PRIMER DOMINGO DE CUARESMA
LOS CUARENTA DIAS DE JESÚS EN EL DESIERTO
Satanás tienta a Jesús
Por el P. Clemente Sobrado
San Marcos 1 , 12 - 15:
A continuación, el Espíritu le empuja al desierto, y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. Estaba entre los animales del campo y los ángeles le servían.
Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios:
“El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva.”
Reflexión
Hoy comenzamos este camino de la Cuaresma. Cuarenta días de desierto comino de la Pascua. Estoy seguro que, para la mayoría de los cristianos, la Cuaresma es una especie de invierno, con frío y con espíritu encogido.
¿Me creeríais si os dijese que la Cuaresma es un tiempo primaveral para el espíritu?
Que la Cuaresma no es para vivirla con el estómago vacío ni con el alma encogida, sino que estamos llamados a vivir con gozo y con alegría?
¿Sabéis por qué? Porque, igual que aquellos cuarenta años del Pueblo de Dios por el desierto, fueron años camino de su libertad y camino de ser un pueblo nuevo, también la Cuaresma es un tiempo que a todos nos pone en camino de la libertad de la Pascua.
Que de hombres viejos, nos marca el camino para ser los hombres nuevos de la Pascua.
Que de hombres viejos, nos lleva de la mano para que nos vayamos liberando de nuestras esclavitudes.
Acaso no es buena noticia que nos anuncien nuestra liberación y el acontecimiento de que lo viejo puede terminar en nosotros para dar comienzo a lo nuevo.
Hemos puesto demasiado el acento en el aspecto penitencial, cuando en realidad las dos claves de vivencia de la Cuaresma tendrían que ser nuestro bautismo y la Pascua.
La verdadera penitencia es lo que nos dice aquí Marcos: “Convertíos y creed a la Buena Nueva.”
Los hebreos salieron de la esclavitud. ¿Y nosotros de donde salimos? Cada uno conoce sus esclavitudes grandes o pequeñas.
Por eso la Cuaresma es tiempo de tentación, no digo de tentaciones. Digo de tentación porque la verdadera tentación... ¿Sabéis cuál es? Contentarse con lo que somos y renunciar a lo que podemos ser. Contentarnos con quedarnos achatados renunciando a ser gigantes del espíritu.
¿No os parece lindo el que el Señor nos regale todo el año, pero especialmente este tiempo particular, para salir, para crecer, para llegar?
Amigos vivamos con ilusión y esperanza este tiempo cantando la alegría de la vida de Pascua que tenemos al final del camino.
Fuente
La Iglesia que camina
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