lunes, 22 de noviembre de 2010


EL ÑOQUITO DE JULIÁN

Era redondito, algo oscuro, todos lo acariciábamos, pero a Julián no le gustaba que le metiéramos el dedo gordo porque decía que lo ensanchaban más, peor aun, si algún zapatón (Moroco) pasaba por él, lo destrozaba.

Todos se querían apropiar y jugar con éste y nuestro amigo que no era egoísta dejaba que todos lo tocaran, lo limpiaran y hasta que lo soplaran. Todos hacíamos cola para jugar con él y usarlo, ya sea en el primer recreo, en el refrigerio o a la salida; y Julián siempre con su sonrisa a flor de labios, lo permitía. Los más asiduos jugadores eran: “Pitita” (Carlos) hoy llamado “pitillo”, “Gazú Gazú” (Aguilar), “Mayito” “Gustavo” entre otros, hasta “Cali” (estaba en todas silenciosamente)
Pero ahí no quedaba la cosa, apostábamos por el ñoquito de Julián, es más, hasta se cotizaba a un alto precio, pagamos por este ñoquito caprichoso. Su dueño no quería que lo tocaran y cuando esto sucedía Julián se molestaba mucho porque saltábamos sobre él, y nos decía:
Julián: “mañana me vengaré de ustedes y los haré sufrir.... lo pondré mas chico y más estrecho”.
Al comenzar la semana llegaba diciendo:
Julián: “Hoy mi ñoquito se hará el difícil con todos, hoy que es lunes está liso, suavecito, sin impurezas, limpio, bueno a veces “mojadito”, casi sensible, pero igual es virginal como yo. Pero hoy les ganaré y sobre todo me agarraré las bolas de Martín, de Gazú Gazú, de Pitita, etc…

Y es que Julián era un experto, diría hasta un especialista en el juego de los ñoquitos de las bolitas o canicas que todos hemos jugado. Nos desvalijaba nuestras bolas, se iba con los bolsillos llenos de bolas que había ganado en el día.

Otras veces venía con su colección de figuritas de “Lo sé todo” “Jugadores del Mundial” “Símbolos patrios” otro que era algo como “La naturaleza y yo”, hasta del “Topo Gigio” entre otros.


Había una manera de ganarle: Apostarle figuritas o casinos con fotos de “chicas con calor” es decir con poca ropa, él siempre perdía en eso, no quería ganar porque se le irritaban sus ojitos. En el primer recreo corría a la tierrita a tomar buena ubicación, hacer su “ñoquito” en posición algo elevada para crear dificultad al jugar.

Todos llegábamos con nuestras mejores canicas que las denominábamos “lecheras” porque nos daban suerte y muchos triunfos, y empezaba el juego: todos a unos 3, 4 ó 5 metros de distancia y lanzábamos la bola a tratar de encajarla en el ñoquito. Surgía palabras como “Umber” que significaba una especie de lanzamiento de prueba antes de iniciar la jugada oficial, de ahí cada uno escogía su estilo para empujar la bola al ñoquito impidiendo que el rival lo haga primero. Otra modalidad era la persecución, esto si era con consecuencias fatales porque una bola perseguía a la otra sin piedad intentando dándole, quiñándola y hasta partiéndola en dos, para estos casos era necesario jugar con un “bolón”.

Lo gracioso de estos juegos era que nunca acababan, porque tocaban el timbre de finalizado el recreo llamando a formación pero sin embargo nuestro amigo y todos los demás adictos se que quedaban dando los últimos toques incluso cuando ya estábamos en formación para ingresar al salón, en varios ocasiones fueron sorprendidos por los profesores y hermanos maristas confiscando lo ganado y recibiendo la reprimenda de ley.

Este juego de las bolitas se podía jugar en cualquier lugar sobre tierra, sobre asfalto, sobre grass, en la cama etc.…Este es un juego sano, no se si todavía lo hagan los niños de ahora, se afinaba bien la puntería a grandes distancias, se jugaba con bolas de un solo color o de colores, sicodélicas, algunos hasta de metal tipo “billas”.

Las bolas, bolitas y algo mas grandes, las pelotas.... La pelota es un juguete que siempre ha estado relacionado con el ser humano, es uno de los primeros objetos que el niño hace contacto, y para los niños con algún problema es el primer juguete que se utiliza para su terapia, es educativo, formativo, divertido y muy bien aceptado. Díganme a quien no le gustó la pelota en algún momento de su vida, incluso ahora ya adultos nos sigue gustado ir a jugar pelota.

Por eso comprenda a nuestro amigo que desde chiquito le gustaban las bolitas, tanto que ahora es un especialista que los sacó a relucir cuando ofreció sus servicios el año pasado en el viaje a Tarma porque contrató una combi de asientos bien estrechos, aquí todos salimos con “luxación gonadal” y el dijo que era especialista en “masajes”, como lo quieren? manual ?, con pies ?, sin mirar ?, cantando ?, o con manos y pies amarrados ?, es todo un campeón en estas lides.

Como ven, las bolitas siempre han estado en nuestras vidas desde que jugábamos muy pequeños a la guerrita tratando de tumbar los soldaditos de nuestro rival. Hasta ahora, cuando la gente ya está casada sigue jugando con sus bolitas. Pero hay muchos que llevan su “bolon” pero en su panza, dignos representantes como “ Boligno Gustavo” “Zavalaaaaa” “Homero Simpson Barreto” y hasta “Memin Julián” que parecen gestantes en diferentes meses de embarazo. En general todos estamos llegando a ese estado por eso tenemos que hacer deporte tenemos que ir a jugar nuestro partidito cuando Julián nos convoque y otros se la emboquen.

Así llegamos al final de este articulo que es “El Ñoquito de Julián” se refiere al coñito, (agujero o huequito que se hacia en la tierra o sobre alguna superficie para encajar al lanzar la bolita con la que se jugaba). Así que no se trata de Julián y el ñoquito; ni su ñocaso; ni Julián el ñoco..... Por favor respeten a nuestro amigo porque antes era “sano”, ahora es “peor”. Hasta ahora como no se ha manifestado con el “Chifa”, se eleva el pago de la extorsión a “Parrilla”, así que apresúrate porque a este paso te voy a pedir hasta el “sillón presidencial”.
Saludos a todos.
Si les gusto que bien o si no váyanse a la ….
Hasta la próxima.
Martín Orellana Manrique.

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