HOMOSIDA
Testigo de una vida que se apagaba bajo las sombras de una equivocada “opción sexual”.
Había venido a mi consulta por última vez, un año atrás, y verlo ahora, era observar a otra persona, totalmente cambiado, emaciado, sumamente pálido como empolvado de talco, que no podía disimular por las falsas chapas en sus mejillas que trato de colocarse para venir a visitarme, los ojos saltones, los labios agrietados y que al hablar dejaba escapar la halitosis mas inmunda que ponían en reto mi tolerancia galénica frente al sufriente. La tos perruna, estruendosa que trataba de soslayar, cubriéndose la boca con el pañuelo humedecido y coloreado del rubor pintado de sus labios y la expectoración hemoptoica constante que no lo dejaba tranquilo. El dolor conjunto en el pecho a nivel esternal lo llevaban constantemente a una posición antálgica característica, algunas lagrimas no dejaban de escapar de sus ojos azulados, bajo las ensortijadas pestañas rizadas cual diva de pasarela de los años cincuenta, el ligero maquillaje peri ocular y las finas cejas fruto de la depilación mas exagerada que trataban en todo momento de dar feminidad forzada al rostro sufriente de aquel ser humano, que bajo la debilidad y la fatiga más extrema, acudió aquella mañana a mi consulta en aquel consultorio de la Parroquia donde me encontraba hace algún tiempo laborando.
Recuerdo, que llego a mi consulta la primera vez, altanero e imperativo, tratando de mostrar en todo momento una personalidad muy segura de sí misma, amanerado y en todo momento hablaba en voz alta, parecía querer llamar la atención de las demás personas en la sala de espera del consultorio, tratando de aconsejar a más de uno, cual experto en relaciones humanas. Al ingresar al ambiente para ser atendido se presentó a mi persona muy sonriente con ademanes de fineza, de señora de alcurnia, la peluca y la pintura en su cara no podían disimular su género natural.
Acudió en ese entonces por un cuadro de diarrea con muy leve deshidratación, había tenido un ligero vómito alimenticio, tenia costumbre de auto medicarse y solucionar por si solo estos procesos que más de una vez se le habían presentado pero que en esta ocasión le estaba resultando más incomodo ya que sus deposiciones abundantes en el lapso de doce horas lo habían dejado con malestar importante a pesar de la ingesta por su cuenta de suero de rehidratación oral que se mantenía ingiriendo y el Donafan que el farmacéutico del barrio le había recomendado tomar.
Acusaba a tal eventualidad al hecho de haber ingerido de manera grotesca, una parrillada familiar el día anterior haber libado abundante licor y fumado más de una cajetilla de cigarrillos. Tal desorden no era raro que cualquiera en su lugar le hubiera sucedido afirmaba, quizás pienso como dando la justificación más verosímil a su proceso digestivo.
Su inquietud en todo momento era mas que evidente, parecía que el asiento le resultaba demasiado pequeño o quizás el prurito anal, cual niño parasitado no lo dejaba tranquilo, lo cierto que también acusaba una severa irritación a ese nivel, fruto de las deposiciones repetidas y que habían terminado por escaldarle dicha zona.
¿Y solamente por la comida tenía todo esto?, atine a preguntarle además de sus otro tipo de actividades, ¿Y relaciones sexuales?, ¿Tenia pareja fija? Rápidamente respondió afirmativamente, negando promiscuidad alguna y tomar sus precauciones más extremas, sonriendo en todo momento y tratando de coquetear con uno.
Al tiempo que respondía, se mostraba acalorado y se desprendía el botón de la camisa floreada color rosa tratando de mostrar los senos implantados por algún infame cirujano que no me dio las ganas por indagar.
Tratando de abreviar el tiempo de consulta se procedió a una evaluación clínica muy sucinta, de tal forma de proceder rápidamente al tratamiento y así mismo, solicitarle los exámenes de de descarte de VIH, por lo cual se mostró falsamente sorprendido y con el rostro desencajado preguntó ¿Pero por qué?, afirmaba no tener un comportamiento de riesgo y que siempre tomaba sus medidas de protección. Me acusó de mirarlo mal y que estaba generalizando al pensar que el pudiera ser un irresponsable como otros. ¡Lo que pasa que usted es homofóbico!, Tomo la receta y las ordenes y bajo una sonrisa sarcástica se despidió de manera educada, las explicaciones que le brinde se que las había entendido muy bien, como que también estaba seguro que de las respuestas y explicaciones que me dio, había muy poco para creer.
Al terminar la atención de todos los pacientes esa mañana se me acercó la secretaría a comentar la visita de tan singular paciente, ¡Es un hijo de Dios!, fue su primer comentario a lo que se sucedieron otras conclusiones como ¡Si nació así que podemos hacer!.
Eran los primeros años de la década del noventa, las publicaciones, los programas de radio y televisión hablaban por doquier sobre el tema de la homosexualidad, no dejaban de aparecer los mas estrafalarios personajes que hacían gala de su condición y opción sexual, la propaganda apoyada quien sabe por qué intereses, no dejaba de resaltar los valores de más de un personaje público resaltando su vida escandalosa o bajo las más bajas costumbres de manera subliminal invitaba a salir del closet a más de un reprimido según ellos por una sociedad anacrónica, subdesarrollada e intolerante con el movimiento gay. A tono con los tiempos, se llevaban a cabo múltiples debates tanto en radio como en televisión donde curiosamente frente a quien pudiera objetar alguna forma de comportamiento homosexual surgían más de veinte defensores de la causa gay.
Muchos renombrados personajes de la cultura en el país, brindaban tímidamente su opinión contraria o muchas veces presionados por la abrumadora avalancha de contrarios accedían a dar su afirmación tolerante a favor de estas personas. A tal situación se sumaban afirmaciones de más de un personaje histórico de los cuales se afirmaba sin argumentos probatorios serios de su condición homosexual, con lo cual se ha tratado de resaltar su valor y sutilmente empujar a seguir su ejemplo digno de imitar.
Por estas y otras razones, comprendía la naturaleza del problema de mi paciente y de otros como el que bajo esta condición y con suma irresponsabilidad no dejan de llevar una vida licenciosa y de lo más promiscua.
Una semana después, nuevamente apareció en la consulta, se veía más repuesto había completado los siete días de tratamiento que se le recomendó pero no se había hecho los exámenes. ¡Ve que me siento bien, no tienes por qué tenerme miedo! Adelanto su prejuicio antes que uno le preguntase cosa alguna. Acusaba esta vez, astenia marcada cierta dolorabilidad articular migratoria y una cefalea leve pero persistente que la relacionaba con los lentes de contacto que no eran de su medida. Se sentía medio resfriado pero con la confianza de no tener nada mas grave.
Así se sucedieron cinco o seis consultas más. Puntualmente se presentaba los días lunes, con una sintomatología nueva ya sea respiratoria o digestiva principalmente. En más confianza, hablaba de sus perdidas, de sus vacilones y desilusiones de manera muy escueta. Es así, que frente a los riesgos para con su propia persona o de otros que pudieran ser víctimas de su contagio le sugerí en tono imperativo que era muy importante que se haga los exámenes de descarte, a lo que nuevamente se sintió ofendido y con aire de decepción abandono el consultorio, hasta esta oportunidad en que nos volvimos a ver.
“Dirás que he sido un tonto por no escucharte, no fuiste el único que me hablo de los riesgos que corría, con la vida que he llevado, no sabes cómo me arrepiento, si solo tuviera la oportunidad de volver a reiniciar todo, sabiendo el fin que me esperaba, no hubiera sido así. Todos hablaron de mi opción que me merecía respeto y comprensión, que todos debieran ser tolerantes conmigo, así hicieron que yo viva engañado. Hoy los dolores en mi barriga, la debilidad de mis piernas, mi confusión la tristeza de verme como estoy y compararme como quería ser y nunca fui, siento que me he vuelto loco y tengo un terrible miedo a la muerte que se, ya es irremediable, pero quería decirte esto para dar más valor a tus palabras, que desgraciadamente no las tome en serio en el momento que las escuché, en esta situación he conocido muchas personas, muchas muy famosas que bajo los conceptos en que yo he vivido viven en la senda de la promiscuidad y el desenfreno a que lleva esta opción que no es de vida si no de muerte, y muerte de las más tristes debes saberlo”.
Había ingresado en forma tardía al programa de control del VIH del MINSA , atiné a preguntarle algunas cosas más, se despidió de mí, me pidió hacer ingresar a su mamá y hermana que lo habían traído, me agradecieron y se fueron dejando en mi la tristeza de haber sido testigo de una vida que se apagaba bajo las sombras de una equivocada “opción sexual”. JCM.
El Dr. Joe 90
El autor de este artículo que escribe con el seudónimo de Dr. Joe 90, creo que exagera cuando dice 'haber sido testigo de una vida que se apagaba bajo las sombras de una equivocada “opción sexual”, siento un tufillo homofóbico en su relato. Si es que me equivoco, por favor desmentirlo. Muy agradecidos, la web está muy interesante.
ResponderEliminarDr. Joe 90 cree usted que el "problema" de la homosexualidad es una enfermedad o un disturbio o alteración genética? Por favor explique.
ResponderEliminarDurante la epoca de la niñez, muchos niños experimentan el despertar a sus instintos de manera homosexual, no por ello son mas adelante homosexuales.
ResponderEliminarHay homosexuales muy prestigiosos,pero es su manera de vivir,si no existiera el SIDA, nadie diria que lo que hacen es malo, ademas los homosexuales siempre han existido es otra cosa que ahora los canales de television en el PERU,casi en todos tengan frente a la pantalla a un homosexual como abanderado
EL TEMA TRATADO ES MUY COMPLEJO PARA QUE LAS PARTES SE PONGAN DE ACUERDO.
ResponderEliminarES IMPORTANTE NO POLARIZAR EL TEMA CREO QUE LO QUE SE TRATA ES DE INSTRUIR SOBRE LAS CONSECUENCIAS DE LLEVAR UNA VIDA HOMOSEXUAL DENTRO DE RIESGOS QUE SE PRESENTAN, DESDE HACE UNOS AÑOS ATRAS.
OTRA COSA ES QUE HAY GENTE QUE ES HOMOSEXUAL PERO TIENE MIEDO SALIR DEL CLOSET
Saludos soy el Dr.Joe90 por el momento estoy escrbiendo como Anonimo por razones particulares.
ResponderEliminarLo presentado en los distintos articulos de la mirada del ciego son relatos de la vida real en la cual se trata de preservar el amonimato de los personajes en cuestion, por respeto y etica. y trato de poner en discucion precisamente algunas creencias y falsas definiciones. Ser HOMOFOBICO no resulta en el sentimiento de odio o irracional sentido de eliminacion del ser humano que vive bajo una condicion homosexual, la definicion correcta es simple y llanamente el rechazo a la conducta promiscua e irresponsable que conlleva tal comportamiento y peor aun el intento manipulador que se lleva a cabo a traves de los distintos medios de comunicacion incitando a las personas a tener en cuenta esta seudo opcion sexual que lo unico que hace es poner en riesgo a la niñez creando confucion de valores, o es que usted mi querido amigo, no ha observado que hoy ocupan casi todos los horarios y espacios de comunicacion personajes de estas caracteristicas. El homosexual merece respeto pero tambien su comportamiento debe ganarse la consideracion de la sociedad, obseve usted algunos indicadores a nivel mundial o aqui en el PERU, EL ALTO INDICE DE PROMISCUIDAD, ETS, MUERTES VIOLENTAS, SUICIDIOS, LA PROVENIENCIA DE HOGARES DISARMONICOS LAS CONDUCTAS ANTISOCIALES, LA INCIDENCIA DE SIDA EN ESTA POBLACION y cuantas de estas personas VIH positivas ocultan tal situacion y continuan viviendo en la promiscuidad mas sodomista CONTAGIANDO y llevando por regando muerte. Esto no es mentira es la pura verdad y que no se da a conocer como debiera.