La trágica muerte del hijo adolescente de John Travolta, Jett, el pasado viernes en las Bahamas, sigue siendo causa de debate en EEUU. Muchas voces críticas arreciaron ahora contra la Iglesia de la Cienciología -a la que pertenecen los Travolta- por considerar que los motivos religiosos pudieron ser la causa de que Jett no recibiera el tratamiento adecuado para la enfermedad crónica que padecía.
De momento John Travolta y su mujer, la actriz Kelly Preston, permanecen en Bahamas, adonde se habían desplazado para pasar las vacaciones de Navidad junto a la otra hija del matrimonio, Ella, de 8 años. La autopsia reveló que el hijo de Travolta y Kelly Preston murió por un "ataque" mortal, según publicó hoy el servicio de Internet "E!Online" citando a una empresa funeraria en Bahamas.
En el certificado de defunción figura "ataque" como causa de la muerte, dijo el empresario de pompas fúnebres Glen Campbell. "El cadáver estaba en buen estado", indicó. No había indicios de una herida en el cráneo. En los primeras informaciones se sospechó que el adolescente, de 16 años, sufrió una convulsión y golpeó su cabeza contra el canto de la bañera.
De acuerdo a sus propios padres, Jett tenía un largo historial de ataques a causa de la enfermedad de Kawasaki, que provoca la inflamación de los vasos sanguíneos. Pero otros cercanos a la familia, como Joey Travolta, el hermano del actor, se atrevieron a señalar que Jett sufría de autismo, una enfermedad que la Cienciología no reconoce. Coincidencia o no, los propios abogados de la pareja de estrellas de Hollywood confirmaron que el adolescente había dejado de tomar su medicación contra los constantes ataques que sufría por considerar que ya no tenían el efecto deseado y ante el temor de que produjeran efectos secundarios.
Lo cierto es que Jett requería de atención constante y que dos niñeras lo vigilaban permanentemente a pesar de ser un joven de 16 años. Era un niño especial y según un amigo del hermano de Travolta, "bastaban cinco minutos con él para darse cuenta de que era autista". Joey llevaba además meses trabajando en un documental sobre niños autistas y decía reconocer a su sobrino en cada uno de ellos con conocimiento de causa.
Pero la religión de la Cienciología, a la que pertenecen otras celebridades del mundo del cine como Tom Cruise o Will Smith, rechaza la existencia de la enfermedad y por eso John Travolta y Preston argumentaban que los ataques que sufría su hijo se derivaban de la enfermedad de Kawasaki, pese a que expertos médicos aseguran que no existen conexión entre ambos. Esa es al menos la teoría de los críticos de la Cienciología, que creen que pudo tener mucho que ver en el hecho de que los ataques de Jett no fueron debidamente tratados y que pudieron haber desembocado en su muerte.
Ante el cúmulo de críticas, algunos miembros de la iglesia han salido al paso de los comentarios argumentando que sus creencias les impiden prohibir tratamientos médicos específicos. "Los cienciólogos recurren a métodos médicos convencionales con enfermedades convencionales", declaró Tommy Davis, miembro de Cienciología internacional.
Pero los rumores siguen saliendo del paraíso convertido en infierno vacacional para los Travolta. Hay muchas preguntas sin contestar y nadie sabe si los informes médicos completos darán la razón a unos u otros. Lo que sí se sabe es que el cuerpo de Jett será trasladado hasta Florida para su entierro, que podría producirse en los próximos días, y que ambos padres están destrozados por la tragedia de su primogénito.
El protagonista de "Grease" tendrá que superar esta fuerte prueba vital. Fernando Gonzáles, director del Programa de Neuropsicología del Centro de Rehabilitación "Rancho Los Amigos", asegura que es posible que Travolta nunca se recupere de este trauma. "Tendrá que pasar por un periodo de duelo y recibir mucha terapia".
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