MARISTAS BOYS 78

HISTORIAS SECRETAS
Las Curiosidades de los grandes artistas

¿Sabías que el olor corporal de Miguel Ángel era tan insoportable que sus ayudantes no aguantaban trabajar a su lado, y esto impedía su trabajo normal al pintar la Capilla Sixtina; o que a veces Van Gogh se comía la pintura directamente de los tubos, o que Georgia O´Keeffe solía pintar desnuda? Y que el director británico Alfred Hitchcock le aterraban los policías, o que el pintor del impresionismo francés Éduoard Manet se batió en duelo con un crítico de su obra? ¿Y que el "genial" Walt Disney ni siquiera era capaz de dibujar a su personaje estrella, Mickey Mouse?

"Vidas secretas de grandes artistas" (Secret lives of great artists) revela la sórdida, apasionada y cruda imagen de los grandes maestros de la pintura y la escultura (Goya, Picasso, Diego Rivera, Frida Kahlo, Dalí, Edward Hopper, entre muchos otros artistas). Es hoy que en Historias Prohibidas, nos referimos a este ameno libro que proporciona al lector un relato que se traduce entre la realidad y la leyenda; y sobre todo, hace que los personajes investigados se muestren en una faceta muy distinta a la conocida.

La periodista Elizabethh Lunday, especializada en arquitectura, arte, diseño urbano y literatura, colabora de forma habitual con la revista mental-floss. también en esta misma línea se le une Robert Schnakenberg escritor y periodista muy distinguido, con la publicación de su libro "Vidas secretas de grandes directores de cine". El morbo es gratificado en esta selección de anécdotas y chismes que de seguro recoge el estudio de muchas biografías y de relatos inéditos. De una manera sórdida, muy apasionada y en algunos casos muy cruda, revelan en ambos casos, "las flaquezas y miserias" de los personajes investigados.

Muchos tenemos nuestro lado secreto, esa parte de nuestras vidas que no queremos contar ni que nadie debe de conocer. Cometemos errores, creamos una imagen a veces que dista de la realidad. Alguna fobia, alguna fantasía, nuestro mal caracter, nuestras manías, etc. dicen algo de nosotros pero en la intimidad y en nuestro entorno inmediato, pero no debería de trascender más allá de las cuatro paredes.

En un formato muy rústico -que más parece de un comic- y en 316 páginas, Lunday plasma por ejemplo que Miguel Angel y Charles Chaplin tenían un mal olor corporal y que Clark Gable tenía una halitosis criminal (mal aliento) que hacía que su acompañante en la película "Lo que el viento se llevó", Vivien Leigh la pasara muy mal.

El cineasta estadounidense Steven Spielberg, que llegó a decir: "Creo que sobrevivimos a nuestros miedos". Sus fobias a las ratas, las serpientes y el agua -nunca se mete en el mar- serían más comprensibles si no proviniesen del hombre que dirigió "Parque Jurásico" y "Tiburón". Se dice también que Quentin Tarantino es todo un fetichista de los pies femeninos -han visto los de Uma Thurman?-, se entremezclan con historias contrastadas, como la detención del pintor malagueño Pablo Picasso tras producirse el robo de la Mona Lisa en el Museo del Louvre. Y tenemos también la historia de Alfred Hitchcock: el director que aterró a toda una generación con el ataque de "Los pájaros" sentía pánico por los policías, e incluso se negaba a conducir para evitar tener que pasar algún control. Pero lo más anecdótico, algo que me impresionó, fue la historia de Walt Disney, de la imagen que tenía y que todos conocemos y la otra, que solo los allegados le conocían.

El Otro Walt Disney

Walter Elías Disney, talentoso artista y fundador de uno de los imperios más grandes de Estados Unidos y del mundo, tiene también su historia negra, que dista mucho de la imagen que conocemos de él. Se dice que era muy gruñón y que tenía un mal caracter. Que era incapaz de dibujar a los personajes que lo hicieron rico, sus empleados utilizaban la frase "¡Hombre en el bosque!" -extraída de "Bambi"- para advertir de su llegada. Su furia alcanzaba incluso a Ub Iwerks, creador de Mickey Mouse, al que solía romper sus cuadernos de dibujo para después arrojarlos a la basura.

Otra historia es que  se conserva criogenizado bajo la atracción de los Piratas del Caribe, en Disneylandia, pero lo cierto es que más de uno no desearía volver a ver al magnate de los dibujos animados ni en pintura. Su entrañable imagen pública ocultaba un racismo (reflejado subliminalmente en el Pato Donald) y un gran antisemitismo (observado en Los tres cerditos), ni hablar de su oculta inclinación fascista y anticomunista.

Existe una curiosa leyenda acerca de Walt Disney es la de su supuesto origen español. Según esta leyenda, Disney no habría nacido en Chicago, sino en Mojácar (Almería), hijo ilegítimo de un médico y una lavandera. La supuesta madre habría emigrado a Estados Unidos, donde habría dado a su hijo en adopción a la pareja formada por Elias y Flora Disney. Según esto, el verdadero nombre de Disney habría sido José Guirao Zamora. Supuestamente, en los años cuarenta, unos enviados de Disney habrían estado en Mojácar haciendo comprobaciones en los archivos parroquiales de la localidad.

Dicen también que aún muerto, se firmaron algunos contratos y que siguió en la dirección general de su gran compañía. También en la que Walt Disney preparó antes de morir una serie de órdenes que debían ejecutar los directivos tras su fallecimiento para preservar el éxito de la compañía. Su hermano Roy Disney, al heredar la compañía, no tuvo que hacer nada especial puesto que Walt no preparó nada para después de su muerte.

Para terminar diré que la obra de Disney se prosiguió consolidándose en una gran industria que a dado a la luz importantes largometrajes animados. En esta búsqueda por encontrar curiosidades, descubrimos que existen ciertos cuadros de sus películas animadas que muestran intensionalmente o no, imágenes de sexo y sensualidad. Algunos investigadores han llegado a declarar inclusive que existe mucho mensaje subliminal en sus obras, sobre todo antes de la contratación de Pixar Co. como órgano de diseño.

Paco Cárdenas Linares

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