MARISTAS BOYS 78

 LA BOLICHERA

El Por qué del nombre del paradero.

Quién no recuerda haber dicho "baja en la bolichera", "nos encontramos en la bolichera", "me esperas en la bolichera", "te estoy esperando en la bolichera", etc.

Para los que vivimos en el sur de la ciudad conocemos ese barquito de tamaño natural en la cual existía una agencia o sucursal de ventas de una o más marcas de vehículos CENTRO AUTOMOTRIZ LA BOLICHERA (Crysler / Dodge / Suzuki). Sus oficinas y ambientes de atención al público estaban distribuidas por todo su interior, alguna vez entre a darme un paseo como jugando, estoy seguro que también alguno de ustedes también lo hizo. Nosotros crecimos con ella, aunque seguía intacta en su mismo lugar solo le daban unas cuantas manos de pintura y ya estaba lista nuevamente, incluso aunque no esté pintada se le veía bella, pues aquellos que nos gusta el mar, la veíamos con agrado verla en tierra algo que debía estar navegando.

Esta bolichera privilegiada, observadora de un sinfín de anécdotas, fiel y silenciosa cómplice de cuanta conquista amorosa se dió frente a ella, testigo de una infinidad de amores y desamores. Esta bolichera ubicada al final de la Avenida Tomas Marsano en un sitio clave justo unos 100 metros antes de la bifurcación del puente Atocongo de la carretera hacia el Cono Sur y la Panamericana Sur, sitio referencial para poder tomar el camino al sur del Perú. Se hizo solito un paradero privilegiado, paso obligado de los que veníamos del centro de Lima hacia nuestros hogares, después de pasear, de estudiar en la universidad, de trabajar, etc…incluso utilizado como punto de reunión de muchos excursionistas antes de salir de la ciudad, así mismo ciclistas antes de emprender su travesía por las playas del sur, como también motociclistas y automovilistas para salir de Lima. Y ni que decir en verano chicas y chicos aprestándose para ir a veranear al sur.

Con el tiempo este lugar fue utilizado como punto de reunión de trabajo de alguna tarea escolar o universitaria o de instituto. Punto de reunión para ir a jugar pelota, etc. Incluso ara citarse con alguna enamorada, cuantos y cuantas no conocieron ahí algún o alguna enamorado o enamorada y con el tiempo hasta llegaron al altar. Luego las oficinas de la concesionaria cerraron, creo que se trasladaron a otro lugar, pero la bolichera quedo ahí, algo descuidada, pero bella para los que la apreciábamos.

Paso el tiempo era común que al llegar al sur nos saludara esta bolichera en la mañana y nos deseara buena suerte al empezar el día en lo que vayamos hacer y nos recibía con un saludo al regresar de una jornada diaria. Pero un día en particular que regresaba en transporte público, bajé del ómnibus y vi gente reunida, pensé en algún accidente, algo ha pasado, alguna vedette se está calateando, o alguien está haciendo piruetas, No. Estaban observando como desocupaban lo poco que quedaban de las oficinas de esta bolichera y desarmaban el cerco que débilmente la protegía. Toda la gente se preguntaban que irán hacer con ella, la desarmarán, la harán leña, la botarán.... Nadie sabía nada, lo que si sabían era la tristeza que tenían porque ya no la volverían a ver, tenían clavado un puñal en el corazón por ya no saber lo que le pasaría aquella amiga entrañable que nunca reclamó nada y fue testigo de tantas cosas que ocurrieron frente a ella y que siempre silenciosa como una celestina estaba. En ese momento me vino a la memoria una película italiana, en la que todo el pueblo, hombres, mujeres niños y sobre todo viejos mirando y llorando cuando demolían el cine que tanto había dejado en sus vidas, me refiero “Cinema Paradise” (1988) o “Nuovo Cinema Paradiso” de Giuseppe Tornatore, los que la vieron seguramente estarán recordando una de las escenas más melancólicas de la película.

Observé a la bolichera por espacio de media hora, había gente que tenía mirando y se seguiría quedando mucho más, pero yo me retiré tenía que llegar almorzar en casa y salir nuevamente pero por otra ruta.

Después de varios días creo un par de semanas pase nuevamente por ahí y ya no vi a la bolichera en su sitio, en ese lugar pensé posiblemente van a hacer alguna edificación por ser un lugar estratégico comercialmente.

Con el tiempo tuve razón, pero al avanzar unos 80 metros más hacia la carretera la sur exactamente en el desvío la vi, me llenó de alegría que no la habían hecho leña y seguía en pie, claro que con otros colores , pero estaba en medio de un parque, con el tiempo lo han hecho oficinas de Serenazgo (Seguridad Ciudadana) del distrito de Surco que por unos escasos 4 metros no pertenece a San Juan, claro que hace muchos años cuando llegamos a San Juan esa zona era de San Juan y por arreglos de las autoridades de esa época lo cedieron esa parte, o algo así. Por suerte en esos años todavía no hacia su aparición la propaganda de mi amigo “Memin Julián” LO TUMBOOOO, Rpta: TUUUMBALO.

Hoy por hoy aunque en ese lugar exista un centro comercial y un grifo (gasolinera), vemos la silueta de aquella bolichera, y algo curioso a pesar de que fue traslada más allá, la gente y las nuevas generaciones siguen llamando a este lugar “Paradero de La Bolichera” y los que digan que "no" son unos “pinochos” .

El Mundo según Memin Julián:

"Pinocho" según Memin Julián:

Memín Julián: Pinocho es palabra objeto de mi análisis y según mi dominio de vocablos y de conocimientos lingüísticos , pué y debido a que todavía no son las 12 del mediodía puedo desbordar mis conceptos acerca de esta palabra. "Pinocho" es un “pino en forma de ocho” Plot Plot Plot..

Y no olviden de tener buena correa como mi amigo Julián y recuerden en no confundir y decir bajan con la “blichera” sino baja en “La Bolichera”, y si se pasan de paradero entonces…

Váyanse a la…

Hasta la Próxima
Martín Orellana Manrique.