viernes, 11 de diciembre de 2009

LA LIBRETA DE CALIFICACIONES: AY QUE DOLOR...!

Ahora es muy dificil ocultarla de la mirada de los padres. Los chicos que estudian en el colegio tienen mucha dificultad para que sus progenitores no se enteren de sus bajas calificaciones en las diferentes materias que llevan. La tecnología y la internet ha jugado un importante papel para abreviar este "tradicional acontecimiento" que para muchos educandos es una verdadera sentencia. Los colegios y las universidades han adoptado como herramienta y servicio actual, el publicar las calificaciones de sus alumnos en la internet. Ahora el padre de familia solo tiene que ver en la web de la institución -con la ayuda de un código- las calificaciones de sus hijos y también observaciones con respecto a su rendimiento, mensajes y comportamiento.

Este "gran avance" es el "dolor de cabeza" de los estudiantes de hoy en día. Cuando estábamos en el colegio estas cosas no sucedían por suerte. Cuando llegaba el fin de mes la angustia entraba en nuestros cuerpos y muchos de nosotros temblábamos ante la entrega de las libretas de notas. Aquellos documentos oficiales que el colegio otorgaba a los padres por intermedio de sus hijos y que reflejaba su rendimiento escolar. La mayoría eran de cartón donde estaba impreso el escudo, logo y nombre del colegio en la portada, dentro contenía las notas por mes, bimestre o trimestre y estaban escritas en rojo y azul, según sea el caso.

En mi paso por las aulas, gracias a Dios no tuve este problema aunque con mi viejo todo podía suceder, habían situaciones en que luego de ver mis notas mi papá tomaba mis cuadernos y me preguntaba sobre las materias y si mis respuestas no reflejaban las notas de la libreta...pobre de mí. Veía muy de cerca también las situaciones que experimentaban mis compañeros de aula y eran cada una de ellas muy peculiar. A Rubén por ejemplo, le llegaba que lo sancionen en casa por los "rojos" que llevaba consigo todos los meses en algunos cursos, ya estaba "curtido" por ser tan repeitivos lo castigos. Inclusive a mitad de clase se retiraba a jugar basket en el patio de colegio dejándonos con la boca abierta a todos nosotros y al profesor de turno.

Otro que era muy especial a la hora de recibir sus calificaciones era Juanito "Mandibulín", que ni siquiera sus progenitores se daban por enterados; ya se pueden imaginar quién firmaba dicho documento. Otro que se las sabía todas era Alfredo "El Maestro", aquel firmaba su libreta de una manera muy profesional que ni el profesor tutor dudaba al recibir firmada la libreta. Pero no todo quedaba allí nomás. Cuando el profe decía el rol de exámenes, Alfredo faltaba a clases deliberadamente para no ser evaluado. A tanto llegaba su imaginación para esto que para confirmar si realmente tomaron examen, llamaba a la dirección del colegio haciéndose pasar por un familiar de alguno de nosotros para que una vez llamados por la guapa secretaria llegábamos al teléfono y nos encontrábamos que era la voz del "maestro". Uno que siempre se volvió "cómplice" de tal "crimen" fue Martín "Pulpín". Imnumerables ocasiones el servicial Manotas fue a la dirección a recibir la llamada telefónica de "su hermano que llamaba del extranjero" Nunca fue descubierto ya que gozaba de una intechable trayectoria en la secundaria -claro que ahora no es tanto así- y las autoridades del cole se comían aquella felonía. El problema era que cuando postergaban el examen justo el día de su inasistencia, le malograba todo su plan.

Muchas nalgas rojas tuvieron mas de uno en la secundaria, pero era parte de la emoción que ahora ya no se da entre los escolares de hoy. No habían correctores de texto tipo liquid paper, fotocopeado, photoshop, ni mucho menos scanners que podrían servir para la falsificación. Eso ponía los pelos de punta a todos los alumnos. Sin embargo el estrés ahora es mayor por los avances tecnológicos que nos ha tocado experimentar ahora como padres. Aunque todavía a nivel inicial y primario nuestra presencia es importante al recibir las calificaciones de nuestros pequeños.

A veces no damos mucha importancia al avance de nuestros hijos en sus estudios, no solo al momento de ver las evaluaciones o calificaciones, sino en todo momento de su aprendizaje. El pagar solamente las pensiones y mensualidades no es suficiente. Puede que nuestro accionar no sea el mejor....pero eso ya es otro rollo para otro artículo. Te dejo con un adelanto: click aquí

Paco Cárdenas Linares

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