MARISTAS BOYS 78

 

SOLEMNIDAD DE CRISTO REY

JESÚS, REY DEL UNIVERSO

"Todo el que es de la verdad, escucha mi voz."

Por el P. Clemente Sobrado

 

 

 

San Juan 18, 33 37:

Entonces Pilato entró de nuevo al pretorio y llamó a Jesús y le dijo: "¿Eres tú el Rey de los judíos?" Respondió Jesús: "¿Dices eso por tu cuenta, o es que otros te lo han dicho de mí?" Pilato respondió: "¿Es que yo soy judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?"

Respondió Jesús: "Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos: pero mi Reino no es de aquí." Entonces Pilato le dijo: "¿Luego tú eres Rey?" Respondió Jesús: "Sí, como dices, soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz."

Reflexión

Hola amigos, ¿os dais cuenta de que, casi sin enterarnos, hemos llegado al final del Año Litúrgico Ciclo B? Y como todos los años le ponemos punto final con la figura de Jesucristo Rey del Universo. Es decir, como Jesús centro y meta de todo el año. La historia no camina hacia el vacío. La historia tiene una meta que es Jesús. Él es el que da sentido a todo nuestro caminar día a día.

Durante su vida, Jesús nunca quiso llamarse Rey, incluso cuando la muchedumbre quiso declararlo rey, Él desapareció de la escena.

El Evangelio de Juan nos muestra a un Pilato más perdido que cucaracha en un pajar. No entiende nada de lo que está sucediendo y en el fondo revela sinceridad. Lo encuentra inocente y trata de librarlo, pero las presiones de los Jefes son demasiado peligrosas. Lo de siempre. Se toman muchas decisiones bajo presión y también bajo intereses personales que no queremos perder. Es fácil hacer concesiones para ganarse unos votos.

El diálogo con Jesús resulta interesante. Jesús es consciente de que Pilato no descubre rasgo alguno de que pretenda ser rey. De ahí sus intentos de salvarlo de la situación.

Jesús, por fin reconoce ser rey, pero su respuesta desconcierta más: "Mi reino no es de este mundo." Para esto he venido, para ser testigo de la verdad.

Un texto con frecuencia mal entendido. Para muchos es la justificación de un cristianismo espiritualista, sin compromiso con el mundo. Una manera de tranquilizar la conciencia no haciendo nada por el mundo.

El cristiano no es ningún astronauta, está llamado a vivir en el mundo. ¿Dónde si no? Claro que, como dice el refrán, algunos vivimos en "la luna de Paita" y que otros dicen "en la luna de Valencia".

Vivir en el mundo no significa ser del mundo, es decir, vivir como vive el mundo. Ahí está el problema de cada creyente. Estar, pero no ser. Algo de gran actualidad: "Ser cristiano, también es 'ser testigo de la verdad'." Todo un reto. ¿No les encantan los retos y desafíos?

Permítanme una frase de Juan Pablo II a los obispos españoles que puede ser ilustrativa: "Donde esté el hombre padeciendo dolor, injusticia, pobreza o violencia, allí debe estar la Iglesia con vigilante caridad y con la acción de los cristianos."

 

Fuente

La Iglesia que camina