¿ALIENACIÓN?
En 1954 Julio Ramón Ribeyro escribió su clásico cuento: “Alienación”, que trata de la vida, muerte e ilusiones de Roberto López, un zambo que intenta llegar a ser gringo. Lo recordé con pena la noche del 31 de octubre en la ciudad de Cusco.
Regresaba de un paseo maravilloso por la provincia de Paruro, donde tras larga caminata conocí dos conjuntos arqueológicos (Maukallakta y Puma Orcco) poco visitados pero impresionantes. Y al llegar encuentro las calles copadas por centenares de niños disfrazados con ocasión del “Halloween”. Era patético ver esa tropa infantil de trajes alquilados con sus calabazas de plástico en las manos, en el marco de las piedras milenarias del “ombligo del mundo”; sin idea del Trick-or-treat, sólo gritando “Halloween” en la más profunda ignorancia de su significado. Sentó una gran desazón, no por la fiesta en sí sino por lo que la situación reflejaba.
La celebración y la fiesta son inherentes al ser humano, son espacios de expresión y liberación, son momentos que dan sentido a la vida; pero para que esto ocurra debe ser una celebración auténtica. Al lugar donde llego me gusta conocer su cultura, su comida, su historia, sus fiestas; y ojalá que pueda un 31 de noviembre estar en Estados Unidos para vivir esa fiesta allí.
Pero entre nosotros el sentido que tiene el “Halloween” es la imposición cultural postiza a partir de los intereses comerciales y la publicidad otorgada por las películas y televisión norteamericanas replicadas por nuestros medios de comunicación de masas (y por muchos nidos y colegios que caen en la trampa).
Hay que vivir la celebración, hay que generar la celebración, pero desde las propias raíces. Un ejemplo cercano para nosotros fue la noche de la canción criolla en el Héctor, que fue una hermosa fiesta. Ojalá padres, educadores y formadores de opinión seamos capaces de generar celebraciones en las que expresemos lo que realmente somos. Y una vez lograda esa expresión propia, podremos compartir y comprender las expresiones festivas en otros lugares que visitemos.
Juan Borea Odría
En esas zonas donde estuviste, es tan extraño y foraneo las costumbres hispanicas de la Lima Criolla como el anglosajon Halloween. Y muchos de ellos al ir a Lima tambien al igual que Roberto Lopez en Nueva York, sufrieron un proceso de alienacion, desarraigo, y aculturacion para querer dejar de ser lo que eran, no ya un mulato limeño en Estados Unidos, sino un indigena en Lima
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