……….Hay ocasiones en que nos adaptamos a las circunstancias, hay casos en que tenemos que ocupar el lugar de alguien ausente, de un representante que faltó en el abanico de posibilidades de nuestras etnias, cuando nos adaptamos y creemos que somos lo que no somos y aceptamos el lugar que nos dieron con estoica voluntad, sabremos que entre los maristas boys no existió nunca un personaje de color solo el zambito Julián auténtico representante de nuestra idiosincrasia que “bambea” todo .......
Le gustaba tener el bolsillo lleno de bolitas lecherongas, blancas mezcladas con multicolores retazos de vidrio de variados colores, verde, moradas, azules, rojizas; le gustaba tener figuritas y cuando llenada su álbum las jugaba en competencia de bolitas con los compañeros, tenia un trompo que se batía a duelo con los mas ranqueados de los Maristas de secundaria, el cabezón, el chato Andrade , lagartija, chino Pimentel y otros mas que de los que ni me acuerdo el nombre. No le gustaba decir lisurasssss, rechuflas¡¡¡¡ era una voladita del zambito Julián.
Pelo mas bien lacio de color negro ( no ensortijado como correspondía ) color aceitunado ( no negro como correspondía ) paso a ocupar el lugar que dejo el negro Velásquez, el otro negro que tampoco era negro sino mas bien oscuro y de pelo lacio que nos dejo los primeros años de primaria y del que poco sabemos, como era un negro de pelo lacio no nos caía mal que el lugar lo tomara alguien de iguales características al anterior.
No nos conocimos mucho durante los años de colegio, solo tenia algunas referencias de las emboscadas que le tendía “el maestro” para hacerle decir lisuras, las bolas las debió tener casi exprimidas de tanto aplastárselas para obligarle a decir ¡Carajo¡, pero ni por la ¡rechuflas¡ que lo consiguieron, recuerdo la emboscada de la piscina, en la que a una sola voz todos salieron y lo dejaron indefenso central y abandonado a nuestro amigo “la foquita”, para que cual manada de tiburones atacando a su presa todos regresaran y el maestro le aplastara las pelotas y “no pudieron obligarlo”.
Cuando pasaron los años nuestro entrañable amigo se acercó más al grupo, nunca llegué a conocerlo como ahora, es una muy buena persona como digo oscuro por fuera pero blanco por dentro, sus observaciones y chistes sarcásticos son de un ingenio superlativo, nunca ofensivo. El inventó lo de los aríbalos en las esquinas de la pizarra, yo en venganza inventé los zambitos con el hueso en la cabeza. A él se le ocurrió lo que en vez de gasolina, yo usaba chicha de jora como combustible, ¡que ingenio la del zambito¡¡¡¡¡, también se agarra con Moroco y se dan de alma y en cuestión de medicinas nunca estará de acuerdo con la opinión de nuestros médicos. Nunca se sintió más en casa que en Chincha, como disfrutaba cada instante como si hubiera regresado a su terruño, se sintió engreído por mama Ine y no pierde la oportunidad de regresar a el Carmen, tal vez para sentirse que regreso a sus raíces o porque ese nombre le recuerda al amor de su vida.
No le simpatizan las abejas y avispas, casi se muere cuando en un campamento le picó una , y argumentaba que si las picaduras de abejas y avispas son buenas para el reumatismo él no tiene esa enfermedad. El zambito nos provee de bloqueadores, repelentes, pañitos húmedos, alguna vez condones y hasta Viagra ( quien diría que alguna vez lo usarían, yo no necesito por si acaso )
El zambito es un motor en la promo es bueno decir cuanto ha colaborado para que todas las actividades salgan adelante, a pesar que trabaja como negro ( de sol a sol ) siempre tiene tiempo para los amigos, y si le pides una reunión al menos trata de llegar a tiempo ( 40 minutos hay que sumarle al tiempo programado ). Se presta a las bromas y no duda en poner lo mejor de su trabajo y se requiere también la pone de su bolsillo.
Hemos compartido muchos momentos con los muchachos, paseos , campamentos, obras sociales, fiestas, comilonas, no saaaabeeeeen cooooomooooo nos sacrificamos durante el año pasado, ah con nuestra plata por siaca ( ah el arroz chaufa es su preferido ) en eso también es una zambito medio raro ya que ¿a un negrito que le guste el chaufa?, no se? No se? En eso también es medio “bamba”.
Estamos contentos de tener un negrito, zambito o cualquier otro adjetivo de color porque a la promoción no pudo pasarle algo mejor que poner a trabajar para la unión de la gente al “zambito Julián”. Por la “rechuflas” que es un “zambo” de primera.
Walter Valderrama Conde
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