CINE Y CASTIGO
Ahora que Walter Artemio está de visita por Lima, he vuelto a evocar un pasaje de mi vida cuando compartía con él, la diversión y el estudio, en tiempos de colegial. Eran tiempos que las horas no se sentían para nada cuando de estudio o juegos había por hacer. En vacaciones de verano, las horas que Walter pasaba en mi casa eran incontadas, practicamente todo el día compartíamos juegos con amigos del colegio y de mi barrio. Por mi casa lo conocían como "El Dr. Zero" , ya que él tenía la costumbre de gritar como lo hacía el personaje de dibujos animados japonés llamado "Fantasmagórico". Disfrutaba gritar "ZEEEEROOOO...!" a cualquier hora, en especial cuando era de noche. Muchos vecinos salían asustados de sus casas al comienzo, pero mientras pasaba el tiempo, ya sabían que se trataba del loco de mi amigo.
En el verano de 1976, y se nos ocurrió la idea de ir al cine. En ese tiempo estaba de moda lo que se llamó en algún momento, "cine catástrofe". Películas como "Terremoto", "Infierno en la Torre", "La Aventura de Poseidón", "Aeropuerto", era lo que veíamos por las salas de cine. "Tiburón" era también una película thriller, que mantenía al espectador en vilo en sus respectivas butacas. Fue la cinta que fuimos a ver. Y ustedes se preguntarán porque no ir a nuestra sala de barrio mas cercana? El Cine Susy lamentablemente solo pasaban películas viejas, de kung fu, genero western y las triple X. Hay que admitirlo que alguna oportunidad desfilé por el "Susy" con algunos amigos, sin importarme las pulgas que cargaba para mi casa, pero eso será también otra historia que contar.
Llegó su tío Julio y nos invitó al cine Alhambra -aquel que ahora es casino- "Qué van a dar tió?", le dijo Walter. Julio era un tío muy joven y era sordomudo, se comunicó con nosotros que le entendíamos perfectamente y quedamos que a las tres de la tarde era la hora para partir. Fuí a mi casa a pedir permiso y a almorzar. Creo que la película se había estrenado solo unos días atrás, así que había mucha expectativa. Llegó el momento y partimos a la función de matineé.
No había llevado mucho dinero ese día, Walter tampoco, sólo lo básico para el pasaje y algunas golosinas; de las entradas no nos preocupábamos ya que el bonachón del tío Julio se encargaría. Llegamos y había una cola gigante de más de 200 metros, parecía interminable el tiempo en llegar a la boletería y cuando casi faltaba poco, se acabaron las entradas.
Julio nos dijo que nos quedemos para la siguiente función de las siete de la noche, a lo que atracamos de inmediato. Ya dentro del cine, fuimos a comprar las golosinas de rigor, frunas, bombón Princesa y canchita fue lo primero que comimos. En el intermedio (antes se acostumbraba detener la función a la mitad) fuimos a gastarnos el resto del dinero que quedaba.
- Walter...no tenemos dinero para el regreso..!
- No te preocupes, que nos regresamos con mi tío...él nos prestará...
- Bueno...si tu lo dices...
- Mi abuela me mata! dijo Walter..
- Son más de las nueve...qué vamos a hacer sin dinero? pregunté
- Pediremos plata a la gente...qué nos queda pués...así que pide de una vez...me dijo el muy conchudo.
Muy a nuestro pesar, ese día la gente estaba "más dura" que de costumbre. Centavo tras centavo parecía una eternidad. Unos policías se compadecerieron unos dieron algunos reales. Ya eran más de las 10 de la noche y estábamos dos jovencitos, uno que no llegaba ni siquiera a los 15 años de edad y otro de 13 años, solos y sin ninguna persona mayor que nos guíe. No me acuerdo cuanto fue lo que juntamos de la colecta, pero era insuficiente para el regreso de los dos a San Juan. Sólo nos alcanzaba el dinero hasta Surco, además ya era tarde y no habían carros que nos llevaran hasta nuestra casa.
Finalmente cruzamos la Panamericana sur, y llegamos a unos viñedos en la zona que ahora corresponde a la Urbanización Amauta. Ya estábamos en San Juan!!! Silencio y penumbra fue todo lo que nos acompañó durante la travesía. De vez en cuando perros nos corretearon ciertos trechos en el caminar, que felizmente no llegaron a mordernos.
Pasadas las dos de la mañana llegué a mi casa. Mis papás ya se habían movilizado para buscarme. Comisarías, hospitales y hasta la morgue, fueron testigos de su largo batallar en mi busca. Me imagino que la suerte de Walter en su casa fue similar a la mía en cuanto llegamos. Apenas crucé la puerta me llovió un concierto de latigazos seguido de un fuerte y emotivo abrazo de parte de mi papá. Nunca me olvidé de ese episodio y esa es la imagen que tengo hasta ahora, de aquel día de cine junto con mi amigo Walter....
Paco Cárdenas Linares
EL LOCO PALOMINO SIEMPRE FUE UN LOCO DESDE EL COLEGIO Y AHORA TAMBIEN. FIEL A SU PERSONALIDAD.
ResponderEliminarAsquerosamente muy bueno. Qué relato para increíble, Si la historia pasara en estos tiempos, los protagonistas serían cadáveres, venderían sus órganos o quizas violados. Que tiempos los de ahora. La culpa la tiene Alan garcía y el gringo julian.
ResponderEliminarSoy marista del 84 y me acuerdo aver visto la pelicula por video. En comparación a lo que se ve ahora es patetica pero me imagino que en esos tiempos fue todo un exitazo. Sigo su pajina siempre ya que me entretiene mucho y me informa.
ResponderEliminarYA COMPRENDO ¿PORQUE SE SECO EL PINO HISTORICO?.
ResponderEliminarTAMBIEN ¿PORQUE DONDE PASARON LE PUSIERON URBANIZACION AMAUTA?
Y ¿POR QUE YA NO HAY PERROS EN LAS NOCHES DE SAN JUAN?
PERO LO QUE MAS ME LLAMA LA ATENCION ES ¿DONDE MIERCOLES TERMINO EL FAMOSO TIO?
HOY PACO ES UN GRAN ESTOMATOLOGO,WALTER ARTEMIO UN GRAN GEOGRAFO Y PROFESOR EN LOS EE.UU. Y LOS DOS GRANDES PROMOTORES DE LA EXISTENCIA DE LOS MARISTAS BOYS Y TODOS SOMOS AMIGOS Y NO SOMOS RACISTAS,SINO PREGUNTENLE A JULIAN,JA,JA,.. MUY BUENA LA NARRACION,MUY DIVERTIDA,PERO DIGAN LA VERDAD ESA NOCHE EL TIO LOS LLEVO AL CINE COLON,JA,JA,..
PAQUITO, COMO PUEDES DECIR QUE FUISTE A VER TIBURON AL CINE LE PARIS A LAS 7 PM,EL TIO TERMINO LOCO Y SALIO CORRIENDO A CAILLOMA,POR ESO SE OLVIDO QUE EXISTIAN TU Y WALTER ARTEMIO,JA,JA,
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