EL CICLO DE LA VIDA
Por qué envejecemos?
El proceso de envejecimiento es inherente a la condición humana, por lo que lo que lo aconsejable, aunque no siempre resulte fácil, es asumirlo con naturalidad. No podemos evitar que cada día que pase seamos más viejos que el anterior, pero sí que el miedo, la tristeza o la apatía marque esa etapa de nuestra vida y de la de nuestros seres queridos.
La vejez es un destino que nos afecta a todos, por lo que la labor que hagamos por nuestros mayores significará trabajo para nosotros mismos. El envejecimiento no es algo estático, rígido, sino dinámico, cambiante, es decir, el que se vive ahora no será el mismo del de la siguiente generación, como tampoco es igual al de la generación anterior. Si echamos la vista atrás vemos que la vida de nuestros abuelos no es igual que la de nuestros padres o la de nuestros hijos. Por ello la vejez no es ni será la misma. Será diferente en cada generación, al igual que es diferente la sociedad en la que te toca vivir.
Se puede envejecer de forma acelerada, con el objetivo de ganar "años a la vida" y con el riesgo de un alto grado de dependencia, o bien se puede envejecer a un ritmo normal, con la meta de dar "vida a los años" y con un bajo grado de dependencia que se centraría en la última etapa. Con seguridad todo el mundo prefiere este segundo tipo de envejecimiento. Este tipo de envejecimiento es posible en la actualidad. Se conoce con el nombre de envejecimiento saludable o envejecimiento activo y numerosos estudios avalan sus resultados de menor dependencia tanto física como mental (menor deterioro cognitivo, afectivo y social). Envejecimiento no es sinónimo de enfermedad, de dolor, de necesidad de ayuda de una o más personas, de demencia... Todo ello es sinónimo de un mal envejecimiento. Envejecer con salud, pese a lo que en principio se puede pensar, no requiere una gran cantidad de dinero y está al alcance de todos. Si sabemos cómo envejecemos, podremos mejorar nuestro envejecimiento.
La forma más sencilla de entender el envejecimiento sería la siguiente definición: "Cambios que sufren los seres vivos con el paso del tiempo". El envejecimiento biológico, sus causas y sus remedios han sido objeto de interés desde que la especie humana fue consciente de lo perecedero de su existencia y de su inevitable limitación en el tiempo. Ya en papiros egipcios se encuentran descripciones de remedios y ungüentos que retrasaban el proceso de envejecimiento. La búsqueda de la fuente de la eterna juventud o los mitos sobre la inmortalidad han dado lugar a páginas inolvidables en la historia de la literatura universal.
Las teorías más destacables sobre la biología del envejecimiento son las siguientes:
Teoría endocrina
El envejecimiento se produce por una pérdida de las secreciones hormonales, en especial de las glándulas sexuales, que produciría el decaimiento orgánico que acarrea el envejecimiento. El padre de esta teoría fue el insigne Brown-Séquard, basada en su autoinyección de macerados de testículo, y Voronoff, conocido por los implantes de testículo de gorila.
Teoría del reloj biológico
Según esta teoría, el proceso de envejecimiento está genéticamente programado. Dicho de otro modo, existiría el llamado gen del envejecimiento que, en un momento determinado, provocaría la aparición de los cambios moleculares, celulares y de sistemas que se observan con el envejecimiento.
Teoría de los radicales libres
Esta teoría se basa en un fenómeno común que se produce en las células vivas de los organismos aerobios (aquellos que necesitan del oxígeno para vivir), el de los procesos o reacciones químicas de oxidación-reducción. Estas reacciones químicas, presentes en la mayoría de las vías metabólicas celulares, generan los llamados radicales libres, en especial los radicales libres de oxígeno (peróxido, superóxido e hidroxilo). Estos radicales libres se combinan a su vez con múltiples reacciones celulares y su acumulación produce alteraciones de la función celular que causan su muerte. Para evitar estos efectos, las células disponen de los llamados sistemas aclaradores, sistemas enzimáticos como la superóxido dismutasa o la catalasa.
Envejecimiento saludable
El concepto de vejez saludable incluye tres componentes principales: baja probabilidad de padecer enfermedades o invalidez, elevada capacidad funcional física y cognitiva y mantenimiento de una vida activa en la sociedad . La baja probabilidad de enfermar se refiere a la ausencia o bajo nivel de gravedad de los factores de riesgo de padecer una enfermedad. Respecto al elevado nivel funcional, éste incluye los dos componentes, físico y cognitivo, éste último vinculado al aprendizaje y a la memoria de corto plazo. Ambos elementos confieren el potencial necesario para una vida activa en la sociedad. Estos dos puntos resultan, por tanto, básicos, ya que las alteraciones físicas o cognitivas son las responsables de la dependencia y la pérdida de autonomía.
La actividad física y cognitiva nos dice lo que la persona puede hacer, pero no lo que realmente hace. La vejez exitosa va más allá de este potencial e incluye la vida activa efectiva, no la posible. Aunque la implicación activa en la vida diaria toma varias formas, las dos más importantes son, sin duda, las relaciones interpersonales y la actividad productiva. Las relaciones interpersonales engloban los contactos con otras personas, es decir, intercambio de información, soporte emocional y asistencia directa. Sobre la actividad productiva, su característica definitoria es la creación de valor social, tanto si es remunerada como si no. Por ejemplo, una persona mayor que cuida a un miembro discapacitado de su familia o trabaja como voluntario en una iglesia u hospital está siendo productiva, aunque no sea pagada por su trabajo.
Por ello es fundamental que a cualquier edad (jóvenes, adolescentes, adultos, personas mayores, muy mayores) se tenga en cuenta que la dependencia se puede prevenir, que se puede lograr un envejecimiento o, mejor dicho, una forma de envejecer saludable. Es necesario empezar desde la infancia con esta prevención, que no es otra cosa que hábitos de vida saludable útiles para todas las edades.
Lic. Carmela Fernandini Artola
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