viernes, 28 de agosto de 2009

MARISTAS EN EL PERÚ: Primer siglo educando


El IEP Manuel Ramírez Barinaga es tan solo uno de centros de enseñanza marista en el país. Como recordaremos el año pasado nuestra alma mater cumplió sus primeros 40 años de formada y es uno de los centros educativos más jóvenes de la familia marista peruana. Sin embargo la obra marista ya lleva un siglo de existencia y justamente este año celebramos EL CENTENARIO DE LA PRESENCIA MARISTA EN EL PERÚ.

Cristo vino para servir, pero también vino para enseñarnos, con su ejemplo, que el sentido de la vida se encuentra en el servicio desinteresado. Fuera del servicio desinteresado no se encuentra más que la muerte. ¿Puedes comprender esto? Es inútil que digas que lo comprendes si no lo pones en práctica. Porque no hay comprensión si no se traduce en acción. No hay bien, para nadie, sin sus tres pilares, la libertad, la aceptación del otro, y la comprensión del otro. El bien es amor y solidaridad. Es la entrega de nosotros mismos a quienes nos necesitan. La libertad es la capacidad de conducirnos a nosotros mismos y de elegir, entre algunas alternativas limitadas, el curso de nuestras vidas. Es una capacidad que todos tenemos que mantener, respetar, cultivar, e incrementar, con ayuda del amor y de la solidaridad ya existentes en el mundo. La aceptación del otro es el albergue que ofrecemos a los demás, en nuestro propio corazón. Y, la comprensión del otro, es la visión totalizadora que nos descubre lo que hay de real, detrás de lo aparente, en los corazones de las personas, y en las situaciones que confrontamos, lo que requiere del diálogo y la humildad.
La mejor manera de amar a Dios es sirviendo conscientemente, responsablemente, y desinteresadamente, a todos los que necesitan de tu ayuda para aliviar sus dolencias y para alcanzar su máximo desarrollo espiritual. Dios ama a todos los seres humanos por igual, y necesita de todos nosotros para que le ayudemos a desempeñar esta tarea. Así es como se ama a Dios sobre todas las cosas: poniéndonos a su disposición, para canalizar su amor a los demás, a través del cristiano comprometido.

La obra marista en el Perú celebra 100 años de presencia viva, de trabajo constante y por sobre todos liderar una formación educativa que tiene como base el profundo amor a los mas necesitados. Sin amor no hay encanto. Gracias al amor, el mundo puede transformarse, para quienes lo comparten, en un jardín encantado. A esta transformación, que solo perciben los que aman, se le conoce como la gran entrega. No es más que la supresión de la separación, el conflicto, y los grilletes impuestos por el condicionamiento. Es una transformación que ocurre en el corazón de quienes aman.

En la actualidad, el Perú es un mosaico de costumbres de personas. Ser religioso consagrado en el corazón de una Iglesia con múltiples rostros, ser laico comprometido, ser cristiano responsable de sus actos, buscar ser una presencia que va al encuentro del prójimo allí donde están y, sobre todo, a los menos favorecidos, acompañarlos, intentar llevar un nuevo rostro de Iglesia a otras personas con una presencia sencilla, abierta, acogedora, ir más allá de las barreras que nos separan, testimoniar los valores del Evangelio hablando con lenguaje sencillo y acogedor con un corazón reconciliado y pacífico, todo esto ¿no es lo que significa esta presencia educativa marista? No hay que olvidar las diversas declaraciones del Santo Padre, sobre todo estos últimos años, referentes al porvenir de los cristianos en esta región. Nuestra presencia y nuestra solidaridad, sobre todo con los más pobres, no es más que una parte de la respuesta que la Iglesia está invitada a dar.
Todo esto lo podemos interpretar y traducir en el trabajo constante y devoto de LOS MARISTAS en el Perú y en todo el Mundo. La entidad Marista, por ser de origen religioso tiene su filosofía dirigida hacia el cristianismo (específicamente hacia el catolicismo). Tal filosofía se basa principalmente en:
1) Articular la fe, cultura y vida bajo la óptica de Marcelino Champagnat, teniendo a María, la Buena Madre, como modelo de educadora e intercesora ante Jesús. Todo a Jesús por María, todo a María para Jesús.
2) Actuar dentro de los patrones cristianos de ética y solidaridad, tanto en las relaciones internas y externas.
3) Creer en la Institución y en la fuerza del trabajo en equipo, entendiendo el resultado como indicador de eficiencia y de contribución social.
4) Valorar a los educadores maristas, que son compañeros en la misión de promover el crecimiento personal, profesional, marista y espiritual, y ofreciéndoles una justa remuneración. Ojalá se pueda decir de los hermanos maristas como de los primeros cristianos: Miren cómo se aman.
5) Buscar siempre la mejor prestación de servicios, para la satisfacción de quién de ellos usufructúan, según el patrón Marista de educación. La regla de oro del educador Marista es: Para educar a los niños hay que amarlos, y amarlos todos por igual.
6) Trabajar con estrategias de corto, medio y largo plazo que contribuyan para la continuación y viabilidad de la Institución.

Hablar de la presencia marista en nuestra patria vale decir también del trabajo de los Hermanos Maristas en el San José del Callao, colegio que originariamente se llamó English Comercial School y en donde el Doctor Manuel Ramírez Barinaga trabajó muy dedicadamente a favor de la educación.

Un 15 de Marzo de 1909, cinco hermanos maristas de profesión educadores, llegaron a la Provincia Constitucional del Callao. Los hermanos tuvieron una vida sencilla y entregada a las causas de la educación, brindaron su saber, su pedagogía, su tiempo y su vida. Hermanos extranjeros y muy entregados a su vocación formaron un sólido grupo que trabajó desde un comienzo por brindar a la juventud de comienzos del siglo pasado, una educación de primer nivel donde se vean reflejados los principios de la religión católica. Estos héroes de la educación fueron: Hno. Marie Charles (francés), Hno. Gedeón (francés), Hno. Modesto (francés), Hno. Luis Plácido (español) y el Hno. Arthur (inglés).

Después tomó el nombre de San José , en honor al padre adoptivo de Jesús, hombre humilde, sencillo y modesto, comunicativo con su familia, convivió con María y Jesús, y fueron sus estímulos hacia su santidad.
Desde esta tribuna pues, nos unimos también a la celebración número cien del primer colegio marista en tierras peruanas como es el SAN JOSÉ DEL CALLAO, y celebrar junto con toda la gran familia marista peruana del PRIMER SIGLO DE PRESENCIA MARISTA EN EL PERÚ que orgullosamente somos parte como ex alumnos.

Fuentes
Archivo fotográfico del Colegio San José
Maristas en el Perú
IEP Manuel Ramírez Barinaga

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si deseas, déjanos tu comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

TODA LA INFORMACIÓN SOBRE EL PERÚ