viernes, 12 de marzo de 2010

POBREZA EN LIMA: LA HISTORIA QUE NO ACEPTAMOS


No pretendo –con mi espacio- hablar técnicamente sobre el tema planteado, sin embargo expondré mi modesto punto de vista. No soy economista, sin embargo creo que esta historia tiene ribetes de “prohibida” si seguimos permitiendo que la brecha entre ricos y pobres crezca.

Como sabemos, el Perú es un país pobre en el que se produjo un marcado aumento de la pobreza entre fines de la década de 1980 e inicios de la de 1990. El empobrecimiento reciente ha sido quizás uno de los mayores de la región, llegando a alcanzar tasas de pobreza que no se han logrado revertir. No solo es que aumentó la tasa de pobreza, sino que hubo un cambio drástico en la proporción entre pobres y no pobres, tratándose de un verdadero proceso de pauperización de la población. Falta mucho por hacer en contra de la pobreza. El gobierno anda más preocupado en “sus cifras” que en el mismo problema. Si Lima tiene sus problemas, en el resto del Perú los índices de pobreza no bajan desde hace buen tiempo.

Dada la persistencia de una pobreza masiva, la mayoría de estudiosos no parece sorprenderse de que la tasa de pobreza sea elevada; por ello, se estudia o mide su variación anual y se proponen políticas para reducirla, gradualmente. No parece haber gran preocupación de por qué la tasa de pobreza es tan alta, de por qué ésta dio un salto de grandes proporciones a fines de la década de 1980 y, de por qué, luego, con el shock, las reformas de inicios de los noventa y las políticas y programas para reducirla, esta elevada tasa de pobreza persiste. No habiendo nada que explicar, no tendrían por qué proponerse medidas para revertir ese enorme empobrecimiento. Bastará que disminuya unos pocos puntos porcentuales, si la evolución de la economía lo permite.

¿Existe una “pobreza crónica”?

No estamos hablando de la población que no puede adquirir un determinado electrodoméstico o vestimenta, sino de un gran sector de la población que lamentablemente no cuenta con servicios de salud, educación, agua y desagüe, electrificación, etc., básicos para cualquier familia de Lima. Los índices de las migraciones repetitivas a Lima en las últimas décadas han creado un clima de “asfixia” en la capital. Ya no se encuentran “limeños puros” así de fácil. Casi siempre existirá un origen provinciano en cada ciudadano. Y es que las provincias están en el olvido desde siempre aunque se levante de vez en cuando la “polvadera” de la regionalización y la desentralización usada hasta el cansancio por los gobiernos de turno.

Sin embargo también existe una gran “irresponsabilidad” en lo referente al consumo de la población. A veces es preferible tener un buen televisor o un buen celular que contar con un básico seguro médico o que nuestros hijos gocen de una mejor educación. A veces vivimos “del día” y no nos damos cuenta que necesitamos trazarnos metas y objetivos básicos que nos otorguen a la larga una relativa seguridad y bienestar en todo sentido. Nadie está seguro en su trabajo pero seguimos en nuestra carrera por consumir más y “crear” un mundo ficticio que sea nuestra tarjeta de presentación. Esto casi siempre ocurre con los sectores B y C de la población. Las cosas son diferentes en los sectores D y E en donde comúnmente no hay un plan de vida y las cosas parecieran que suceden al libre albedrío.

¿Por qué la pobreza es dificil de combatir?

La mayoría de estudios y análisis que se realizan para medir la pobreza se hacen utilizando diversos criterios. Los resultados llaman la atención sobre el alto nivel de variabilidad en el gasto de los hogares y la consecuente vulnerabilidad en sus niveles de vida. Los hogares con mayores posibilidades de mantenerse fuera de la pobreza son aquellos con menos de 5.5 miembros, donde estos tienen una alta participación en el mercado laboral. Fernando Verdera en su libro “LA POBREZA EN EL PERÚ”, publicado en 2007 dice al respecto: “…los estudios en Perú han transitado de poner la atención en la distribución del ingreso a ponerla en la pobreza. Al hacerlo se dejó de lado la necesaria atención que debe haber sobre el aumento de la desigualdad, en sí mismo, y como factor que contribuye al empobrecimiento. Dada la extrema desigualdad existente si no se llevan a cabo políticas redistributivas difícilmente se podrá reducir las elevadas tasas de pobreza. Existe consenso en que la desigualdad y la pobreza aumentaron simultáneamente en los últimos 25 años. Más aún, existe consenso en que la desigualdad en América Latina es la mayor a nivel mundial. Pese a ello, la desigualdad no está en la agenda de investigación, y menos aún de las políticas.”

La pobreza puede analizarse desde varios enfoques, algunos de los cuales pertenecen al campo de la moral, como la degeneración de la familia o la adicción a las drogas; otros, como los prerrequisitos para la madurez legal y la tranquilidad doméstica, pertenecen al campo de la política; y otros son del dominio de la ciencia económica. La pobreza no es producto de recursos naturales insuficientes ni de un territorio nacional reducido, ni de falta de preparación técnica. Tampoco es causa la presencia de compañías multinacionales que venden leche en polvo, fórmulas de cola, o gasolina a los mercados mundiales. La miseria de los pobres no es provocada por el hecho de que algunas personas o compañías son ricas, ni porque la brecha entre ricos y pobres se ensancha. La avaricia y la especulación no son las culpables.

Mejorar algunos de los anteriores factores pueden aliviar la situación pero, en algunos casos, incluso la puede empeorar. La verdad es que la solución práctica a la pobreza -a mi modesto parecer- no descansa solamente con empleadores paternalistas, sindicatos victoriosos, financiamiento del gobierno, redistribución de la tierra, tecnología super-avanzada, educación universal, elecciones democráticas supervisadas por la Organización de Naciones Unidas, políticos populistas, la condonación de la deuda, donaciones del Banco Mundial, ni con congresos internacionales. No tiene nada que ver con sensibilidad ni con generosidad. Ni con la lucha de algunas personas por cualquier cosa. No resulta de conllevar graves sacrificios financieros. No depende de la pura suerte. Las causas de la pobreza me parece que son otras, por ejemplo las estructuras mercantilista y intervencionista. Pero también una de las cosas que casi siempre se descuida es la EDUCACIÓN y es fundamental en cada ser humano y que nos hace dignos ante la sociedad. Pero también existen estructuras económicas que impiden el progreso y que perpetúan actitudes empobrecedoras. Si no las identificamos y las corregimos, difícilmente podremos crear prosperidad, sin importar cuánto tiempo, recursos, dinero, preocupación, lamentos o sermones dediquemos a la solución de la pobreza. Esto es materia de un profundo análisis que de luces y que nos lleve hacia esa “desintoxicación financiera” en un futuro.

Casi la quinta parte de limeños es pobre al extremo

Seis distritos concentran la mitad de los pobres de la capital. Si embargo -y por citar tan solo un ejemplo- en San Isidro (distrito considerado acomodado) 739 personas viven con menos de 229 soles al mes. El último censo, que condujo el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), encontró 1’373.810 pobres en la capital, lo cual representa el 18% de la población. Seis de los 38 distritos de Lima Metropolitana concentran más de la mitad de los pobres de la ciudad: San Juan de Lurigancho, Ate-Vitarte, Villa María del Triunfo, Comas, San Martín de Porres y Villa El Salvador. Si incluimos al Callao, habría que añadir a la lista, en cuarto lugar, a Ventanilla, uno de los distritos con mayor proporción de gente en necesidad.

Existen personas en Lima que viven en un grado muy alto de pobreza, este grupo según los expertos son los que (sobre)viven en la pobreza extrema. En Lima suman 56.107 las personas en dichas condiciones. Ubicarse en ese grupo significa que sus ingresos no cubren ni siquiera una canasta alimentaria mínima valorizada en S/.121 por persona (ese es el parámetro fijado en el 2007; con la misma metodología, la valla para la pobreza en general fue establecida en S/.229).

El problema es tan contundente como el alto índice de enfermedades asociadas a la mala nutrición como la tuberculosis (cerca del 60% de los casos se registran en Lima y el Callao, de acuerdo con el Ministerio de Salud). El tambaleante SIS (Seguro integral de Salud) que es “gratuito” en los hospitales públicos no soluciona para nada este problema. Siempre existen miembros del personal paramédico y/o administrativo que argumentando que no hay medicinas o materiales en la farmacia mandan comprar a los usuarios de estos servicios fuera del nosocomio. El delito está en que habiendo lo solicitado se manda comprar en demasía para poder ofertar a otro paciente el exceso de lo comprado. Esto es tan solo una perla de lo que se ve a diario.

“En las zonas de extrema pobreza no hay redes agua potable ni desagüe. No hay colegios ni centros de salud. Algunas personas ganan apenas un dólar al día. Ser pobre en una ciudad puede ser más doloroso que en el campo: la persona que sufre necesidad tiene más oportunidades de comparar su situación con las de otros...”, resume, por su parte, Enrique Vásquez, investigador de la Universidad del Pacífico especializado en el tema.

En Lima y Callao, a diferencia del interior del país, no muestran cifras alentadoras. La población en situación de pobreza en Lima y Callao se incrementó de 31,8% en el 2001 a 36,6% en el 2004, en contraste con el interior del país que disminuyó 5,6 puntos porcentuales en el mismo período y llegó a 57,7% en el 2004. Una hipótesis a comprobar es que el incremento de la pobreza en Lima y Callao está directamente relacionado con la migración proveniente del interior del país en busca de mejores oportunidades. En el último censo del 2007 se han registrado una significativa disminución de los índices de pobreza en Lima que hay que reconocer, sin embrago la situción no termina de cambiar en la magnitud que todos quisiéramos.

Paco Cárdenas Linares
Fuentes
El Comercio on line
Censos Nacionales 2007 INEI
La Pobreza en el Perú - Fernando Verdera

4 comentarios:

  1. MI ESTIMADO PACO,LA POBREZA ESTA A LA ESPALDA DE PALACO DE GOBIERNO, NO NECESITA HABER TERREMOTO PARA QUE EL PAYASO PRESIDENTE GARCIA ESTE REGALANDO MILLONES DE DOLARES A LOS PAISES DONDE SE PRODUCE UN DESASTRE ,PORQUE NO REGALA ASI A LOS DAMNIFICADOS DEL CUZCO,DESPUES CRITICAN A LOS DEMAS ES QE LOS APRISTAS TIENE LA CARA METIDA EN TRE LAS MANOS PERO CON LOS DEDOS ABIERTOS

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  2. ME GUSTARIA LLEVARTE A CONOCER POR DENTRO LAS CASAS EN LOS CERROS DE VILLA MARIA DEL TRIUNFO A SOLO UNOS MINUTOS DE DONDE VIVIMOS Y VERAS COMO EN UN CUARTO DE PIEDRA Y ADOBE DUERMEN TODOS INCLUIDOS SUS ANIMALES QUE CRIAN.
    HASTA ALÑLI LLEGABA YO REPARTIENDO CERVEZA Y A LA ESPALDA DE LAS CASAS EN INVIERNO ESTA LA VEGETACION DE LOS CERROS ,PARA DAR VUELTA TENIA QUE TENER NERVIOS Y PRECICION

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  3. Completamente de acuerdo mi estimado Humberto.

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