RECONOCIENDO LOGROS
Un defecto muy común en nuestra sociedad es la mezquindad. Somos renuentes a reconocer las cosas buenas de otros, e incluso cuando lo bueno de la acción o la característica se impone y no podemos negarlo, sale siempre el “si, pero…” y buscamos algún defecto o falta para descalificar. Una muestra de ello nos la dan los medios de comunicación social, en los cuales pulula el chisme negativo, la afrenta, la búsqueda de lo negativo; y muy poco se ponen de relieve las actitudes positivas de las personas e instituciones.
Esto se está poniendo también de manifiesto, en la presente campaña electoral para los comisios de este 10 de abril próximo. Nos olvidamos de lo rescatable, de lo positivo de cada persona y solo sacamos a luz, lo negativo.
Un defecto muy común en nuestra sociedad es la mezquindad. Somos renuentes a reconocer las cosas buenas de otros, e incluso cuando lo bueno de la acción o la característica se impone y no podemos negarlo, sale siempre el “si, pero…” y buscamos algún defecto o falta para descalificar. Una muestra de ello nos la dan los medios de comunicación social, en los cuales pulula el chisme negativo, la afrenta, la búsqueda de lo negativo; y muy poco se ponen de relieve las actitudes positivas de las personas e instituciones.
Esto se está poniendo también de manifiesto, en la presente campaña electoral para los comisios de este 10 de abril próximo. Nos olvidamos de lo rescatable, de lo positivo de cada persona y solo sacamos a luz, lo negativo.
Cuando estábamos en el Maristas de San Juan intentábamos formar evitando la mezquindad; llamábamos la atención cuando era necesario, pero buscábamos sobre todo reconocer las cosas buenas y estimular a las personas en sus aspectos positivos. En este reconocimiento no solo hacemos un acto de justicia con quienes hicieron méritos y merecieron ser reconocidos, sino también creíamos -y ahora también- como personas porque aprendíamos a valorar lo que otros hicieron por el grupo y por su propia mejora. Después de muchos años, esto también lo aplicamos en el Hector, colegio que ustedes saben soy director. En el Héctor otorgamos Reconocimientos Anuales al Comportamiento, la Promoción Comunal, el Rendimiento Académico, el Esfuerzo y el Deporte. Otorgamos también los premios ICTUS en secundaria y HÉCTOR en primaria que son el máximo galardón que otorga el colegio en reconocimiento a personas que se han identificado con los valores que propugna su proyecto educativo.
Fuimos en el Maristas de San Juan, los primeros en la zona, en instalar el CONSEJO ESTUDIANTIL, muy novedoso en esos tiempos, pero que marcó el inicio de la participación del alumnado. Los Juegos Florales y la formación de distintos comités hicieron posible que el Ramírez Barinaga marque la diferencia por aquellos años. Aquí todos participaban, y se premiaba la iniciativa estudiantil, que formó hombres con claros valores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si deseas, déjanos tu comentario