miércoles, 23 de febrero de 2011


MUAMAR EL GADAFI
¿Sus últimas horas al mando de Libia?

El mundo a través de su historia ha vivido un sinnúmero de revoluciones. Éstas, encausadas bien o mal, han servido para romper el status quo reinante en un determinado lugar, supuestamente para un bien mayoritario. Las malas condiciones de vida o de libertad suelen ser la causa del inicio de un proceso revolucionario cuyas premisas se encuentran claramente definidas.

En días pasados se han vivido dos acontecimientos históricos en el norte de África que se han calificado como revoluciones. Con este punto de partida conviene señalar cuales son los aspectos necesarios para calificar como revolución un hecho histórico, para así comprobar si estas condiciones se han cumplido en los movimientos sociales que han tenido lugar en Túnez, En Egipto y ahora en Libia. A este plan, a García Perez se le va enfriar el buffet que tiene preparado para la Cumbre de la ASPA (postergada para abril próximo).

Las cosas se están tornando insostenibles y es aquí donde la población gesta una revolución. Para que una revolución tenga "luz verde" en darse, hay que considerar algunas condiciones. El sector que ejerce el poder tiene problemas para seguir ejerciéndolo, las personas dominadas por ese poder se niegan a seguir en esa situación y las órdenes no se cumplen; debiendo existir líderes con capacidad de mando o grupos organizados para llevarla a cabo. La violencia es un componente esencial en el desarrollo de un proceso revolucionario, puede ser ejercida por los que ostentan el poder o bien por los que aspiran a derrocarlo. Y por último, Se ponen las bases de un nuevo orden, que implica cambios a nivel político, social y económico.

Esto precisamente se está dando en estos últimos días. Muammar al-Gaddafi está en el poder desde setiembre de 1969, muchos años para tener el mando de un país resumido en un solo hombre. Lo que sucede en Libia es una guerra civil que está causando la muerte de más de 450 personas, al cierre de mi nota, convirtiéndo esto en un genocidio sin precedentes. Gadafi, quien se mantiene en el poder libio de manera dictatorial desde hace 41 años, dice que no tiene "nada en contra" para que "el pueblo haga" una nueva Constitución y nuevas leyes, ¿entonces por qué esa fijación demencial para quedarse en el poder?

Desde altamar
Humberto Barreto García

Posdata: Amigos por razones varias, no podré estar con ustedes en mi acostumbrado espacio hasta abril. Un saludo a todos.

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