EL EFECTO PIGMALIÓN
Tener amplias expectativas en las personas con las que nos relacionamos
Un antiguo mito griego relata que un escultor llamado Pigmalión hizo una escultura (Galatea) de la cual se enamoró perdidamente. Tal era su amor que la trataba como si estuviese viva; y al ver la diosa Afrodita ese amor, le da vida a la escultura. Este mito presta el nombre a un efecto sicológico ampliamente estudiado, el cual concluye que las expectativas que se tiene sobre una persona o un grupo influyen fuertemente y desencadenan energías que hacen que esa persona o grupo tienda a cumplir esas expectativas.
Para que el efecto Pigmalión se cumpla se requieren tres factores: creer firmemente en algo, tener la expectativa que éste se va a cumplir, y emitir mensajes sinceros animando a la consecución.
Este efecto funciona tanto en lo positivo como en lo negativo; es decir, si hay fuertes expectativas de signo positivo, habrá una energía hacia la construcción y éxito. Pero de tener signo negativo, habrá una energía hacia la destrucción y el fracaso. Actúa tanto por la energía mental del que cree en otro, como por la energía de la persona o grupo en cuestión, que se ponen en juego para adaptarse de manera inconsciente a lo que se espera de él.
Valdría la pena que profesores y padres hiciésemos una revisión de esta teoría y revisáramos la manera como nos dirigimos a nuestros alumnos o hijos. Muchas veces los impulsamos, otras los sepultamos. De igual manera los chicos y chicas deberían reflexionar sobre qué expectativas tienen sobre sus compañeros; por ejemplo poner “etiquetas” negativas es algo frecuente que impide que los compañeros crezcan.
En mi estilo de educar, siempre he creído en la posibilidad de crecimiento de las personas; a pesar que a veces hay indicios negativos, he tratado de dar oportunidad, y por tanto también de exigir. Siempre he creído en dar retos y la experiencia me dice que voy a encontrar quiénes los acepten y asuman. Por ejemplo cuando invitamos a participar el lunes 22 en la marcha por la dignidad, o cuando invitamos a hacer caminatas largas, o a ser solidarios en algo. No en vano es “Todo está en el estado mental”.
Por ello, desde esta experiencia larga de 43 años de maestro, invito a todos a tener amplias expectativas en las personas con las que relacionamos. Esto las mejorará a ellas, pero también hará mucho más rico y positivo el entorno en el cual vivimos.
Juan Borea Odría
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