MARISTAS BOYS 78

BLANCA: LA NUEVA MUSA

Hace dos días murió la gran poeta peruana Blanca Varela a la edad de 82 años, su corazón mundano dejó de latir a causa de las secuelas de una trombosis que la fue apagando lentamente; pero ha muerto la poeta pero no su poesía. Sanmarquina por antonomasia se dedicó a las letras y literatura desde muy joven; se agotaba el año de 1943 cuando ingreso a la Facultad de Letras en San Marcos, a los 17 años, en una época donde se veía con extrañeza y cierto “temor” que una joven mujer decidiera avocarse a la tarea de darle forma de palabras bellas a sus sentimientos; aprendió con la rapidez que su pasión se lo permitía de la maestría de personajes de la generación del ’50 como Sebastián Salazar Bondy, Javier Sologuren, Jorge Eduardo Eielson, y también conoció el amor en la persona de quien sería su esposo, el pintor Fernando de Szyszlo con quien tuvo dos hijos para, finalmente, separarse y conservar una incólume amistad. Sus versos directos y macizos, estremecedoramente bellos diría yo, reflejan un carácter fuerte y sensible que trata de discurrir por todo lo humanamente posible. Recordemos a Blanca siempre en medio de sus versos, en la agitación de sus metáforas que solo descansaron durante 82 años en esta envoltura del alma que hemos dado por llamar cuerpo.

“ESCENA FINAL

He dejado la puerta entreabierta

soy un animal que no se resigna a morir a eternidad

es la oscura bisagra que cede

un pequeño ruido en la noche de la carne

soy la isla que avanza sostenida por la muerte

o una ciudad ferozmente cercada por la vida

o tal vez no soy nada sólo el insomnio y

la brillante indiferencia de los astros

desierto destino inexorable el sol de los vivos

se levanta reconozco esa puerta no hay otra

hielo primaveral y

una espina de sangre en el ojo de la rosa.

STRIP-TEASE

Quítate el sombrero

si lo tienes

quítate el pelo

que te abandona

quítate la piel

las tripas

los ojos

y ponte un alma

si la encuentras

Blanca Varela”

Mario Domínguez Olaya