viernes, 29 de abril de 2011


EL AUTO: ALGO MÁS QUE CUATRO RUEDAS
Lo que significa para ellas y ellos

Tanto se habla, se escucha, se lee y se especula sobre el tema, pero lo cierto es que el hombre tiene una manera distinta al escoger un automovil, que la mujer. Para realizar esta nota, tuve que hacer de reportero, consultando a todo tipo de mujeres, amigos, conocidos y especialistas en la materia. El auto significa -en la mayoría de los casos- algo más que un medio de transporte.

La invención del auto fue una revolución en sus tiempos, ya que el hombre tenía que transportarse a pie en un principio, después usó animales hasta que se inventó la rueda y el transporte mejoró. Cuando se le agrega un motor a este artefacto, la comodidad y el progreso se puso de manifiesto en todos los aspectos humanos.

Pareciera que el auto fue creado solo para el hombre, ya que desde tiempos pasados sigue siendo el mayor consumidor por excelencia. A mediados del siglo pasado es cuando la mujer se atreve a conducir y desde allí su experiencia al volante no ha ido de la mano con la pericia. Según los entendidos, se afirma que el cerebro de la mujer no facilita la conducción de vehículos. A pesar que existe un nexo entre los "dos cerebros", vale decir que la zona entre los hemisferios de la mente de la mujer facilita muchas cualidades inherentes, ellas no han logrado en todo este tiempo de evolución, conseguir en su gran mayoría, dirigir un auto correctamente. Se sospecha que una de las razones por las cuales no se da esto, es por la relativa inseguridad que muchas mujeres tienen con respecto a sus vidas (en el trabajo, en el amor, autoestima, etc.) Sin embargo esta inseguridad hace en el hombre, que el carro se convierta en un "fetiche" que compense esa escacez. En la mayoría de los casos, cuanto más grande sea el tamaño del vehículo, mejor se sentirán. Esto demuestra el por qué hoy en día se compran más camionetas que antes (minibanes, doble tracción, etc.)

Qué significa para ellas?

Recientemente apareció una intrépida investigación que asegura que los autos favoritos o ideales de las mujeres, reflejan el tipo de hombre que les gustaría tener. Si teniendo todo el dinero del mundo, una mujer compra una 4 X 4 o una camioneta tipo miniban, quiere decir que su hombre ideal debe ser seguro, confiable, fuerte, alguien en quien se pueda apoyar cuando el camino tenga baches. Para la mujer que desea un automóvil deportivo, la principal característica en un hombre es el físico. Busca un hombre alto, masculino, guapo, fuerte.

Soñar con un auto de lujo representa el nivel social al cual quiere pertenecer la mujer. Para esta mujer el status es crucial en sus relaciones y busca a alguien altamente educado, con quien pueda tener la familia perfecta. Si a la mujer realmente no le importa el tipo de auto con tal de que la pueda transportar de un lugar a otro, significa que tiene una postura abierta y flexible ante el hombre ideal, siempre y cuando la trate bien.

Y para nosotros?

Se ha interpretado la psicología de Freud, sugiriendo que el auto para el hombre es la prolongación de su miembro viril. Esta teoría es más aceptada por mujeres que por varones -es obvio ya que nadie en su mas sano juicio podrá admitir eso- lo cierto es que las estadísticas no mienten. Desde la pareja que elegimos, la ropa que usamos, los lugares con los que soñamos y hasta los autos que manejamos son una proyección de nosotros mismos; como si fueran extensiones de nuestro propio ser. Poseer un auto, no es solamente tener un vehículo en que movernos; es también tener una actitud y una personalidad. La gente 'te saca' como eres por el carro que tienes, o no? Es una lastima y suena muy frívolo, pero resulta un tema de actualidad ya que actualmente el consumo de vehículos está aumentando en nuestro país, y quieras o no, si tienes alguito de dinero te gustaría tener un carrito para movilizarte. Este objeto de transporte y de auto-afirmación es tan importante, que no falta quién le dé más importancia al automóvil que a su propia casa o familia.

En el caso de los hombres, el tipo de auto que desean -no siempre el que tienen en la actualidad- puede revelar sus fantasías sexuales. El hombre que desea un carro deportivo como el Corvette, el Porsche, el Viper o el Jaguar desea una mujer sexualmente agresiva. En sus sueños las mujeres se pelean por él y lo persiguen. El que un hombre desee uno de lujo como un Cadillac, un BMW o un Mercedes quiere decir que sueña con tener una aventura en una locación exótica. Fantasea con hacer el amor en la playa en uno de los hoteles más finos del mundo. Su pareja siempre tiene que ser hermosa. Los que gustan de los ambientes familiares desean un Cutlass (esos clásicos), Toyota Camry o un Honda. Buscan estabilidad, la misma mujer siempre con ellos y tienden a evitar cosas inusuales.



También están los que sueñan con las famosas doble tracción de corte masculino, (Blazer, Cherokee y las pickups). A estos les gusta el campo y sus sueños giran alrededor de paisajes naturales, buscan mujeres deportistas y anhelan la tranquilidad de los bosques. Los coupé de dos puertas son para hombres que buscan mujeres inteligentes. Se visualizan a sí mismos teniendo conversaciones sexualmente estimulantes con mujeres interesantes, cultas e inteligentes.

Dicen por allí "que uno es más fiel a su auto que a la pareja". "Monto mi carro todos los días, a mi mujer no" es otra aseveración que solimos escuchar. Y en cierta manera es verdad, y existen muchos de nosotros que exageramos con el cuidado. Si no es muy nuevo o moderno, le agregamos accesorios para compenzar la carestía. La psicologa Marlene Goyzueta nos dijo, "el hombre común y corriente hace de su auto su ARMADURA ya que en su subsconciente él se siente todo un caballero. Si 'su armadura' es llamativa, hermosa y grande se siente más seguro, inclusive a la hora de cortejar a una mujer". "Sin embargo las mujeres nos prestamos a este juego ya que 'medimos' al hombre por lo que posee o por lo que aparenta", concluyó.

El tener gafas oscuras, nos hacen sentir diferentes, estar "in", "cool" o verse muy "fashion" son terminologías que grafican el impulso hasta cierto punto instintivo de llevar la mirada hacía una hermosa mujer (u hombre) y no ser descubiertos. Inclusive existen huachafos que las usan hasta en días nublados. Y es aquí que se pone en tela de juicio el uso de parabrisas polarizados en los vehículos. No necesariamente son usados para fines netamente de seguridad, sino que poseen una razón distinta: la prolongación de los lentes de sol. Debe ser muy divertido pasear por la ciudad con una camioneta 4X4 del año con lunas polarizadas y ver como capta miradas masculinas y sobre todo femeninas. La de ellas son más evidentes cuando miran el auto y luego tratan de plantar la mirada al que conduce. Es un reflejo automático que se dá en el 90% de la féminas y que los hombres con coche lo saben aprovechar bien a la hora de conquistar.


Esta pasión que nosotros los hombres sentimos por los autos no es meramente declarativa: tomamos cuidados con ELLOS que pueden asemejarse a los paternales. Le damos una atribución casi humana al auto, y encontramos que usamos palabras para referirse a él como "Kid", "El cariñoso". "El engreído" o "amor". Se dice que a nosotros los hombres nos da independencia, seguridad y libertad. Este aspecto es justamente uno de los más explotados por la publicidad, ya sea para vender un vehículo u otro producto.

Hablan los profesionales

Los psicólogos acuerdan que la publicidad influye, y mucho, en este vínculo. "Hoy, la promoción de los objetos ya no está vinculada a las necesidades sino a los deseos. Y el consumo forma parte de la identidad: uno es lo que consume, por eso el atractivo de los autos de alta gama. Esas marcas privilegian la solidez y la austeridad, mientras que las que apuntan a la clase media promocionan la velocidad, la potencia y los detalles de lujo", analiza el psicoanalista Emiliano Galende.

Su colega Adriana Roa aclara la obvia alusión de la potencia de un auto al poderío sexual. "El auto es una metáfora de un falo. Lo fálico da una medida de lo viril, pero no alude exclusivamente al órgano sexual sino que metaforiza la erección, el poder y la fuerza. La publicidad utiliza eso", afirma. Y agrega que "Freud identifica como equivalentes del falo también a los hijos, por eso aparece esa cosa paternalista en relación a los vehículos".

Más allá de las interpretaciones, lo cierto es que los autos seducen a los hombres y también a las mujeres. Una prueba más está en el éxito que tuvo el Auto Show del Jockey Club a comienzos de abril, que terminó en un record de concurrencia y en ventas. En estos eventos, las promotoras o anfitrionas juegan un papel importante a la hora de escoger un auto, si vas solo será una gratísima diversión, pero si lo haces acompañado por la que te quita el sueño (interpretación libre) no la pasarás tan bien. Así como la publicidad  asocia a la mujer con la cerveza, el uso de la figura femenina cada vez cala más en el negocio automotriz, un evento de éstos sin la presencia femenina, está incompleto. Y esto está demostrado que cada día existen más autos nuevos circulando por las calles y menos pistas y carreteras que los aguanten. Está claro: un auto es mucho, pero mucho más que cuatro ruedas.

Me voy a pasear y nos encontramos la próxima semana
Paco Cárdenas Linares

1 comentario:

  1. El tema es interesante, pero creo que habría que tener cuidado con las generalizaciones. Si como mencionas "El auto es una metáfora del falo" entonces los que tienen un Tico, un Smart o una motito como nuestro amigo Juanito estarían con "roche" o, peor aún, aquellos que no tenemos auto ¿seremos entonces "eunucos" y no nos hemos dado cuenta?.

    En cierta ocasión Freud dictaba una conferencia sobre las representaciones fálicas en una universidad alemana y entre otras mencionó el acto de fumar; finalizado el evento un joven estudiante lo siguió por el pasillo para hacerle alguna consulta puntual y cuando ya estaba frente al maestro éste sacó un enorme puro y lo prendió exhalando una gran bocanada de humo, el muchacho muy contrariado dijo:

    - profesor, hace un momento ud. hablaba de las representaciones fálicas y el acto de fumar como una de ellas y ahora ud...

    Freud, miró al estudiante y sonriendo respondió:

    - estimado joven, hay momentos en la vida que un puro simplemente es un puro, y continuó su camino.

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