¿EDUCACIÓN POLÍTICA EN LOS COLEGIOS?
Un tema polémico en el ambiente educativo es si en los colegios se debe dar educación política. Los colegios hacemos siempre educación política, aún sin nombrar la palabra. La manera con que nos dirigimos a las personas, el enfoque de los temas, la presencia o ausencia de comentarios sobre lo que acontece en la sociedad, va formando en los alumnos un tipo de conciencia política.
La palabra asusta porque quienes dominan la política se encargan de denigrarla para que las personas decentes se abstengan de participar en la misma, y tengan cancha libre para poder ejercerla sin competencia. No nos asusta por ejemplo la palabra educación cívica, cuando ambas significan lo mismo, una con raíz latina (civis) y otra con raíz griega (polis).
Hay que tener claro que al hablar de política en el colegio no nos referimos a política partidaria. Los partidos son importantes para la democracia y ojalá hubiesen en el Perú partidos dignos de ese nombre. Pero en los colegios no debe hacerse política de partidos, pues eso es algo que compete al mundo adulto. Al hablar de política en el colegio la entendemos (siguiendo al documento papal Christi fideles laici Nº 42) como la multiforme y variada acción económica, social, legislativa, administrativa y cultural, destinada a promover orgánica e institucionalmente el bien común.
La Ley General de Educación obliga a una formación política en este sentido, pues en sus artículos 6º y 7º estipula que la educación peruana tiene como uno de sus principios la democracia, y que uno de sus fines es formar al estudiante para el ejercicio de su ciudadanía.
Por ello es responsabilidad dar formación política (ciudadana) desde varios aspectos: la formación de la autoestima y la dignidad, la responsabilidad con el prójimo, el ejercicio del liderazgo, la promoción comunal, los paseos a lugares de nuestra patria, el comentario de noticias, etc.
Otra manera como un colegio da formación política es pronunciándose como institución ante acontecimientos en el país que exigen una posición. Estos configuran la posición institucional; no necesariamente todos los integrantes de la comunidad educativa pueden estar de acuerdo con el mismo, ni es deseable. Pero al pronunciarse se enseña a los estudiantes que las personas e instituciones deben tomar posición, no dejar que los hechos trascendentales pasen de lado.
Como orientación para un colegio católico es conveniente transcribir unos párrafos de Christi fideles laici:
“los fieles laicos de ningún modo pueden abdicar de la participación en la "política"(…) Todos y cada uno tienen el derecho y el deber de participar en la política, si bien con diversidad y complementariedad de formas, niveles, tareas y responsabilidades. Las acusaciones de arribismo, de idolatría del poder, de egoísmo y corrupción que con frecuencia son dirigidas a los hombres del gobierno, del parlamento, de la clase dominante, del partido político, como también la difundida opinión de que la política sea un lugar de necesario peligro moral, no justifican lo más mínimo ni la ausencia ni el escepticismo de los cristianos en relación con la cosa pública”.
Juan Borea Odría
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