La Máquina del Tiempo: Paramonga 1972

Era junio de 1972. Estábamos en 4° de primaria y Luis Enríquez Nuñez era nuestro profesor en aquel entonces. Fue un paseo muy divertido el que hicimos al norte chico de Lima, visitamos las ruinas de Paramonga, entre otras cosas. Algunos memoriosos recordarán los licores hechos en Paramonga que lucían en su etiqueta la imagen de un emplazamiento bélico de estilo prehispánico. El dibujo no era gratuito, pues a este distrito del norte de la Región Lima se le identifica, después de la industria azucarera, con el resto arqueológico llamada popularmente Fortaleza de Paramonga, ubicada muy cerca del Río Pativilca.

El sitio es visible desde la carretera Panamericana Norte, al borde del kilómetro 203, casi en el límite entre Lima y Áncash. Incluso el cartel que señala la existencia de la fortaleza hace hincapié en que estamos en la frontera sur del reino Chimú, los posibles primeros usuarios del lugar. El profe Enríquez, nos mandó realizar una asignación de lo que investiguemos del lugar, algunos inclusive confeccionaron una maqueta a escala de la original.

En la actualidad, quedan escasas áreas de las paredes que mantienen el recubrimiento rojo original. Lástima que desadaptados se dediquen a pintarrajear sobre ellas. Similar peligro corren los ladrillos actualmente al aire libre. Los lugares más vistosos arquitectónicamente reciben mayor ensañamiento de irresponsables visitantes.

Otro atractivo -que también significo otro trabajo- fue la visita a la Cooperativa Agraria Azucarera Paramonga, en donde tuvimos la oportunidad de ver por vez primera, la elaboración del papel hecho a base del bagazo de la caña de azúcar. De igual forma la elaboración de azúcar rubia y blanca, el , refinado y empaquetado.

Para los que tuvimos la oportunidad de asistir a esa excursión -así se le llamó en esa oportunidad- fue la única experiencia que realizamos en grupo fuera de Lima durante ese año. Sirvió de mucho y fue muy positivo aquel compartir entre alumnos, profesor y algunos padres de familia que nos acompañaron.