Existe un gran número de hombres, o mejor debería de decir "machos" que cuando se trata de vivir su sexualidad no contemplan en lo más mínimo a la contraparte, es decir, nosotras, las mujeres. Planteo este tema ya que se que este portal lo visitan muchos varones y es preciso poner muchas cosas en claro, o por lo menos plantear el punto de vista femenino.
La Dra. Sonia Blanco, sexóloga y psicoanalista, afirma en un artículo para El Nuevo Herald que las viejas costumbres señalaban que la mujer se debía entregar al varón para disfrutar de su sexualidad. "Todo dependía de él, y a él había que entregarse para que nos liberara del sopor", anota la profesional. Y asvierte que cuando la mujer es activa y propone juegos y caricias, los hombres tienen dificultades en aceptarlo. "No quieren perder el rol dominante, su poder sexual. Por su parte, ellas dudan en asumir un nuevo rol para defender su goce. Un goce al que están desacostumbradas ya que la mujer 'debe' pensar en los demás, no en sí misma", relata.
Dejar de ser uno misma por miedo a que él piense mal de nosotras es un gran error. Conozco a mujeres que entran y salen de sus camas convencidas de hacer solo lo que sus hombres les permiten y les indican. No solo en señoras de 50 años sino también en chiquillas que asumen esta actitud sumisa en pleno siglo XXI.
Para graficar lo que afirmo está la historia de Lucía Ofelia, quién la única vez que guió la mano de su hombre para sentir más placer, fue abofeteada. "Todo fue tan horrible que me quedé de una pieza. No sé qué pasó esa noche, pero el sexo nunca volvió a ser igual. Le tengo terror. Él es muy agresivo, y solo busca penetrarme. No entiende de seducción, no sabe de caricias, tampoco suele besarme como quiero. Se jacta de cuantas veces me penetra en la noche como si estuviera rompiendo un record. Estamos años juntos pero cada día es peor. No se que pasará."
Por qué existe tanto "macho" que no considera para nada nuetsra manera de ver y sentir el sexo. Somos diferentes y si queremos hacerlo bien y no como animales, tenemos que ir más allá de lo que se conoce como coito. El acto sexual humano, con amor o sin él debe ser un intercambio de acciones que permitan a ambos participantes alcanzar el climax de su sexualidad. No es una pelea ni una competición, no es una gratificación personal ya que para eso está la masturbación. Pensemos más allá de lo que acostumbramos a hacer, mejoremos nuestra vida sexual, poniéndonos en el lado del otro.
- Para que complementen la idea, aquí algunas cosas que deben saber sobre los sueños húmedos:
Las mujeres, además de tener más sueños eróticos que los hombres, alcanzan el orgasmo con mayor facilidad que ellos durante éstos. Vale decir que su excitación es más mental que otra cosa. - Ellos y ellas suelen soñar con sexo anal y oral -sobre todo si no se llegan a concretar en la realidad-, con encuentros de tipo bisexual, homosexual, y hasta en orgías. Es por eso que muchas mujeres se "vuelven" lesbianas para obtener lo uqe añoran sexualmente.
- Ellas sueñan con hombres conocidos, y ellos con mujeres desconocidas.
- Las que son más reprimidas sueñan con sujetos desconocidos y, usualmente, en situaciones de acoso sexual y/o violaciones.
Fuentes
The New Herald
Terra on line
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