jueves, 22 de septiembre de 2011


SOBRE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ

El mundo académico y religioso en Lima está procesando una polémica sobre la Universidad Católica del Perú; el eje de la polémica se centra a nuestro juicio en dos problemas esenciales: la contienda planteada por el arzobispado de Lima en cuanto a la administración de los bienes generados por la herencia de un benefactor, y la orientación que esta Universidad debe tener en su labor formativa. Posteriormente ha entrado en el debate el título de Pontificia y el nombre mismo de “Católica” a raíz de la respuesta del Vaticano ante una consulta sobre los Estatutos de la Universidad, comunicada por el arzobispo.

Muchas personalidades instituciones se están pronunciando al respecto; entre ellas la Asamblea Nacional de Rectores, la Conferencia Episcopal Peruana, comunidades eclesiales, Federaciones de profesores y estudiantes. Creemos importante que el colegio se pronuncie, y lo hacemos por varias razones: una de ellas es que muchos de los profesores somos exalumnos de ese centro de estudios; parte de lo que enseñamos y vivimos en el Héctor* viene de nuestro paso por las aulas de esa universidad. Otra razón viene por el lado de nuestros exalumnos, ya que la Universidad Católica es la primera opción de quienes egresan del Héctor, y siendo promociones pequeñas cada año tenemos seis o siete cachimbos en dicha institución. También lo hacemos como ciudadanos, pues la vigencia del pensamiento y calidad de esta Universidad es un gran aporte a la vida cívica y académica de toda la sociedad. Y como cristianos, pues como parte del Pueblo de Dios tenemos el derecho y deber de expresar lo que entendemos como correcto y cercano al Plan de Dios, aún cuando no coincidamos como en este caso con un pequeño sector de la jerarquía.

No podemos opinar sobre los temas legales o de derecho canónico, ya que no los conocemos a profundidad ni son nuestra especialidad. Además porque entendemos que si durante tantos años de vida institucional y con tantos prelados en la sede limeña no hubieron graves problemas al respecto, no está allí el meollo de la cuestión. Nuestra opinión la hacemos sobre la orientación de la Universidad, que sí nos afecta y conocemos bien.

Consideramos que la Universidad Católica ofrece desde hace muchos años una formación académica de calidad, una visión de la sociedad pluralista y comprometida con el país. Sentimos además que la vida y enseñanza de la Universidad Católica tal como es ahora recogen elementos esenciales del mensaje y de las actitudes de Jesús de Nazaret.

Esa formación debe mantenerse por el bien del país y de sus alumnos; y para ello deben mantenerse la actual composición de sus autoridades y cuerpo docente, así como las normas que como institución la rigen y están aprobadas por la legislación peruana. Si asumiera el control y orientación de la Universidad la línea ideológica del actual arzobispo de Lima y de quienes están a su alrededor, la Católica perdería su esencia actual, se convertiría en una cosa distinta en la que docentes que hemos pasado por ella no nos reconoceríamos, y a la que no podríamos orientar a nuestros exalumnos a postular; perdiendo ellos de esta manera una opción formativa importante.

Como colegio hacemos votos porque se respete a la actual institucionalidad de la Pontificia Universidad Católica del Perú y que continúe siendo un faro de luz en medio de las tinieblas.

Juan Borea Odría
(*) IEP Héctor de Cárdenas

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