A comerrrrr...

LOS TRES MOSQUETEROS ……..Y  D'ARTAGNAN

Las aventuras  de Dártagnan 

Antes de empezar la narración de la última aventura cucharistica me pongo a pensar que no hemos asistido casi dos meses a degustar con los mosqueteros algún platillo de bajo costo en algún huarique escondido de nuestra capital gastronómica del mundo, osea Lima. Ah, ya sé el motivo. Todo empieza por los estragos ocurridos a uno de nuestros integrantes en el último viaje a la ciudad de Huaraz, donde la infame  indigestión y gases estomacales, combinada con la altura, le jugó los peores momentos de su vida, ya comentados brevemente en algunos artículos que aparecieron en el blog de la promoción titulados más o menos: "Terror en la habitación 312", "Hecatombe en Huaraz", "Baby shower frustrado", "Tapen ese hueco o algo parecido".

Pero ya más recuperado de este hecho y con algunos puntos de sutura en su escondida y desgarrada anotomía aceptó participar en la última aventura culinaria del 2011. Nos pusimos de acuerdo para visitar una cevicheria en surco llamada “Rodrigo” que queda en el mercado de surco viejo y para este viaje nos acompaño nuestro gran amigo Martín “Pulpin” , que con previa llamada telefónica nos solicito que lo recogiéramos de su domicilio. Bueno, pasé por el negocio de Cesar Velazco y de allí nos dirigimos a recoger a Pulpín.

Tocamos la puerta y Pulpín sale con una bata color verde óptico, guantes de latex (esos que se usan para hacer exámenes de próstata), mascarilla desencajada (porque más le tapaba un ojo que la nariz y la boca) y todo sudoroso nos dice que regresemos en unos minutos que estaba operando ¿¿Whatsss?? No te `preocupes le dijimos y fuimos a recoger a Miguelón Contreras con la incertidumbre de lo que pasaba en ese consultorio.

De allí regresamos a la casa de Pulpín y lo divisamos desde media cuadra en la puerta de su casa.... ¿Que pasa? Exclamamos en conjunto, ....ah se está mudando y se lleva el ropero, no; es la refri con colores actualizados... no; es un conteiner con productos dentale....noooo; pero grande fue la sorpresa que no era nada de lo que pensábamos si no que estaba despidiendo a una paciente que había estado "atendiendo", de medidas como las que le gustan a él: 160 - 100 y revienta. La despide con una sonrisa de oreja a oreja y se va.

Escuchamos a la distancia que le decía: "Chau papi eres un matador". "Ahora si chicos.!!!." nos dijo, "vamos a comer ese rico ceviche que tengo que recobrar fuerzas, esa muela del juicio casi me gana la batalla pero con mis dotes de abogado le gané la contienda".

Esta jornada estuvo muy divertida, nos reimos mucho y cominos un buen ceviche a bajo costo. Espero que les haya gustado el relato y nos vemos en la próxima con las aventuras del El Fantasma, un querido personaje que entra y sale de su casa sin que nadie se dé cuenta.

Hasta la Próxima…..

Miguel Aguilar