SOBRE LOS LIBROS DE TEXTO
La noticia "educativa" de semanas atrás ha sido en realidad una noticia “delictiva. Un medio de comunicación puso en evidencia una práctica que lleva varios años: el pago de comisiones por parte de algunas editoriales para conseguir que profesores y/o directores decidan el uso de determinados textos. Esta costumbre es una de las razones por la cual muchos profesores estatales decían que los libros editados por el Ministerio y que se entregan gratuitamente a los estudiantes eran “malos.
Es necesario, eso sí, no juzgar apresuradamente por la información periodística; la investigación policial deberá determinar si la componenda era sólo un recurso de los promotores para enfrentar competencia que usaba también este recurso, o si en algunos casos fue política empresarial. En todo caso como institución educativa rechazamos esta práctica, la que debe ser sancionada severamente, pues afecta no solo la economía familiar, sino que tiende un manto de sospecha sobre una actividad tan necesaria para el trabajo académico como la elaboración e impresión de los libros de texto y de consulta.
Podemos decir con satisfacción que en el Héctor -centro educativo que dirijo- no se ha presentado este problema. Hacemos el esfuerzo para que los libros de texto sean cuidados adecuadamente con el fin de venderlos usados pero en buen estado en el siguiente año escolar; una razón de más para que las familias verifiquen que los libros estén forrados y con nombre. Y por supuesto que pueden ser adquiridos en cualquier establecimiento comercial , lo que hacemos en el colegio es solo ayudar para abaratar los costos.
Para terminar este tema cabe aclarar que en ningún caso ni las editoriales ni los promotores nos han propuesto algún arreglo irregular; la sola mención de algo turbio hubiese sido razón para que los rechacemos de plano. Si hemos escogido estos libros es porque consideramos que ayudan en el aprendizaje de los estudiantes y en su formación integral.
Juan Borea Odría
La noticia "educativa" de semanas atrás ha sido en realidad una noticia “delictiva. Un medio de comunicación puso en evidencia una práctica que lleva varios años: el pago de comisiones por parte de algunas editoriales para conseguir que profesores y/o directores decidan el uso de determinados textos. Esta costumbre es una de las razones por la cual muchos profesores estatales decían que los libros editados por el Ministerio y que se entregan gratuitamente a los estudiantes eran “malos.Es necesario, eso sí, no juzgar apresuradamente por la información periodística; la investigación policial deberá determinar si la componenda era sólo un recurso de los promotores para enfrentar competencia que usaba también este recurso, o si en algunos casos fue política empresarial. En todo caso como institución educativa rechazamos esta práctica, la que debe ser sancionada severamente, pues afecta no solo la economía familiar, sino que tiende un manto de sospecha sobre una actividad tan necesaria para el trabajo académico como la elaboración e impresión de los libros de texto y de consulta.
Podemos decir con satisfacción que en el Héctor -centro educativo que dirijo- no se ha presentado este problema. Hacemos el esfuerzo para que los libros de texto sean cuidados adecuadamente con el fin de venderlos usados pero en buen estado en el siguiente año escolar; una razón de más para que las familias verifiquen que los libros estén forrados y con nombre. Y por supuesto que pueden ser adquiridos en cualquier establecimiento comercial , lo que hacemos en el colegio es solo ayudar para abaratar los costos. Para terminar este tema cabe aclarar que en ningún caso ni las editoriales ni los promotores nos han propuesto algún arreglo irregular; la sola mención de algo turbio hubiese sido razón para que los rechacemos de plano. Si hemos escogido estos libros es porque consideramos que ayudan en el aprendizaje de los estudiantes y en su formación integral.
Juan Borea Odría
Fuente
Tomado del boletín "El Amigo"
Colegio Héctor de Cárdenas
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