MARISTAS BOYS 78

SEXTO DOMINGO DE PASCUA

JESUS DECLARA COMO NOS AMA.
"No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros"

Por el P. Clemente Sobrado

San Juan  15,  9 - 17:

"Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Os he dicho esto, para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a su plenitud. Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. No os llamo ya siervos porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi Nombre os lo conceda. Lo que os mando es que os améis los unos a los otros."

Reflexión

 Hola amigos, ¿alguno de vosotros está triste hoy? Pues, no es eso lo que Dios espera de vosotros. Yo sé que a muchos no les importará mucho si estáis alegres o tristes, pero a Dios sí le interesa y no quiere ver caras largas ni corazones tristes. Dios nos quiere ver alegres; es más, no solo nos quiere ver felices, sino que Él mismo quiere compartir su alegría con nosotros, quiere que su alegría esté en nosotros.

¿Cuándo será que nos convenzamos de que a Dios no le agradan esas caras arrugadas por la tristeza? ¿Cuándo será que nos convenzamos de que Dios no quiere cristianos con dolor de estómago, con ojos llenos de lágrimas? ¿Cuándo será que nos convenzamos que Dios quiere cristianos alegres, felices: que oran con alegría, le hablan con alegría, participan en la Misa con alegría, se confiesan con alegría, comparten con alegría y anuncian el Evangelio con alegría?

Jesús nos lo dice: "Os he dicho esto para que mi alegría esté en vosotros y vuestra alegría llegue a plenitud." Dios no quiere para nosotros cualquier alegría, por ejemplo, fruto de unos traguitos, quiere que nuestra alegría llegue a la plenitud.

Por eso nos ofrece toda una serie de cosas capaces de hacernos felices y de llenarnos de verdadero gozo. ¿Queréis conocer algunas de ellas?

La primera: Saber que con el mismo amor con que Dios ama a Jesús, Jesús nos ama a nosotros.

La segunda: guardar sus mandamientos y permanecer en su amor.

La tercera: que nos amemos unos a otros como Él nos ha amado. El amor siempre es fuente de vida y de alegría.

La cuarta: Saber que nosotros no somos siervos, ni esclavos, sino que somos nada menos que amigos de Jesús y Él es nuestro amigo y que comparte con nosotros los secretos que Él ha visto en el corazón del Padre.

La quinta: Saber que somos elegidos por Él, que no somos nosotros quienes le hemos elegido a Él, sino que es Él quien nos ha elegido, escogido, dado preferencia. Además, que todos estamos llamados a ser como esos árboles cuyas ramas se doblan cargadas de frutos.

¿No es parece que, a pesar de todos nuestros problemas, tenemos razones suficientes para estar alegres?

Fuente

La Iglesia que canta