los magistrados y al pueblo y les dijo: "Me habéis traído a este hombre como alborotador del pueblo, pero yo le he interrogado delante de vosotros y no he hallado en este hombre ninguno de los delitos de que le acusáis. Ni tampoco Herodes, porque nos lo ha remitido. Nada ha hecho, pues, que merezca la muerte. Así que le castigaré y le soltaré." Toda la muchedumbre se puso a gritar a una: "¡Fuera ése, suéltanos a Barrabás!" Pilato les habló de nuevo, intentando librar a Jesús, pero ellos seguían gritando: "¡Crucifícale, crucifícale!"

Reflexión

Queridos amigos, hoy damos comienzo a la Semana Santa. Este Domingo es conocido como Domingo de Ramos; sin embargo, litúrgicamente se le llama "Domingo de Ramos en la Pasión del Señor". Lo de Ramos queda reducido una pequeña celebración previa a la Misa porque la Misa es de Pasión, de tal forma que en ella se lee la historia de la Pasión de Jesús.

Todos corremos dos peligros. Darle tanta importancia a los ramos que oscurezca la Pasión o bien quedarnos a lo largo de esta semana con esa pasión dolorosa y externa. Yo desearía hablar de la otra pasión, esa que no ven los ojos pero que termina siendo más dolorosa que la física. Se trata de esa Pasión que Jesús tiene que sufrir interiormente. La vamos a resumir en tres experiencias dolorosas:
 
La Pasión de la frustración y la oscuridad.
La Pasión de la propia identidad.
La pasión de la negación de Dios.

La Pasión y la Cruz debieron de ser para Jesús como una tremenda frustración y oscuridad, sobre todo, para aquellos que le seguían y habían puesto en él sus esperanzas. Todo parecía que su vida había sido un engaño, un iluso en el cual no vale la pena creer.

Además, Jesús debió de sentir algo mucho más profundo. La Pasión y la Cruz eran como la negación de su propia identidad. Todo había sido pura pantalla. Y ahora la Pasión y la Cruz lo desnudan de su propio ser.

Finalmente, la Pasión y la Cruz eran como la negación de lo que quería revelar: la negación de Dios. La negación del Padre. ¿Dónde está Dios en la Pasión?

Para ello necesitamos cerrar un poco los ojos y mirar y experimentar con el corazón. Por fuera todo parece fracaso; sin embargo, la verdadera savia va por dentro. Esto solo lo lograremos mediante el silencio y la contemplación.
 
Fuente
La Iglesia que camina

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si deseas, déjanos tu comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

TODA LA INFORMACIÓN SOBRE EL PERÚ