ADVIENTO
Espera activa del Reino de Dios
El domingo iniciamos en nuestra Iglesia el tiempo litúrgico del Adviento. Un tiempo de cuatro semanas antes de la Navidad, en el cual nos preparamos para recibir a la persona de Jesús. Es obvio que Jesús nace en Nazaret hace más de dos mil años, pero lo hermoso y a la vez desafiante de nuestra fe es que la decisión de Dios de hacerse humano nos compromete a quienes creemos en Él en hacer presente con nuestras vidas su mensaje de amor, de justicia, de paz, de verdad, de libertad.
Por tanto cuando hablamos de Adviento como tiempo de espera no se prioriza la inacción, el sentarse a esperar que algo ocurra; se prioriza la espera activa: oración, lectura bíblica, construcción de un mundo mejor en lo que esté a nuestro alcance.
Juan el Bautista, el precursor de Jesús, quien iba preparando el camino para su venida, señala con su vida austera y su prédica valiente lo que se espera de una sociedad llena del espíritu de Dios. Ojalá todos nosotros, cristianos de hoy, anunciemos con nuestras vidas al Señor que ya está entre nosotros, pero que tiene que seguir viniendo.
Juan Borea Odría
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