jueves, 22 de julio de 2010

Estimado Paco, como te informé, estoy en España por un par de meses. Hoy (17 julio) terminé en Fisterra de hacer MI Camino de Santiago (1); tengo la costumbre hacer una reflexión sobre lo que he hecho o haré, para tener presente el sentido de lo que se vive. Por tanto, aprovechando unas horas en la casa de mi amigo Isidoro Ramiro antes de tomar el bus e iniciar un viaje a Vitoria y a Portugal, redacté estas líneas. Son reflexiones personales, pero las comparto por si a alguno les aprovechan; sobre todo porque en el fondo esa reflexiòn tiene dos direcciones: habla del Camino de Santiago, pero al mismo tiempo habla de nuestro camino, del camino que cada uno recorre en su vida cotidiana y del que es siempre necesario encontrar el sentido para darle dirección. Si quieres las ponen en el blog.
Saludos a los muchachos.
Juan

UN ALTO EN EL CAMINO


Ante el Parador de San Marcos, antiguo hospedaje de los peregrinos de Santiago de Compostela. Fue regentado por los Caballeros de Santiago.


Ante el puente romano sobre el Río Bernesta, paso de los peregrinos a Santiago de Compostela (León) el 5 de julio de 2010.





En el Colegio Champagnat (León) con mi antiguo profesor del colegio Maristas San Isidro, el Hno. Máximo Cháves (04/07/2010)


Por alguna extraña razón, la palabra "Camino" ha estado presente en mi vida. Cuando era niño veía el programa infantil del Tío Jhonny, que con su sarita y su saco a rayas recibía a sus sobrinos televidentes en su casita ubicada " en esta parte del camino". En secundaria el caminar fue parte de mi vida cotidiana, por los cerros de Chosica y Santa Eulalia todos los jueves, y los paseos largos o campamentos de cada mes. En la casa de Héctor de Cárdenas aprendí un canto que es desde entonces un himno en mi vida: Cantares..., que nos recuerda que "se hace camino al andar".

Cuando culminaba los retiros con Héctor hacía cantar esta canción, y en Chosica pedìa a mis grandes amigos Saturio o Heriberto Tejo que con su hermosa voz lo entonaran para los muchachos. Desde que fui profesor en Chosica a los 17 años, saqué a caminar a mis alumnos, actitud que se reforzó cuando en el Marista de San Juan de Miraflores creé esa institución sui generis llamada "Club de Excursionismo", que ha sido y sigue siendo un puntal educativo en los colegios donde voy. Desde joven y hasta ahora cuando tengo unos días libres salgo de campamento o de viaje con quien se anime (una memoria especial a dos personas con las cuales recorrí muchos caminos, cerros y ríos, y ahora me acompañan desde el Señor: Jorge Injoque y Dante Yáñez.

En el colegio Héctor de Cárdenas no hay himno: el himno es y será Cantares, y no hay exalumno que no se emocione al oir esas notas. La secundaria inicia su año caminando 25 Km. a San Bartolo, y la bolsa de dormir es para los chicos desde quinto de primaria tan importante como un libro de texto. Cuando organizamos el programa de confirmación del colegio, le llamamos "Hombres del Camino", pues en los primeros años a los discípulos de Jesús se les conocía como "los del Camino".

En los años que trabajé en el Ministerio de Educación viajaba incesantemente por los pequeños pueblos de todo el país, de tal manera que el Ministro siempre me llamaba cuando había alguna situación fuera de Lima. En la fe, una de las cosas que más me atraía de la persona de Jesús era su ministerio itinerante, su peregrinar; y esa frase que tengo presente "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida". Todo esto lo he ido recordando al hacer el Camino de Santiago, y tal vez ello me haya impulsado inconscientemente a iniciarlo.

Este viaje a España es un "Alto en el camino" de mi vida llena con tantas actividades y compromisos educativos, religiosos, políticos; y los días de Santiago han sido un "Alto" en el "Alto" que significa el viaje. Mi gran amigo Isidoro Ramiro, quien ha hecho el Camino en solitario ya dos veces y ha iniciado conmigo su tercer recorrido, me ayudó mucho a introducirme en el significado auténtico del Camino, algo que le agradezco bastante. El Camino de Santiago se puede hacer de varias maneras: a pie, en bicicleta, a caballo. Se puede hacer de diversas distancias: para que te den la "Compostela" es suficiente hacer cien Km., pero muchos hacen los 740 de Roncesvalles a Santiago por el Camino Francés, otros algunos Km. menos por otros caminos como el Inglés o el de La Plata, he conocido gente que lo hace desde Francia, Holanda, incluso uno que venía desde Austria. Se puede hacer de un solo tirón, cuando se tiene tiempo, o por etapas, como vi hacerlo a muchas personas que aprovechan feriados largos para ir avanzando. Se puede hacer solo, en parejas, en familias. Se puede hacer por diversas motivaciones: religiosa, cultural, deportiva, campista. Pero lo importante es que cada uno haga su propio Camino.

Hacer TU Camino; no preocuparse por el ritmo de otros que caminan a tu lado; siempre habrá quién lo haga más lento o más veloz; quien camine menos o más distancias; importa que vivas con intensidad cada paso del trayecto. Gozar del paisaje, de la compañía, del canto de los pajaritos, de las flores, del sol, de la sombra; aunque hayan dificultades, dolores o cansancio: son factores que siempre estarán presentes, pero que toman su real dimensión dentro de una vivencia intensa que los puede contemplar, pero no permite que te detengan o desvíen de la ruta.

Para vivir el camino hay que hacerlo con los sentidos y sobre todo con el espíritu abierto, dispuesto a recoger lo que la vida te ofrece en el momento preciso. Cuántas oportunidades se pierden si uno está inmerso solo en lo suyo, sin estar atento a lo que hay alrededor. Es más, cuando uno no está abierto, pierde las flechas que le indican el camino, y los desvíos ocasionan pérdida de tiempo y cansancio adicional, no productivo.

Hacer tu camino significa tener una meta, pero no esclavizarse si se van presentando nuevas metas. Yo vine a España dispuesto a hacer los 740 Km. Hice solo 420; no por cansancio, pues físico me sobra, sino porque se presentaron otras oportunidades: la invitación de Valeriano para conocer Portugal, el encuentro en León con el Hno. Máximo Chávez, mi profesor de primaria al que no veía hacía 46 años, que me consumió el espacio de una posible etapa; la invitación de Javier Peña y su esposa Dori para hacer dos días de alto en Burgos, los días en Galicia con Pepe Carrillo. Decidí abrirme a esos nuevos rumbos; algo que en la vida es importante, siempre que el cambio de rumbo no afecte los compromisos adquiridos con otras personas, ante los cuales hay que guardar fidelidad.

El Camino es una experiencia de Encuentro: con otras personas, contigo mismo, con Dios. El encuentro con otras personas, cuando es realmente un encuentro, es muy enriquecedor. A lo largo del camino he interactuado con gente de diversos países, credos, culturas, situaciones personales; escucharlos, saber de sus vidas, sentir sus afectos...ayuda mucho el idioma inglés en este intercambio. Conversas mientras caminas, en los bares donde te detienes, en los albergues; por ello es bueno si se sale en grupo con amigos, no cerrarse en el grupo; esa tendencia la vi en quienes empezaban el Camino en Sarria, a poco más de 100 Km. de Santiago, que iban en buses que los apoyaban, llevaban las mochilas, y que iban en racimo sin apertura al resto de caminantes; como excursiòn es hermosa, pero no es el Camino.

El Camino te da también ocasión del Encuentro contigo mismo. En los momentos de silencio van saltando aspectos de tu vida, algo así como la dinámica "la película de tu vida" de los retiros; pero no secuencial, sino que los aspectos saltan a chorros, por momentos...recuerdas cosas negativas, defectos, fallas; también cosas alegres, de plenitud. El camino te da tiempo para procesarlos, para integrarlos, para mirarlos como hitos de un caminar que ya no volverás a recorrer (caminante son tus huellas el camino y nada más)- Lo bien vivido te llena de plenitud, te hace dar gracias a la Vida (y a Jesús, que es Vida); lo malo lo sitùas en su real dimensión, la del reconocerlo pero sin dejar que te angustie, y confiando en el perdón de los demás y sobre todo de Dios.

Esto me lleva a hablar del tercer encuentro, el que se hace con Dios. El me habla en el silencio, en la naturaleza, en la amistad. Con Isidoro los primeros días hacíamos como oración la Salve en latín, al iniciar el camino. Una anécdota hermosa es que compartimos la ruta varios días con un médico italiano, Diego Eramo. Isidoro nos dejó en Estella; al salir de madrugada al día siguiente estabamos a las cinco y media en la ciudad, y para no molestar a los vecinos no cantaba todavía; y Diego me reclamó : "Joan...¿No priego?" En el camino había reencontrado a Dios. Pero la oración también era a veces silenciosa, a veces envuelta en la admiración por un paisaje... Y a veces sin palabras, solo sentir SU presencia en el Camino.

El compartir es otro signo de este Camino (y del profundo camino de la Vida). Quien no comparte, no goza del camino. Ha sido admirable cómo los peregrinos en general comparten lo que van teniendo: comida, medicinas, conversación, aliento. Quien no comparte, quien se guarda lo suyo, pierde mucho de la experiencia. El respeto por las personas era también emocionante: a las diez de la noche, todo el mundo guarda silencio respetando el sueño; las botas se dejaban afuera, las mochilas en el cuarto y todos salían: nunca se perdió nada. Más bien he vivido circunstancias de que se encontraba algo, y los peregrinos que salían más tarde buscaban en el camino o en los albergues preguntando por el dueño: bolsas de dormir, MP3, cámaras fotográficas, ropa...Qué hermoso sería el mundo si llegáramos en el día a día a compartir así. Pero podemos considerar esto un signo (sacramento) que nos haga pensar que sí es posible que los humanos compartamos.

Para quienes se animen a hacer el Camino de Santiago tengo también algunas recomendaciones prácticas (calzado, medicinas, ropa, peso en la mochila, etc.) que las compartiré en otro momento; mi bus sale dentro de poco y creo que lo más de fondo es esto. Culmino mis reflexiones con el verso de Machado presente en "Cantares"

"Caminante son tus huellas el camino y nada más
Caminante no hay camino, se hace camino al andar
Al andar se hace el camino y al volver la vista atrás
Se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar
Caminante no hay camino...solo estelas en la mar"

Juan Borea Odría

Nota del editor:
(1) El Camino de Santiago es una ruta que recorren los peregrinos procedentes de España y de toda Europa para llegar a la ciudad de Santiago de Compostela, donde se veneran las reliquias del apóstol Santiago el Mayor. Durante toda la Edad Media fue muy concurrido, después fue ligeramente olvidado y en la época actual ha vuelto a tomar un gran auge. El Camino de Santiago ha sido declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad; Itinerario Cultural Europeo por el Consejo de Europa y ha recibido el título honorífico de Calle mayor de Europa. Los orígenes del culto a Santiago en la Hispania romana son desconocidos, pero parece ser que en el año 814 se encontraron reliquias atribuidas al apóstol. Al final del siglo VIII se extiende por la Europa cristiana. En el siglo XI el número de peregrinos aumentó considerablemente gracias a contactos culturales entre las naciones europeas.

Mayor información aquí

Fuentes
Wikipedia Rutas del Camino de Santiago
Imagen del Club de Excursionismo (colaboración de Mario Domínguez)

En la foto están (de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo):
- Juan Carrillo
- Ciro Alegría
- Manuel rivera
- Carlos Rodríguez
- Wilfredo Núñez
- Miguel Borea- Mario Domínguez
- Germán Frisancho
- Victor Ascue
- Abrahamson
- Víctor Uribe
- Juan Borea
- Walter Fumachi
- José Luque
- Rubén Solórzano
- Martín Salvá
- Medrano
La foto fue tomada en San Bartolo en el 3er. día de caminata rumbo a Mala (primeros días de marzo 1977).


2 comentarios:

  1. BUENA JUANITO:
    TODAVIA RECUERDO LAS QUEJAS DE MI HERMANO VICTOR, CUANDO SE REFERIA A LAS AMPOLLAS QUE LES SALIERON POR NO RACIONAR ADECUADAMENTE LOS PERIODOS DE CAMINATA HACIA MALA; CLARO QUE ERAN GAJES DEL OFICIO Y ERA LO DE TODO AQUEL QUE SE INICIABA EN EL FAMOSO "CLUB DE EXCURSIONISMO". SONRIO Y RECUERDO A TODOS AQUELLOS QUE BAUTIZE POR LAS MADRUGADAS Y EN LAS AMANECIDAS SOBRE TODO; Y NO ERA ABUSO NI MALTRATO, SINO QUE LO DIGAN LOS OCASIONALES QUE VIERON FORMADA SU PERSONALIDAD (je, je, hasta hoy lo pongo en practica). GRATOS RECUERDOS.
    SALUDOS.

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  2. Ampollas las del Loquito Rubén, solo a él se le ocurre hacer el primer tramo hasta Pta. Hermosa ¡¡¡en sayonaras!!!, en la noche toda la planta de sus pies era una sola ampolla, nos retrazó medio día de camino bajarle la inflamación de sus pies y conseguirle un par de zapatillas.
    Mario

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