miércoles, 7 de diciembre de 2011


“EL INVENTOR DEL SANDWICH”
Crónica de un alimento muy popular  

Estaba leyendo un artículo en uno de los libros que siempre llevo conmigo en los días de navegación, cuando pude ver uno que llamó mi atención, es que en el mundo consumimos millones de sándwiches, pero no sabemos quién inventó este delicioso alimento que se puede llevar a todas partes.

Pensé que podría ser un ciudadano americano u otro ,estaba un poco confundido y deseaba poder leer con premura para saber quién y cómo se hizo el primer sándwich y el motivo de su nombre conocido mundialmente. Bueno lo que mejor puedo hacer es transcribir por este medio lo que relató en su momento el señor director de cine WOODY ALLEN.

Con la imagen mental del primer sándwich expuesto en una vitrina del Museo Británico, pase los siguientes tres meses trabajando en una breve biografía del gran inventor, el conde. Aunque mis conocimientos de historia son algo endebles y mi proclividad al romance empequeñece la de cualquier mortal, espero haber captado la esencia de este inestable genio, y confió que estas líneas sirvan de inspiración a algún historiador versado.

1718: Nacimiento del conde de sándwich en el seno de una familia de clase alta. El padre recibió encantado el nombramiento de Condestable del Reino, posición que ocupa durante varios años, hasta que descubre que la palabra condestable designa, en realidad, a un herrador, y renuncia amargado. La madre es una simple ama de casa de ascendencia alemana, cuyo rutinario menú consiste esencialmente en grasas y gachas, aunque demuestra cierta imaginación culinaria en la preparación de una cuajada pasable.

1725 – 1735: Asiste a la escuela donde aprende latín y amontar caballo. Es aquí donde descubre los fiambres, y muestra un desusado interés por las lonchas finas de carne asada y jamón. Al graduarse, su interés se transforma en obsesión y aunque su tesis sobre “Análisis y fenómenos inherentes a los tempies” despierta la curiosidad del claustro, los compañeros lo consideran extraño.

1736: ingresa a la Universidad de Cambridge a requerimiento de sus padres, y prosigue estudios de retorica y metafísica, aunque con poco entusiasmo por ambas. En constante rebelión contra todo lo que huela a académico, es denunciado por robar hogazas de pan y realizar extraños experimentos con ellas. .Varias acusaciones de herejía determinan su expulsión.

1738: Menospreciado, se establece en Escandinavia, donde pasa tres años investigando a cerca de los quesos. Allí se siente muy atraído por las muchas variedades de sardinas que descubre, y escribe en sus apuntes: “Estoy convencido de que existe una constante realidad, por encima de todo lo que el hombre ha logrado, en su yuxtaposición de alimentos. ¡Simplificad! ¡Simplificad!” A su regreso a Inglaterra, conoce a Nell Smallbore, hija de un verdulero, con quien contrae matrimonio. Ella trasmitirá todos sus conocimientos sobre la lechuga.

1741: Vive en el campo, de de una pequeña herencia trabaja día y noche escatimando en las comidas con objeto de ahorrar dinero para alimento con los que experimentar. Su primera obra completa: una rebanada de pan, otra encima y una loncha de carne fría, fracasa miserablemente. Decepcionado, se encierra en su estudio y vuelve a emprender sus investigaciones..

1745: Después de cuatro años de denodado esfuerzo e investigaciones, se da cuenta que está al borde del éxito. Exhibe ante sus amigos dos finas lonchas de carne fría con una rebanada de pan en el medio. Su trabajo es rechazado por todos, con excepción de David Hume, quien presiente la inminencia de que va suceder algo grande y le estimula. Alentado por la amistad del filósofo, se pone a trabajar con denodado vigor.

1747: Al borde de la ruina, no puede permitirse ya de experimentos con carne asada, y se pasa al jamón de York que es más barato.

1750: en la primavera, exhibe tres lonchas de jamón una sobre otra; esto despierta algún interés, sobre todo en círculos intelectuales, pero el público en general permanece impasible ante el descubrimiento. Tres rebanadas de pan una sobre otra aumentan su reputación, y, aunque su estilo no demuestra haber llegado aún a la madurez es requerido por Voltaire.

1751: Viaja a Francia, donde el célebre filosofo y dramaturgo galo ha conseguido interesantes resultados con pan y la mayonesa. Los dos se hacen amigos, y así se inicia una correspondencia que finaliza inesperadamente cuando Voltaire se queda sin ellos.

1758: La creciente aceptación de sus trabajos por la opinión pública vale un encargo de la Reina de Inglaterra, para preparar “algo especial” destinado a un almuerzo con el embajador de España. Trabaja día y noche, rompe varios bocetos, pero, por fin , a las 4:17 de la madrugada del día 27 de abril de 1758, crea una obra que consiste en varias lonchas de jamón cubiertas, por encima y por debajo por dos rebanadas de pan de centeno. En un arranque de inspiración, adereza el interior con mostaza. El descubrimiento produce inmediata sensación, y se le encarga preparar todos los almuerzos sabatinos para lo que resta del año.

1760: consigue un éxito tras otro, y crea sándwiches, como se llamaron en su honor, de rosbif, pollo, carne, lengua y casi de todos los fiambres. No contento con repetir formulas ya probadas, experimenta con nuevas ideas, y así inventa el sándwich mixto, por el que se le concede la Orden de Jarretera.

1769: En su residencia campestre, recibe la visita de los más grandes hombres de la época Haydn, Kant, Rousseau y Benjamín Franklin, alguno de los cuales degustan in situ las notables creaciones y otros hacen pedidos para llevar a casa.

1778: Aunque los años han hecho mella en el conde, todavía todavía se esfuerza por hallar formas y escribe en su diario:” Trabajo hasta muy tarde en la fría madrugada, y me dedico a tostarlo todo en un esfuerzo por mantenerlo todo caliente”. Ese año, su sándwich abierto de rosbif provoca un escándalo por su franqueza.

1783: Para celebrar su 65 cumpleaños, inventa la hamburguesa famosa por siempre y deleite de todos hace una gira por todas las capitales del mundo y cocina su nuevo hallazgo en las salas de concierto, ante enormes y perceptibles audiencias. En Alemania Goethe le sugiere servirlas en panecillos, idea que deleita al conde, quien a propósito del autor de Fausto, declara: “Este Goethe sí que es todo un tipo”. La observación encanta al escritor, aunque al año siguiente, rompen sus relaciones intelectuales como consecuencia de sus diferentes conceptos sobre la carne poco echa, en su punto y muy echa.

1790: En Londres, aunque una exposición retrospectiva de sus obras, se siente aquejado por un súbito dolor en el pecho y, aunque se piensa en su muerte inminente, se recobra lo suficiente como para supervisar la creación de un bocadillo gigante a base de toda clase de fiambres que denomina “sándwich de héroe”, ideado en colaboración con un grupo de discípulos. El descubrimiento provoca disturbios en Italia y es mal interpretado por casi todo el mundo, salvo por algunos críticos.

1792: S e le empieza de pronto, a torcer las piernas lastimosamente y, al no recibir tratamiento a tiempo, muere durante el sueño. Es enterrado en la abadía de Westminster, y miles de personas lamentaron su desaparición. En el entierro el gran poeta alemán Holderlin resume sus hazañas con manifiesta reverencia: “Libero a la humanidad del almuerzo caliente. Siempre estaremos en deuda con él”.

Sé que les habrá gustado esta lectura, ahora ya saben quien fue este gran inventor, lucho por sus ideales y logro que hasta nuestros días sean muchas las formulas de los sándwich.

Sírvanse un delicioso sándwich el sabor que gusten, me despido hasta la próxima.
Manuel Humberto Barreto García

1 comentario:

  1. Que hace Franz en una de las fotos del artículo, será acaso el CONDE DE SANDWICH?

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