martes, 16 de junio de 2009

Tarma 2009 y Los Maristas Boys 78 (2° Parte)















Acobamba
Texto: Paco Cárdenas
Imágenes: Julián Antezana


A 10 km de la ciudad de Tarma, en la ruta hacia el Valle de Chanchamayo se encuentra el pueblo de Acobamba. Nosotros, después de salir del valle de Huasahuasi, visitamos esta ciudad tan bella y limpia, ordenada y muy próspera. Su fundación se remonta al 2 de enero de 1857. Esta situada a 2 940 m.s.n.m. Aunque el patrono de la ciudad es el Arcangel San Miguel, el Señor de Muruhuay es el más venerado. En lo alto de una ladera donde esta ubicado este pueblo, se encuentra el santuario del Señor de Muruhuay, cuya fiesta patronal se celebra durante todo el mes de mayo, dando lugar a un impresionante desfile folklorico. Los Maristas Boys vimos algo de esto, comunmente se realizan bautizos de personas, de animales y hasta de camionetas. En Muruhuay aprovechamos también para almorzar algo típico que podría ser un Puchero por ejemplo, una pachamanca al estilo huanca, etc.

Santuario del Señor de Muruhuay
Texto: Paco Cárdenas
Imágenes: Julián Antezana
Está ubicado en el pueblito de Muruhuay que está a dos kilómetros del distrito de Acohamba y a 12 kilómetros de la ciudad de Tarma. En Muruhuay se venera la imagen de un Cristo crucificado que fue pintada por los lugareños sobre una cruz que apareció grabada, el 3 dc mayo de 1835, en una roca. Angel, el guía, nos dijo que a través del tiempo el pequeño santuario fue creciendo en tamaño, hasta que se convirtió en un gran santuario diseñado en arquitectura moderna, como se he puede apreciar en la actualidad, rodeado de puestos de comerciantes ambulantes que ofrecen a los visitantes todo tipo de productos. Para una persona que contempla la figura de la cruz en ha roca, es evidente que la mano que pintó en ella al Crucificado es la mano inexperta de algún campesino; mas esto no tiene importancia para el creyente, pues la imagen pintada de Cristo reafirma el hecho de que la cruz apareció, dc pronto, milagrosamente, sobre ha roca. Casi se puede decir que la roca cumple en este caso ha función de mediadora entre el hombre y lo sagrado.

Después de visitar el Santuario por dentro, elevando una plegaria al Dios Todopoderoso salimos en busca del "combustible". Bolinho se paseaba de un lugar a otro viendo donde el alimento era mas abundante y barato. Su rostro reflejaba ansiedad y desesperación. Al rato apareció como por arte de magia, una señora invitándonos a degustar su pachamanca recién destapada. Y así fue, nos invitó a probar y solo vastó que comiéramos algo de aquella apetitosa pachamanca que sobre la marcha nos sentamos en un ambiente muy modesto pero acogedor. Todo parecía como si la pachamanca hubiese sido preparada solo para nosotros, de manera muy rústica pero siguiendo la técnica ancestral, estos pobladores nos dieron un festín, bueno, rico y barato. Más que cantidad, el sabor era indescriptible, un sabor y un olor muy agradable que invitaba a seguir bailando nuestras mandíbulas. Como diría Julián, estuvo riquisisíiiisimo...! tanto que a Pulpín le faltaron brazos para comer (ver foto). Muy satisfechos y recargados de energía salimos del lugar...

El Rostro de Cristo o Shaprash
Texto: Paco Cárdenas
Imágenes: Julián Antezana

En la ruta hacia nuestra próxima parada, en la zona conocida como Muyu que pertenece a Palcamayo, Ángel -el guia que nos acompañaba a todas partes y que se hizo muy amigo del grupo al grado que cada vez que nos tomaba las fotos de rigor decía: "A ver digan todos Pulpín...!" frase en honor a nuestro amigo de 8 brazos- hizo que se detuviera la combi para observar un capricho creado por la naturaleza. Se trataba de una formación natural que se ubica en una pared rocosa. Esta formación vista desde un punto específico, semeja la imagen de cristo ligeramente de perfil, la misma que incluye la corona de espinas. Él nos dijo también que una misionera extranjera lo descubrió a comienzos del siglo pasado. También aprovechamos la oportunidad para estirarnos un poco y algunos "prostáticos" a descargar el tanque.

La Gruta del Huagapo
Texto: Paco Cárdenas
Imágenes: Julián Antezana


Creo que se constituyó como el atractivo turístico que más nos impresionó de Tarma. Ubicada en el distrito de Palcamayo a 3,572 m.s.n.m. en el cerro Racasmarca. La entrada a la gruta o cueva de Huagapo tiene una dimensión de 20 metros de alto y 30 de ancho aproximadamente. En la parte lateral derecha tiene un túnel por donde desembocan sus aguas cristalinas y éstas forman una cascada, que en los meses de febrero y marzo, se asemejan al velo de una novia. El guía nos comentó también que se han realizado estudios y experimentos para conocer de donde provienen sus aguas sin obtener los resultados esperados.

En el interior de la cueva pudimos apreciar formaciones de estalagmitas y estalactitas que fueron talladas por la naturaleza durante miles de años adquiriendo formas de animales y otras que con un poco de imaginación podemos llegar a ver. También se pueden observar pinturas rupestres de animales de la zona y actividades de caza, que fueron trabajadas por la tribu de los Taramas, según nuestro informante.

Su nombre proviene de dos voces quechuas: huaga, que significa "lágrimas" y apu, "señor de las cumbres". Se interpreta como "las lágrimas del señor de la montaña". Existe muchas leyendas que hablan de su formación que hacen mención a guerras entre los incas y habitantes de la zona.

Las exploraciones datan desde 1938. En esa oportunidad el guía tarmeño José Otero con un grupo de alumnos descubrieron restos fósiles de mastodontes. Desde ese tiempo se convirtió esta gruta en motivo de estudio por los expertos. En 1969 cuando llega una expedición peruana dirigida por Cesar Morales Arnao cuyos Integrantes fueron Enrique León, Tomas Guerrero, Arturo Morales y Hermilio Rojas. Logrando explorar 480 metros de profundidad. No se ha perdido hasta la fecha las ansias de exploración y es que en 1994 llega la expedición Franco Peruana conformada entre otros por Pierri Ives, Jean Francois Panchout, Alejandro pez, Carlos Morales y Federico Velazco, llegando a explorar la gruta hasta los 2,400 metros.

El suelo resbaloso y húmedo hacían muy dificil nuestro tránsito en la inmensidad de la oscuridad. Provistos algunos de nosotros por pequeñas linternas seguíamos el recorrido y las descripciones del guía. Vimos formaciones que se asemejaban a una Virgen, león, llama, tiranosurio rex, la catedral con Machu Picchu incluído, etc. No pudimos continuar por el físico y porque no contábamos con las herramientas necesarias de una expedición. Si para subir no mas toda la colina, todos sin excepción estuvimos con la lengua en el piso, no por las puras esta gruta está a más de 3,500 metros de altura.

Salimos y nos tomamos algunas fotos para el recuerdo, nos hidratamos con algo (gaseosas, chelitas, refrescos, etc)

Plaza de Armas de Palcamayo
Texto: Paco Cárdenas
Imágenes: Julián Antezana

Saliendo de la gruta fuimos en busca de la Plaza de Armas de Palcamayo, de arquitectura un tanto bizarra que une lo andino con lo moderno, llegando en algunos detalles a lo huachafo (seguro gracias al gusto de algún alcalde de la ciudad). Por lo demás Palcamayo solo nos brindó su mas grande atracción que es la Gruta de Huagapo, además del Rostro de Cristo. No pudimos ver por falta de tiempo las Ruinas de Rascamarca, los restos arqueológicos de Muchcolpún y de Ticlán y el Cañón de Ushto a sólo 10 minutos de la gruta.

Aquí descansamos un poco, nos tomamos algunos aguardientes para el frío ya que la temperatura en la noche baja considerablemente y ya se estaba oscureciendo. Palcamayo es una ciudad de gente trabajadora y muy hospitalaria. Necesita ordenarse y encaminar mejor el turismo, existen muchos recursos y encantos por ofrecer que merecen ser conocidos por peruanos y extranjeros.

Regresamos al hospedaje a tomar un pequeño descanso y refrescarnos para luego salir a contemplar Tarma de noche, pero esto lo contaré el día de mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si deseas, déjanos tu comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

TODA LA INFORMACIÓN SOBRE EL PERÚ