En el Día de las Madres

Laura, es dificil y casi imposible el plasmar en estas líneas, lo que eres para mí, lo que significas para mí, y todo lo que puedo hablar sobre tí. Es inmenso el esfuerzo, más no porque no tengo nada que decirte, sino por el caudal de ideas que vienen a mi mente.

Hablar de tí es remontarme a mis tiempos de niño. Tiempos primarios donde tu eras aquel ser que solucionaba todo. Sensible hasta el tuétano, me decías las cosas que debía y no debía de hacer. Con una sola y dulce frase de amor hacías que me sienta muy seguro y con ánimos para con la vida. Una caída no resultaba gran cosa cuando estba cerca a tí. Me pongo a pensar y veo cuan semejantes somos y a pesar que nunca he dejado de ser tu niño travieso, comprendo tu desvivir por mí, ahora que tengo hijos. Siempre un consejo, siempre una frase, siempre un beso.

Tanta paciencia, tanto amor y cariño para con nosotros tus hijos, que a veces te envidio ya que no te llego ni a los tobillos, aquellos fatigados por tanto andar en esta vida. Eres la única persona del mundo, que siempre está de forma incondicional. Si te rechazo, me perdonas. Si me equivoco, me acoges. Si los demás no pueden conmigo, me abres una puerta. Si estoy feliz, celebras conmigo. Si estoy triste, no sonríes hasta que me haces reír.

Ahora comprendo tanto sacrificio, tanta entrega, tanto dolor cuando se trata de tus hijos. Una madre es capaz de dar todo sin recibir nada. De querer con todo su corazón sin esperar nada a cambio. De invertir todo en un proyecto sin medir la rentabilidad que le aporte su inversión. Una madre sigue teniendo confianza en sus hijos cuando todos los demás lo han perdido.

A pesar de haber perdido muy niña a tu madre y ser tan niña y fragil para soportarlo, te llenaste de coraje y de muchas ganas de hacer camino en cada paso que dabas. Mis tías y después mi padre fueron los que compartieron tu vida de mujer, esposa y madre ahora. Sabes mucho no por tus estudios, sino por esas canas que muy discretamente ocultas bajo el tinte. Tierna y amorosa; sentimental y sensible; conversadora empedernida y ser de enormes cualidades que entierran tus yerros y desaciertos. Le doy infinitas gracias al Hacedor, haber sido fruto de ese amor con mi padre. Y a estas alturas de mi vida la gracia de que me acompañes de cerca y de lejos. Que me hagas recordar siempre que existe un Todopoderoso que todo lo ve y que todo lo puede. Que parte de ese amor es el que EL siente por mí. Es el amor de madre, uno de los más fuertes que existe y que a veces no sabemos valorar.

Laura, gracias por ser mi madre.

Tu hijo que te quiere

Paco

A TODOS UN FELIZ DÍA DE LAS MADRES...!

Pd. Gracias por darme la oportunidad de homenajear a todas esas "cabecitas blancas" en la persona de mi madre.