MARISTAS BOYS 78

A Continuación publicamos el testimonio de nuestro amigo Juan Borea en relación a la celebración del aniversario por los primeros 25 años de su colegio Héctor de Cárdenas. El texto será publicado en dos partes, una hoy lunes y la segunda parte este jueves. Desde aquí agradecemos a Juan Borea su colaboración desinteresada desde siempre para con nuestra promoción en todo sentido... Esta es una edición especial de Compartiendo desde la Vida

"AL ANDAR SE HACE EL CAMINO Y AL VOLVER LA VISTA ATRÁS, SE VE LA SENDA QUE NUNCA SE HA DE VOLVER A PISAR". (Parte 1)

Testimonio de 25 años de caminar. Juan Borea Odría.

Hay en la vida del ser humano dos búsquedas fundamentales: la búsqueda del sentido, y la búsqueda de la felicidad. Al cumplir 25 años es momento de constatar si nuestra práctica pedagógica tuvo sentido, y si quienes hemos pasado por el Héctor hemos sido felices en este tránsito. Estas preguntas miran al pasado y al presente, pero son también preguntas por el futuro… ¿vale la pena seguir construyendo el proyecto educativo? ¿Qué innovar para dar respuesta a las nuevas demandas, siendo al mismo tiempo fieles a la intuición por la cual nacimos?

El colegio recibe autorización oficial de funcionamiento en noviembre de 1983 y abre sus puertas en abril de 1984; pero la semilla se siembra desde 1972, cuando el Padre Héctor de Cárdenas apoyado por dos religiosos de su congregación (Gastón Garatea y José Luis González) convoca a un grupo de jóvenes a vivir su fe de manera gozosa, solidaria y comprometida con el pueblo. En 1978 expresó su deseo de fundar un colegio, deseo truncado por su muerte en 1980. Tres años más tarde al confluir la disponibilidad de la gran casa familiar con la demanda social por colegios de tipo alternativo, recogimos la posta junto con Rosa (nuestra recordada Chopy) para fundar aquella institución educativa que Héctor soñara.

La semilla que germina hunde sus raíces en un terreno fértil del que recogió ideas y actitudes. Fueron la base la calidad humana, solidaridad y compromiso social de Alberto y Consuelo Borea, padres ejemplares; las experiencias vividas por Chopy con las madres ursulinas y Juan en los hermanos maristas; en especial los años vividos en Villa Marista con la dirección de Jesús García, Mario Duque y Eduardo Palomino, muchos de cuyos estilos, enseñanzas, actitudes y hasta canciones son parte hoy de la vida del Héctor. Ambos nos formamos como docentes en la Universidad Católica; las enseñanzas y el ejemplo de vida de catedráticos como las Doctoras Adriana Saco, Irma Encinas y el Hermano Alberto Peinador están presentes en nuestro colegio.

Recogimos también las vivencias que tuvimos en los colegios Carlos Lisson, donde enseñara Chopy; y Champagnat de Chosica, Maristas de San Juan y Recoleta, donde enseñó Juan. En esas instituciones compartimos con profesores y estudiantes excelentes, quienes nos ayudaron a consolidarnos como docentes.

Con todos estos aportes diseñamos la primera versión del proyecto. Existía una demanda de educación alternativa no satisfecha, y varios colegios se crearon para llenar el vacío. El Héctor se enmarcaba en esta línea pero con características especiales; entre ellas la opción religiosa, la relación con la naturaleza y el compromiso con el país. A nivel social el proceso político iniciado por el gobierno nacionalista militar de Velasco luego sustituido por el gobierno de Morales Bermúdez, la Asamblea Constituyente, las elecciones de 1980, habían abierto un espacio masivo para la discusión política. Se había iniciado también el conflicto desatado por la acción armada de Sendero Luminoso. Amplios sectores de la Iglesia, siguiendo las enseñanzas de Medellín y Puebla, habían hecho su opción preferencial por los marginados.

Así definimos el objetivo del colegio, que debe seguir marcando nuestra ruta: la formación de personas desarrolladas integralmente, que amen al país y se comprometan con él, y que encuentren en Cristo un Dios amigo que los llama a ser parte en la construcción de su Reino. Junto con el objetivo fuimos definiendo metodologías y estrategias. Es necesario señalar que este punto de partida se ha ido enriqueciendo y conformando en el transcurrir de nuestra historia (…se hace camino al andar…); en este proceso han participado muchos profesores, estudiantes y familias que fueron y son parte del Héctor. Hemos estado atentos a las nuevas demandas sociales y corrientes pedagógicas, pero no hemos querido adscribirnos de manera absoluta a ninguna teoría, pues entendemos que si bien la educación tiene sus bases en la pedagogía, la psicología y las ciencias sociales, es siempre un arte, ya que no hay dos personas o grupos que se repitan: cada cual es único y debemos atenderlo como tal.

Ser desde la vida.

(Continuará el jueves 11)