UNA SITUACIÓN INESPERADA
Muchas veces, las circunstancias se mueven caprichosamente hasta crear situaciones inesperadas y la razón es desbordada por la pasión en una vorágine que solo se detendrá con los hechos consumados.
Esto sucedió por aquellos días cuando los apagones formaron parte de nuestra diaria rutina, los cuatro habíamos acordado reunirnos para cenar a eso de las 8 p.m. en mi departamento -cada cual con su respectiva pareja- en eso, suena el timbre y se aparece la pareja de mi amigo diciendo que algo habrá pasado por qué llevaba media hora esperando a su enamorado y éste no aparecía -recuerden que por aquellos días no había celulares- y como ya estaba oscuro decidió subir; yo le dije que mi enamorada también andaba algo retrasada y que los esperáramos un rato, ya llegarán, y nos pusimos a conversar en el sofá; hablamos de cosas triviales y pasaron los minutos cuando de pronto vino el apagón, todo se oscureció acompañado del grito de susto y sorpresa de mi amiga, me asomé a la ventana y vi hacia afuera, todo estaba tan oscuro como adentro, el apagón era general y quién sabe a qué hora regresaría la energía eléctrica, de repente sentí una mano que se posaba en mi hombro, era ella que con voz trémula se había acercado a tientas y me decía que le tenía mucho miedo a la oscuridad, yo también a tientas le puse mi mano sobre su cabellera intentando darle alguna seguridad y aquí empezó a discurrir lo inevitable, la proximidad de nuestros cuerpos en la oscuridad se hacía cada vez más estrecho y la proximidad se convirtió en un fuerte abrazo y nuestras bocas instintivamente se encontraron en un apasionado beso y se desataron incontenibles las caricias, ambos sabíamos que no era correcto lo que en ese momento sucedía pero los sentidos dominaban la situación y nos dejamos llevar sin pensar en los posteriores arrepentimientos hasta terminar echados en el sofá dando rienda suelta a las pasiones desatadas; y cuando
estábamos en lo mejor del momento siento una llave abriendo la puerta y en simultáneo la claridad de las luces restablecidas y nuestras respectivas parejas paradas en la puerta mirándonos con inusitada sorpresa exclamando al unísono …. ¡¿qué es lo está pasando aquí!? pregunta mezclada con emplazamiento y sorpresa sobre aquello que no requería ya mayores explicaciones:
Mario Domínguez Olaya
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si deseas, déjanos tu comentario