EL REGALO PROMETIDO
Invitemos a Jesús a su fiesta de cumpleaños
La Navidad es un regalo de ámbito Espiritual que ilustra el mensaje de las Buenas Nuevas De Salvación! Es el más valioso regalo que ha existido y este regalo viene de Dios para toda la humanidad. Alejemos nuestras mentes de toda celebración tradicional y volvámoslos a La Palabra de Dios y exploremos el hermoso regalo que Dios nos ha obsequiado para nuestras vidas! Muchos ya le han cambiado el nombre de Feliz Navidad y lo han substituido con el de Felices Fiestas, o en ingles han substituido Merry Christmas por Happy Hollydays!
Es triste, cuando en un tiempo tan importante, pocos son los que entienden y experimentan el gozo de la Navidad. Es Dios mismo el cual revela en Su Palabra la importancia y el gozo de la Navidad! Se esperaba que naciera de un vientre de linaje escogido por los hombres, pero fue nacido en linaje escogido por el Espíritu Santo. Se esperaba que fuera acogido por un lecho en un palacio, pero encontró calor en un pesebre. Sin saberlo aquél día, toda la creación alabó en silencio al más grande de todos los tiempos, invitando a unos cuantos escogidos a regocijarse en la presencia del más grande Rey qué finalmente había llegado.
Llegó diciembre del 2011, otro año más que se pasó volando y estamos en Tiempo de Navidad. Bellas decoraciones adornan las ventanas de las casas y las tiendas: luces de muchos colores, árboles con muchos adornos, música especial para la ocasión, tarjetas navideñas, comida deliciosa y especial, y ¿quién puede olvidar la compra de regalos? No se si se han dado cuenta pero la gente nos trata mejor, nos sonríen más, y nos buscan conversación. ¡Es que la Navidad ha llegado! ¡Todo está supuesto a ser diferente! Pero, ¿realmente lo es? Millones de personas en todo el mundo celebran la Navidad. Muchos han escogido el 25 de diciembre, y otros en la primera semana de enero. No importa el día, la fiesta es similar: mucha fiesta, mucha comida y muchos regalos. Mis planes siempre son hacer mis compras navideñas anticipación, pero a veces por el excaso tiempo que dispongo dejo las cosas para el último momento. Y después a última hora me desespero buscando el regalo ideal para mis seres queridos. Tengo que admitir que muchas veces el proceso es bastante frustrante, porque me encuentro con muchísimas otras personas que al igual que yo, han dejado todo para última hora. Y por supuesto, no hay quién visite las tiendas el día después de Navidad porque miles de personas van a las tiendas a devolver todos aquellos presentes que no les fue de su agrado o que no necesitaban. Si la víspera de Navidad es mala para hacer compras el día después de Navidad es simplemente una pesadilla.
En todo este "corre y corre" casi siempre olvidamos lo más importante; y no me estoy refiriendo a ese regalo que se nos olvidó comprar, o al pavo, o al panetón . Hablo de lo más importante: ¡JESÚS!, la razón por la cual celebramos la Navidad en primer lugar.
Quisiera ilustrar el punto que estoy haciendo de la siguiente manera. Supongamos que te están planeando la fiesta de tu cimpleaños. Han invitado a toda tu familia y a tus mejores amigos. Todo el mundo se ha preparado para ir a la gran fiesta. Te han traído muchos regalos, tarjetas, y dinero. Han preparado una maravillosa fiesta en tu honor. ¡Muy bueno! ¿Verdad? Sin embargo, todos han llegado a tu fiesta, y ninguno te ha saludado. Simplemente llegaron a la fiesta; no tomaron tiempo para hablarte ni para compartir contigo. Los invitados de tu fiesta simplemente decidieron compartir los unos con los otros menos contigo. ¿Cómo te haría sentir eso? Pienso que si eres como yo, te sentirías triste porque te han ignorado.
Han venido a la fiesta pero no a gozarse contigo. Los regalos, la música, el banquete son buenos pero pierden valor y significado porque simplemente son substitutos de lo que realmente cuenta. Así mismo ha pasado con la Navidad. La Navidad, supuestamente es la celebración del cumpleaños de nuestro Salvador. Sin embargo, los invitados a esa fiesta hemos olvidado al Objeto de la misma. Nos hemos concentrado demasiado en los detalles externos y en las cosas materiales, que hemos perdido la belleza y la pureza de su significado espiritual. Hemos ignorado a Jesús; no pensamos ni reflexionamos en lo que Él hizo por nosotros.
Al mundo no le gusta oir esto, pero es la verdad: ¡Sin Cristo simplemente no existe Navidad! Podrán haber regalos, bailes, fiestas, comidas, y música, inclusive podremos compartir, podremos perdonar...¡pero nunca habrá Navidad! Le pueden poner el nombre que quieran a la fiesta pero no podrán tener la verdadera Navidad.
La verdadera Navidad no consiste en las cosas materiales que este mundo ofrece, sino en tener a Cristo en el corazón. Es reconocer que Dios nos dio el mejor regalo en la persona de Jesús, Su Hijo amado. Es un regocijo espiritual y no un deleite carnal. Es tener música en el corazón, perdón de pecados y libertad del alma. Es vivir completamente enamorados de Aquel que es amor. Es una fiesta que dura todo el año y que no se limita a unos días en diciembre o enero.
Aprovecho esta aportunidad para desearles sinceramente una FELIZ NAVIDAD, teniendo como protagonista a JESUCRISTO que se hace uno de nosotros en la demostración mas elevada de amor. Jesús es el mejor regalo que podemos recibir en estas fiestas...
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