POR QUÉ BUSCAN ENTRE LOS MUERTOS AL QUE ESTÁ VIVO?
El Señor ha resucitado!
Al amanecer las mujeres fueron al sepulcro con los aromas que habían preparado, y encontraron la piedra del sepulcro retirada a un lado. Entraron, pero no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. Estaban sin saber qué hacer cuando dos hombres se presentaron ante ellas vestidos con ropas deslumbrantes. Llenas de miedo, hicieron una profunda reverencia. Ellos les dijeron: ¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado. (Lucas 24, 1-6).
Si una fiesta debemos celebrar los cristianos es la Pascua: en la muerte de Jesús por ser fiel a la Buena Noticia del Reino de Dios y en su Resurrección que al vencer la muerte muestra su poder divino está la clave de nuestra fe.
Jesús está vivo, y está presente en todos quienes a pesar de nuestras deficiencias personales hemos aceptado su llamado e intentamos continuar su camino. Tenemos entonces que contagiar esa vida a quienes nos rodean. Nuestro Señor es el Dios de la Vida, y su resurrección lo hace patente; es entonces nuestra misión dar vida a todos quienes nos rodean, ser testigos de su resurrección no por un prurito del “buen ejemplo”, sino por la necesidad de compartir la inmensa alegría que nos da sabernos amados por Dios, y salvados para siempre por ese amor.
Para ser testigos no necesitamos ser perfectos; es suficiente con haber reconocido su llamado, haberlo aceptado, compartir su lucha por hacer de éste un mundo mejor, y sentir el gozo de ser discípulos.
¡EL SEÑOR HA RESUCITADO!
Juan Borea Odría
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