sábado, 20 de julio de 2013

 
NUESTRO RECHAZO A LA REPARTIJA
Una puñalada a la democracia 
 

Como institución que forma personas dignas y ciudadanos del Perú expresamos nuestro más enérgico rechazo al tráfico que han realizado los partidos mayoritarios del Congreso para elegir a los integrantes del Tribunal Constitucional y la Defensora del Pueblo. Este pacto nauseabundo en el que se ha buscado tener personas adictas sin importar la calidad de las personas y el respeto a las instituciones afrenta a la ciudadanía y echa un baldón más al decaído prestigio de los componentes del actual Congreso.

Es fundamental para la democracia la vigencia de instituciones sólidas en la cuales los ciudadanos puedan confiar y que intermedien entre las personas y el poder. Cuando éstas se debilitan, se abre el camino al abuso, la corrupción y posiblemente a la dictadura. Eso es lo que hizo de modo sistemático la dictadura de Fujimori y Montesinos para mantenerse en el poder: mantener la fachada de las instituciones pero corrompiendo a sus integrantes de modo que fueran funcionales a sus oscuros designios. Y esa intención es lo que ahora deja entrever esta negociación que la ciudadanía consciente repudia.

El espíritu de la norma al pedir un alto número de votos para elegir los integrantes de estas instituciones es lograr un consenso sobre personas dignas, probas, que por su personalidad, ética y capacidad profesional no van a ceder ante las presiones del poder; no es separar cupos en base a la cantidad de curules. Se podrá argüir que la elección es legal; aunque hay quienes discrepan con esta apreciación porque se debía votar por personas y no por “listas”, supongamos que fue legal. Pero lo que no tiene es legitimidad; e instituciones como el Tribunal Constitucional y la Defensoría del pueblo, que deben verificar que las leyes sean fieles a lo dispuesto por la Constitución y defender a los ciudadanos ante el poder respectivamente, deben estar integradas por personas que tengan el reconocimiento social indispensable para ejercer el cargo.

Exigimos que se anule todo este proceso y se vuelva a elegir a los integrantes buscando profesionales del derecho probos y con dignidad, que hay muchos en el Perú aunque no sean funcionales a los intereses ocultos que ha habido detrás de esta elección. E invocamos a todas las instituciones y ciudadanos a expresarse de diversas maneras para que esta maniobra sea derrotada por la presión popular.

Juan Borea Odría

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