jueves, 27 de noviembre de 2008

PROYECTO DE LEY QUE PREOCUPA

Con fecha 19 de noviembre el Presidente y el Primer Ministro han presentado al Congreso de la República, con el voto aprobatorio del Consejo de Ministros, un proyecto de ley que nos preocupa. Este proyecto modificaría el Código Civil y la Ley General de Sociedades señalando que el Ministerio Público puede pedir al Poder Judicial que se disuelva la asociación cuyas actividades y fines “sean o resulten contrarios al orden público, a las buenas costumbres, a la soberanía nacional, a la seguridad del Estado y al principio internacional de no intromisión en asuntos internos”.

Nos preocupa porque puede significar, de aprobarse, una patente para que el gobierno de turno (no necesariamente el actual gobierno) disuelva organizaciones incómodas a su estilo de gobernar, e incluso a su arbitrariedad o corrupción. ¿Qué entender, por ejemplo por “buenas costumbres”, quién las califica? ¿O qué es “ir contra el orden público”? Al expresar nuestra preocupación no justificamos acciones vandálicas o agresiones como por ejemplo la muerte del capitán de policía en Casapalca al despejar la Carretera Central, hecho que condenamos tajantemente. Pero estas acciones ya están tipificadas en el Código Penal, y deben ser sancionadas de acuerdo a Ley; el proyecto que comentamos va contra de las asociaciones legalmente constituidas que son el tejido básico de una sociedad, y sin las cuales la democracia es un cascarón vacío.

La historia, cuyo conocimiento es tan importante para entender la actualidad, nos recuerda que el Partido Aprista fue puesto fuera de la ley acusado entre otras cosas de ser un “movimiento internacional”, ya que su origen parte de 1924, cuando en México Haya de la Torre funda la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA). Nos recuerda también que parte de la lucha popular para preservar conquistas del pueblo, entre ellas el mismo sistema democrático, tuvieron que hacerse “alterando el orden público”. Sin ir más lejos, fue necesario ir contra la falsa legalidad impuesta por la dictadura con movilizaciones masivas para sacar del poder a Fujimori; acciones en las cuales participamos muchos de nosotros.

Es preciso generar una corriente de opinión que ayude a los congresistas a no ceder ante la tentación de salidas autoritarias. Un gobierno necesita legitimidad, la que se consigue con un buen gobierno, transparencia y honradez, no eliminando a la disidencia.
Juan Borea Odría

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